La historia de la alfombrilla de ratón, un clásico de la informática
La alfombrilla de ratón descansa en las mesas de millones de usuarios y ayuda a que el ratón funcione mejor, ¿pero cuál es su historia?
18 julio, 2016 21:35Noticias relacionadas
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La alfombrilla de ratón ya es un clásico en escritorios y oficinas de todo el mundo, pero posiblemente no sabes que eso es gracias a Bob McDermand.
Los ratones son un imprescindible del control de ordenadores desde que las interfaces gráficas apartasen las líneas de comandos, y a los ratones siempre les han acompañado las alfombrillas. Sí, esas que estaban hechas para que la bolita del ratón no se atascase, y que han sobrevivido a la revolución de los ratones ópticos como un accesorio casi imprescindible. ¿Pero de dónde vienen estas alfombrillas, quién las inventó, cómo han sobrevivido hasta nuestros días?
¿De dónde viene la alfombrilla de ratón?
El propio Bob McDermand -instructor de vuelo convertido al mundo de las inversiones- afirma que cree no ser el primero que llegó, pero su compañía llamada Moustrak fue la que popularizó estas almohadillas. Con un enfoque muy claro en la calidad que proporcionaba, ‘Moustrak’ fue la almohadilla rectangular que hizo populares estas superficies. Sí, incluso la forma que tenía Moustrak en 1984 es la popular en estos días, una superficie rectangular que todos reconocemos.
El por qué era una buena idea es simple: los ratones de bola eran muy inconsistentes en su desplazamiento según qué superficie estuviese debajo, por lo que una alfombrilla que hiciese que siempre fueran bien era bienvenida. Y el secreto del éxito de esta aventura, como bien explica Ernie Smith para Motherboard, está en dos claves: sus anuncios en revistas como MacWorld y la decisión de Apple de enviar algunas Moustrack con su logo a vendedores de ordenadores de todo EEUU. Todo esto provocó su popularidad, y que llegasen a aliarse con compañías como Disney, Paramount y LucasFilm para hacer alfombrillas personalizadas, lo que llamamos merchandising.
Bob siguió forjando alianzas a través de Moustrak y centrándose en la calidad a lo largo de los años, hasta que decidió cambiar completamente de trabajo y fundó su propia ISP en una zona pequeña hace dos décadas. Es su negocio actual junto a Tiffany Mills, su pareja, y también allí se percibe que prefiere seguir con la calidad, a pesar de que no le vaya a hacer rico en un periodo corto de tiempo.
¿Cómo han sobrevivido las alfombrillas de ratón?
Los ratones ópticos, aunque no tengan esos problemas de desplazamiento que tenían los ratones de bola, siguen teniendo problemas con superficies poco idóneas, como el cristal. Ahí las alfombrillas tienen mucho que decir, porque ayudan a que el ratón funcione en mesas o escritorios donde no funciona bien por sí sólo.
Además, y con el auge de movimientos como el llamado ‘PC Gaming’, se ha creado una especie de mercado de gama alta de alfombrillas de ratón con exponentes como la Razer Firefly (una alfombrilla dura con LEDs de colores), con compradores dispuestos a dejarse hasta tres cifras en una alfombrilla de calidad con tal de ganar en rendimiento o estilo. Aunque siempre nos quedarán las alfombrillas personalizadas a 1€.