Metal líquido para crear componentes electrónicos cambiantes
Son muchos los campos de la ciencia que hoy día van de la mano para permitirnos disfrutar de la tecnología que conocemos. Hoy nos centraremos en la química, cuyas hipótesis más antiguas llegaron con las teorías aristotélicas de los cuatro elementos básicos. Ni por asomo se imaginaron que se podría llegar hasta lo que os vamos a contar hoy: metales que se mueven gracias a la electricidad.
Un material con propiedades muy peculiares
Los investigadores de la Universidad de Carolina del Norte han estado trabajando con estos materiales que nos recuerdan a la película de Terminator 2, en la que el T-1000 es capaz de recuperar su forma humana a partir de un líquido metálico.
La idea básica ha sido controlar la tensión superficial de metales líquidos con la aplicación de pequeños voltajes. El material usado ha sido una aleación de indio y galio, cuyas temperaturas de fusión son 29º C y 156º C respectivamente. Sin embargo, con una proporción exacta de cada uno podemos conseguir un material líquido y estable a temperatura ambiente. Es lo que se llama una aleación eutética.
Por ahora el mayor inconveniente de cara a futuros productos de uso común es el coste del material, compuesto por dos materiales caros y escasos.
Pero lo más importante de este material es su alta tensión superficial, de 500 milinewtons por metro. Esto hace que se formen esferas de material y que bajo la aplicación de pequeños voltajes inferiores a 1 V se deforme y “se acerque” hacia los cambios de potencial. Al retirar el potencial, el material vuelve a su forma esférica natural. Podéis ver su comportamiento en el siguiente vídeo:
También surgen variaciones en la viscosidad del material, que sube o baja según el voltaje aplicado.
¿Qué novedades nos trae?
Según el Dr. Michael Dickey, profesor de Ingeniería Química y Biomolecular en la NCSU. la importancia del hallazgo son los pequeños voltajes necesarios para cambiar la forma del material.
En la mayoría de los circuitos de los dispositivos de uso diario la tensión entre un elemento y otro es bastante pequeña y de menos de 1 V. Por tanto, se podrá usar para cambiar la forma de las antenas (o mejor dicho, su diodo transceptor) y abrir y cerrar circuitos a placer. Esto puede implicar muchas cosas, entre ellas una optimización de los recursos energéticos y la duración de nuestra batería, por ejemplo.
Fuente | NCSU