El nombre Fitbit se ha convertido en sinónimo de pulsera de actividad; sus productos más famosos son los que nos han permitido registrar nuestros ejercicios y seguir el estado de nuestra salud durante todo el día. Ya sea para adultos, niños, deportistas, o aficionados.
Aunque Fitbit también ha intentado meterse en el sector de los smartwatch, las pulseras siguen siendo su gran apuesta; y no hay apuesta mayor que la nueva Charge 3, la que la propia compañía define como la pulsera de actividad más avanzada que han lanzado hasta ahora.
La pulsera de actividad de Fitbit más avanzada
La Charge 3 es algo más que una simple mejora de su antecesora, y las novedades no son pocas. Podemos empezar con la novedad que gustará más a un nicho concreto de usuarios: los nadadores; la Charge 3 ahora es sumergible hasta 50 metros, por lo que podemos llevarla en nuestras tandas sin problemas. Podemos llevarla en la piscina, el mar o la ducha.
Y lo llamativo es que esto se ha conseguido al mismo tiempo que se ha rediseñado completamente la pulsera; el resultado es un producto que se nota más “premium”, con detalles como el aluminio anodizado para la carcasa. Así se consigue que sea más ligera sin sacrificar resistencia.
Pero tal vez la mayor novedad estética esté en la pantalla, que ahora es un 40% más grande y brillante que modelos anteriores; casi parece un smartwatch a simple vista, sobre todo porque usa tecnología OLED para conseguir una mayor nitidez. La pantalla está protegida por Gorilla Glass 3 contra los arañazos.
Para conseguir este diseño de líneas tan puras, se ha optado por una innovación en la interfaz; un botón inductivo, resistente al agua, y que elimina la necesidad de un botón saliendo de la carcasa. Es gracias a eso que Fitbit afirma que la pulsera es más “aerodinámica”, y no nos molestará tanto. Desde luego, en cuanto a aspecto ya ha ganado.
También gracias a esta decisión se ha podido ahorrar espacio, que se ha dedicado en incluir más sensores; además de incluir una batería más grande. Es gracias a eso que, pese a la nueva pantalla más grande, la batería dura hasta 7 días.
Sofware que aprovecha los sensores adicionales
No es sólo el hardware lo que ha cambiado. El software también ha recibido un lavado de cara, con un nuevo diseño de escala de grises; la pantalla más grande permite mostrar más información de golpe. Además, la mayor cantidad de datos por la adición de sensores ha permitido incluir más funciones para registrar nuestra salud. La monitorización de ritmo cardíaco PurePulse, por ejemplo, es ahora más precisa; y a eso ha ayudado mucho el uso de 9 billones de minutos de ritmo cardíaco registrados con sus pulseras.
La Charge 3 también incluye monitorización de salud femenina; nos permite registrar el ciclo menstrual y sus síntomas, permitiendo calcular los periodos y fechas de ovulación.
Para el entrenamiento, la Charge 3 nos permite elegir entre 15 modos de ejercicio; entre los que se encuentran el running, la natación, o el ciclismo. A base de obtener datos, la pulsera será más fiable.
La Fitbit Charge 3 tiene pinta de ser el siguiente paso en la evolución de Fitbit; un nuevo estandarte en el que la industria se fijará mucho. Ya está disponible para reserva por 149,95 € con correa negra y carcasa de aluminio, o correa azul y carcasa de aluminio rosa. La versión con Fitbit Pay y NFC estará disponible por 19,95 €. Ambas se lanzarán en octubre de 2018.