El próximo concierto al que vayas puede que te pida meter el móvil en esta funda
La polémica de grabar conciertos con el móvil está a la orden del día, y esta funda que nos impide usar el teléfono quizás es llegar demasiado lejos.
7 julio, 2016 22:34Noticias relacionadas
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Está de moda la polémica de grabar conciertos con el móvil, y esta funda para móvil que se cierra cuando estamos en un concierto podría ser perfectamente el colmo de la historia.
Por cada artista que aprovecha el uso de los smartphones para promocionarse y darse a conocer, hay un artista que los aborrece y se dedica a coger los móviles de los fans en los conciertos para estrellarlos en el suelo. La polémica sobre el uso de las cámaras de smartphones en los conciertos y actuaciones está al orden del día, tenemos mucha gente a ambos lados de la balanza, y una empresa afirma tener la solución al problema, cómo no.
Yondr, la funda que te impide grabar conciertos con el móvil
La idea de Yondr surgió cuando una banda llamada The Lumineers (sí, la del ‘Ho Hey’ que se hizo tan famosa allá por 2012) quería hacer unos conciertos secretos con su nuevo álbum, y su ego no podía soportar que saliesen vídeos de las canciones en YouTube. Para ello Yondr sacó una funda en la que los asistentes meten su teléfono antes de entrar al recinto, y que se bloquea cuando entramos al lugar donde está teniendo lugar al concierto.
Si queremos abrir la funda del teléfono estamos obligados a salir del sitio, el cierre funciona mientras estés dentro del sitio del concierto y punto. Según los creadores de la idea, la gente está contenta cuando utiliza el sistema aunque haya gente que incluso intentó abrir la funda con un cuchillo -no pudo al ser metálica-. Es un bolsillo que no podemos abrir cuando accedemos a un lugar en concreto, resumido en pocas palabras.
Es cierto que la moda de grabar todo lo que hacemos, la llamada gratificación instantánea, puede hacer que no disfrutemos del momento sólo por tener un vídeo que subir a las redes sociales. Pero leches, la gran mayoría de los que vamos a un concierto ya somos mayorcitos: restringirnos el poder usar nuestros dispositivos por capricho del artista es una pataleta más propia de un niño que de un adulto, sólo por tener la excusa de “hacernos disfrutar del momento”. Y quién sabe, puede que se vuelva en contra de todo este grupo de artistas.