Wearables que no tendrás que cargar jamás, gracias al calor de tu cuerpo
Estos sensores que se alimentan con el calor de nuestro cuerpo nos permitirán olvidarnos de recargar wearables y otros dispositivos corporales.
19 enero, 2016 22:31Noticias relacionadas
Algún día nos olvidaremos de recargar los wearables, gracias a sensores como este que se alimentan del calor del cuerpo.
El mercado de los wearables no dejará de crecer a corto plazo, no hay más que ver la cantidad de novedades relacionadas con tecnología aplicada a la salud que hemos visto en el CES 2016.
Relojes, pulseras, parches, auriculares… todo tipo de gadgets que se encargan de cuantificar nuestra salud y darnos consejos para mejorarla. Todo suena muy bonito y futurista, hasta que tienes que cargarlos cada noche o cada pocos días.
Sensores que se alimentan del calor corporal
La autonomía de las baterías continúa siendo un quebradero de cabeza para los fabricantes y, pese a que casi cada vez vemos algún material o proceso de producción que “revolucionará” las baterías, jamás llegamos a verlo con una aplicación comercial.
Unos investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte llevaron al CES el resultado de su último trabajo: un sensor minúsculo que permite controlar el nivel de hidratación de la piel y se alimenta del propio calor corporal.
¿Cómo funciona? como podéis ver en la imagen, el sensor tiene un tamaño de lo más reducido, apenas 7 centímetros cuadrados de tamaño y utiliza el gradiente térmico para generar energía. Es decir, al estar fabricado con materiales termoeléctricos, aprovecha la diferencia de temperatura entre el aire del ambiente y el propio cuerpo.
Así, puede producir entre 40 y 50 microvatios de energía eléctrica por centímetros cuadrado, con sólo estar pegado a la piel (normalmente la temperatura corporal es superior a la del ambiente). Si además se tienen en cuenta los flujos de aire que se generarían durante una actividad (como correr o andar), el sensor sería todavía más eficiente, produciendo hasta tres veces más energía.
Cuantificando tu día a día, sin preocuparse por la autonomía de las baterías
Aun así, continúa siendo insuficiente para alimentar, por ejemplo, una pantalla o un sensor GPS, pero sí se podría dedicar esa energía a procesadores de baja potencia, acelerómetros, sensores de presión o de hidratación. Además, con el desarrollo de Bluetooth de muy baja potencia podrían hacer que esos sensores se comunicases con smartphones y otros dispositivos sin tener que recargarlos jamás.
El objetivo de los investigadores es crear pequeños sensores que nos colocaremos y no nos volveremos a preocupar por ellos, al menos, hasta un año después. De momento, el siguiente paso es optimizar su funcionamiento para maximizar la energía que son capaces de generar, sin sacrificar por el camino flexibilidad ni durabilidad.
Como aficionado al deporte, a la tecnología y a los datos, espero ver este tipo de mejoras en un futuro no muy lejano. Y si no pueden ser así, sí veo un buen filón para que estos sensores se integren en correas o pulseras, para que puedan “librar” al dispositivo principal de alimentar diferentes sensores, consiguiendo al menos ampliar su autonomía a varias semanas, o meses, sin perder funcionalidad.
No es la primera vez que leemos sobre algo así, son varias las líneas de investigación que siguen ese camino, como aprovechar el movimiento de los músculos para alimentar wearables o estos tatuajes temporales.