El pasado 29 de septiembre Nintendo lanzó a la venta la Super Nes Classic Mini, una consola por la que Internet se ha vuelto loco.
Hace ya unos meses que se abrieron las reservas de esta pequeña gran consola de videojuegos, reservas que colapsaron en cuestión de horas. A día de hoy es complicado encontrarse con una unidad en stock a menos que la reservases, algo de lo que se ha aprovechado algunos especuladores, poniendo unidades en reventa a precios escandalosos.
No hay que preocuparse, Nintendo avisó que habrá stock suficiente como para que cualquiera que tenga interés pueda adquirirla. ¿Qué tiene esta consola para que tanta gente la ansíe? ¿Nunca has jugado a una consola de Nintendo y tienes dudas sobre si merece la idea? Es lo que intentaremos resolver a lo largo de este análisis.
Qué es lo que tenemos al comprar una SNES Mini
Analizar un dispositivo de este tipo no suele ser tarea sencilla. Cuando Nintendo lanza un producto de esta categoría, gran parte del impacto suele estar en la nostalgia que generan, acusada por algunos de forma despectiva.
Pensando en ello, hemos decidido separar este análisis en dos partes. Por un lado valoraremos lo meramente objetivo, lo que hay en la caja, y lo que nos ofrece, mientras que la parte final del análisis os comentaremos nuestra experiencia y conclusiones.
Al abrir la caja, nos encontramos varias cosas. La más llamativa es la consola, la cual es muy pequeña y nos cabe en la palma de la mano. Para conectarla a televisión tenemos un cable HDMI y otro microUSB. En la caja no se incluye ningún transformador de corriente, pero no nos preocupemos. Si nuestra televisión tiene puerto USB podremos alimentarla por ahí, y si no, nos vale el cargador de nuestro móvil.
Una pequeña consola con 21 juegos integrados, dos mandos y los cables necesarios para que funcione.
Para jugar a la consola es necesario un mando. En esta unidad tenemos dos mandos de control, los cuales son similares en tamaños y características a los mandos originales (menos mal que no vienen en tamaño mini) con un cable de metro y medio de longitud. El puerto del mando es similar al de los Nunchucks, mando de Wii Classic y Mando de NES Classic Mini.
Si observamos la consola, veremos que los puertos que se muestran no es el que tiene el mando, sino el original de la consola a la que esta pequeña encarta. La conexión que buscamos se encuentra bajo una tapita.
Al encender la consola no tendremos actualizaciones, ni complicados menús. Basta con elegir el idioma, elegir el juego, y comenzar a jugar entre uno de los 21 juegos que incluye la consola.
Más allá de jugar a los videojuegos, podremos configurar el modo de imagen de la pantalla entre “Original”, “4:3” o “Filtro CRT”. Este último me parece el más interesante, ya que a través de un filtro de vídeo simulará que estos clásicos se vean en nuestra moderna pantalla como si de una televisión antigua se tratase.
Cada uno de los 21 juegos tiene opciones extra. Podremos guardar hasta cuatro bloques de partida por juego, estemos en el punto que nos encontremos, aunque el juego original no nos permita guardar en ese momento. También tenemos la opción de “rebobinar” la partida unos pocos segundos (que dependerán del videojuego en cuestión).
La experiencia de una consola retro
Y ahora toca hablar de la chicha, de lo que realidad importa. Uno de los puntos más criticados de estas consolas es que en teoría, podemos disfrutar de la experiencia en un ordenador o incluso una Raspberry PI, a base de emuladores.
Y oye, en parte estos comentarios tienen razón, y es que es posible disfrutar de esta consola a través de otras vías, ya sea comprando los juegos en Wii U y New Nintendo 3DS por lo legal, o por métodos más dudosos (emuladores). ¿Qué nos ofrece la SNES Mini como producto independiente?
El asunto más importante está en lo que conocemos como nostalgia. Nostalgia mencionada en el mejor de los sentidos, un punto muy valioso si disfrutaste en su día de esta consola y guardas un buen recuerdo. Los mandos ofrecen la misma sensación que el original.
La ergonomía del mando no es perfecta (a fin de cuentas es la misma que la de hace más de 25 años) y cuando juegas mucho rato (a partir de una hora de juego, aproximadamente), tendrás una ligera molestia las manos, una molestia que se puede considerar hasta marca personal del mando. Hasta este extremo llega la nostalgia. ¿Lo peor? Que incluso nos gusta.
Todo el aspecto físico ha sido cuidado a la mínima expresión. Más allá de la carcasa, el piloto de encendido de la consola se ilumina igual que la original, la sensación de la pestaña de encendido es la misma y el botón de reset (cuya función es volver al menú de elección de juegos) es similar.
En este sentido, solo hay un par de pequeños detalles que “echamos de menos”. Al no haber cartuchos, no podemos revivir la sensación de que el juego no cargue, quitar y soplar el cartucho para que leyese el juego (aunque no es algo que fuese bueno para el cartucho, pero todos lo hacíamos).
La nostalgia es un factor a tener en cuenta. Y está cuidada al milímetro.
¿Y más allá de la nostalgia?
Hemos señalado a la nostalgia como aspecto valor añadido de la consola, pero lo cierto es que si no tenemos recuerdo de la consola, la nostalgia vale cero.¿Merece la pena para aquel que no viviese la experiencia?
La Super Nintendo será recordada por la historia junto a otras de su generación como lo mejor de la era de los 16 bits, antes de la llegada de Playstation o Nintendo 64, consolas que dieron el salto al 3D.
Los videojuegos que ofrece esta consola llegaron a ser el culmen de la era dorada del videojuego, antes de que la tercera dimensión lo cambiase todo, siguiendo el camino que nos ha llevado hasta hoy.
Los gráficos de la Super Nintendo tienen un encanto y estilo propio, y el escalado a la alta resolución no le sienta nada mal. Algunos juegos como Star Fox o Mario Kart si que se han sentido lastrados por el paso de los años, pero otros por el contrario se siguen siendo genial.
Yoshi Island es un juego cuyo arte sigue siendo preciosísimo. Las mecánicas de Street Fighter 2 de hecho son tan buenas que sigue siendo un juego que muchos jugadores siguen disfrutando (y hay incluso una re-edición para Nintendo Switch. Qué decir sobre Final Fantasy III (Final Fantasy VI), juego que a nivel de trama es considerado como uno de los mejores Final Fantasy de la historia.
La música y arte de la mayoría de juegos de Super Nintendo han envejecido realmente bien.
¿Merece la pena esta consola?
¿Tienes 80 euros en mano y no sabes si comprarte la famosa consola de Nintendo? Te contamos si merece o no la pena.
Si eres un fan de la consola, incluso si ya tienes la consola original, espera pacientemente a que Nintendo reponga el stock (no compres unidades de reventa, no merece la pena), y cuando llegue el momento te recomendamos adquirirla sin ningún tipo de duda. Que la vas a disfrutar.
Lo mismo pensamos si estás pensando qué regalar a alguien que le gusten los videojuegos. Son 21 títulos de alta calidad, dos mandos de mucha mejor calidad que las copias que puedas adquirir por Internet (si buscas una alternativa de mandos de buena calidad, te recomiendo mandos de la marca 8 Bitdo).
Un buen diseño y una facilidad de uso sin ningún tipo de complicación son dos de las mejores bazas que ofrece esta consola. Ya sea por su valor como de coleccionismo o por la cantidad de juegos de calidad que nos ofrece, merece completamente la pena.
La Super Nintendo Classic Mini nos ofrece horas de diversión en un precio para todos los públicos.
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