Los drones como el Predator B que sirven dentro del Ejército del Aire y del Espacio de España cada vez van incorporando más tecnología para realizar todo tipo de misiones. Tras la culminación de la incorporación de los cuatro drones hace ahora cinco años, desde el Ministerio de Defensa han apostado por ampliar sus capacidades incorporando un nuevo sistema de inteligencia de señales, para interceptar comunicaciones enemigas, e inteligencia del espectro electromagnético.
Se trata del pod SOAR (Scalable Open Architecture Reconnaissance o Reconocimiento de Arquitectura Abierta Escalable) que se irán integrando en las aeronaves a lo largo de este segundo trimestre del 2025. "En el Centro de Inteligencia y Targeting Aeroespacial (CINTAER) contamos con la experiencia de analistas de ambas disciplinas", ha declarado Juan Carlos Domínguez Dorado, actual jefe de CINTAER, en una entrevista realizada por el Ejército del Aire y del Espacio.
"Son estos expertos analistas los que operarán y explotarán en tiempo real el nuevo sistema", ha asegurado. Los cuatro drones Predator B con los que cuenta el Ejército del Aire y del Espacio se adquirieron nuevos a General Atomics a finales de la década pasada y, actualmente, tienen su base en Talavera la Real (Badajoz), desde donde han realizado despliegues en Canarias.
Dron espía español
El desarrollo del SOAR por parte de L3Harris se llevó a cabo con la estrecha colaboración de General Atomics para que la integración con la familia de drones Predator fuera lo más sencilla y directa posible. Se trata de uno de los equipamientos de su clase más avanzados que pueden llevar este tipo de drones con misiones de alta persistencia y a un bajo coste.
"Con amenazas cada vez más dinámicas dentro del marco de la inteligencia de señales, mantenerse al día depende de una arquitectura de misión abierta que permita modificar y actualizar el sistema rápidamente", tal y como recogen desde L3Harris. "Esto es fundamental no solo para mantener los sistemas actualizados en un entorno de recolección en constante cambio, sino que también reduce los costes de logística y de mantenimiento", aseguran.
Predator B del Ejército del Aire en la plataforma
Asimismo, el pod SOAR "cuenta con un subsistema denominado RIO, para tareas de obtención de inteligencia de comunicaciones (COMINT), y de un sistema de inteligencia electrónica (ELINT) denominado Olympia", ha asegurado en esta ocasión Domínguez Dorado.
"Las capacidades de inteligencia de señales de Rio cumplen con los requisitos de misión para plataformas de inteligencia, vigilancia y reconocimiento"; aseguran desde L3Harris. Cuenta con la "capacidad de interceptar, localizar, monitorizar y registrar señales de comunicación utilizando un conjunto común de aplicaciones de software".
Por otro lado, en cuanto al sistema Olympia, la compañía estadounidense apunta que se trata de un sistema enfocado en la "detección, procesamiento y geolocalización de radares para el conocimiento situacional y la advertencia de amenazas".
Los expertos de las tareas COMINT y ELINT del Escuadrón de Análisis y Fusión del Ejército del Aire y del Espacio serán los encargados de realizar este tipo de misiones. Y se coordinarán con el resto de la tripulación del dron en las misiones que se encomienden en operaciones y despliegues.
"Este escuadrón es el responsable de alertar e informar sobre los posibles riesgos y amenazas para las operaciones aéreas en aquellas áreas de interés que nuestro mando determine", ha explicado el militar. "Es, además, el responsable de obtener, compilar, evaluar, analizar, interpretar e integrar todos aquellos datos o información que puedan resultar de interés para que, posteriormente, nuestros analistas elaboren productos de inteligencia de carácter táctico en el ámbito aeroespacial".
"Hay que reconocer que la incorporación inminente del pod SOAR supone un hito en la recuperación de capacidades de obtención de inteligencia", reconoce Domínguez Dorado. Estas capacidades a las que hace referencia se han perdido "a lo largo de los años anteriores por la baja en servicio de aeronaves tripuladas"; principalmente haciendo referencia al avión P3 Orión que dejó de operar a finales de 2022.
Predator B español
"Además, podemos decir, de nuevo sin entrar en detalles clasificados, que este es un sistema de última generación en el estado del arte de tecnología militar", ha apuntado. "Que aporta unas capacidades que superan claramente las de nuestros antiguos sistemas tripulados".
Predator y Hellfire
Si bien el Ministerio de Defensa decidió adquirir los drones Predator B sin capacidad de ataque, posteriormente ha confirmado la integración de misiles Hellfire dentro de la plataforma. Esto supone un impulso muy importante en las capacidades del dron que ahora se ven reforzadas por la incorporación del SOAR.
Dron Predator B lanzando un misil Hellfire
En noviembre del 2023, el Consejo de Ministros aprobó la adquisición e integración de este modelo de misil aire-superficie, así como su equipo asociado para el Predator. Se trata de una munición conocida en las Fuerzas Armadas españolas, ya que también se integrará dentro de los helicópteros MH-60R.
El valor estimado del contrato para todo el material se estima en 13,3 millones de euros, tanto para la parte de la compra como en la adecuación e integración en los drones. "Permitirá actualizar y potenciar las capacidades de este sistema de armas, mejorando con ello las capacidades aire-superficie [...] para el cumplimiento de las misiones que tiene encomendadas".
El misil cuenta con un rango operativo de 8.000 metros con un sistema de guiado semiactivo mediante láser. Tiene un peso en el momento de lanzamiento de 49 kilogramos, una longitud de 1,8 metros y se ancla bajo las alas del Predator. Gracias a un cohete de combustible sólido alcanza una velocidad de 1.600 kilómetros por hora.
En cuanto al Predator, se trata de uno de los drones más avanzados y capaces de su tamaño. Puede superar las 27 horas de vuelo a una altitud máxima de 15.240 metros con un radio de acción de 1.850 kilómetros y una velocidad de crucero de 313 km/h,