Análisis de la Microsoft Surface Go: La tablet para estudiantes que sueña con ser más
Lo último de la familia Surface es el miembro más pequeño y ligero: la Surface Go. Microsoft dota de la calidad de Surface a una tablet de 10 pulgadas.
30 agosto, 2018 21:20Noticias relacionadas
Microsoft ha sabido crear una línea de productos diferentes e innovadores bajo la línea Surface que comparten una misma identidad. Desde grandes pizarras táctiles para usar en la oficina hasta periféricos para tu día a día.
La Surface Go llega como el dispositivo más versátil de la familia. Familia que comenzó con las tablets que soñaban con ser ordenadores portátiles: las Surface Pro.
El formato de tableta no impedía a las Surface Pro poder considerarse como un portátil con solo añadirle una funda. Todas sus especificaciones y uso, gracias a Windows, así lo corroboraban. Esta Surface Go en cambio quiere centrarse más en ser una tablet como podría serlo un iPad de Apple. Tras probarla en el día a día podemos decirte si cumple esta función o va más allá.
Surface Go: Todo lo bueno de Surface en un tamaño reducido
Por fuera parece que nos encontremos ante una Surface Pro más pequeña y conforme usas la Surface Go te das cuenta de que perfectamente podría llamarse “Surface Pro Mini”.
Podremos seguir dejando el Surface Pen, el bolígrafo compatible con estos dispositivos, imantado de manera muy segura en el lateral. Delante se conserva el marco negro junto a una pantalla con una alta calidad para sus 10” y un cristal muy fino para que escribir en ella sea como escribir en papel. Ya no hablamos de escribir en una tablet barata con un puntero o en esos terminales de bancos o transportistas donde casi no puedes ni firmar.
Colocando la Surface Go en horizontal tenemos en la parte inferior los conectores para la funda-teclado mientras que en la parte superior están los botones de encendido y volumen. A un lateral está la zona imantada para el boli y al otro los conectores donde (en vez de Jack, Mini Display Port y USB Type-A) solo tenemos Jack y un USB-C.
La carga se puede realizar a través de este USB-C pero no sirve cualquier batería o cargador rápido de móvil. Es el puerto imantado Surface Connect el que está hecho para cargar esta Surface (como otras). Este puerto también puede usarse para otros accesorios como el Surface Dock, que aporta muchos más puertos como cuatro USB Type-A, dos Mini Display Port, un puerto Ethernet y un puerto Jack.
Delante, en el marco superior de la pantalla, tenemos el sistema de cámaras al que estamos acostumbrados en los dispositivos Surface: una cámara frontal, un LED que indica que está encendida y un sistema de reconocimiento facial por infrarrojos que se integra con Windows Hello.
Detrás, además del soporte, bajo el cual está la ranura para microSD y del logo de Microsoft, hay una cámara de 8 Mpx y grabación Full HD que da un buen resultado, nítido y sin excesivo ruido, en interiores. Perfecto para digitalizar documentos o simplemente hacerle una foto a algo para apuntar con el lapiz.
La cámara frontal (de 5 Mpx con grabación FullHD) iguala a la de móviles de gama media y a mi parecer es mucho mejor de la que se acostumbra a ver en un portátil, incluso de gama alta como los Macbook Pro. El reconocimiento facial le cuesta unos dos o tres segundos en el peor de los casos, pero acaba reconociéndote excepto si hay mucha luz detrás de ti.
Ligero y cómodo hasta para escribir
Era de esperar que si Microsoft quería traer una experiencia aún más de tablet a la familia Surface el tamaño fuera más reducido. Así ha sido, pero además los laterales y su unión con la parte trasera son mucho más redondeados que nunca. Más aún que la Surface Pro (2017) donde se redondearon más que en la Surface Pro 4 donde su borde liso molestaba en la mano.
Su peso es de 512 gramos por lo que además de tener un diseño más ergonómico tampoco se te cansa el brazo al usar la Surface Go durante mucho rato. Además, su soporte trasero te permite dejarla en casi cualquier lugar para jugar, leer, ver vídeos… También es un extra que puedas apoyarla, aunque no vayas a usarla, evitando apoyar toda la parte delantera o trasera y así evitando mancharla o rayarla. Aunque es ligera, sigue siendo más pesada que otras tablets.
El tamaño también ayuda a la versatilidad de la Surface Go: 245 mm x 175 mm x 8.30 mm. Al ser más estrecha es posible escribir cómodamente en vertical, gracias al teclado dividido de Windows 10. Al igual que puedes guardarla incluso en los bolsillos dedicados a tabletas que tienen algunas mochilas.
La Surface Go es ante todo un dispositivo muy versátil, listo para que lo uses aquí y allí. Ante todo es una Tablet, por lo que aún conectando la funda-teclado tienes que tener en cuenta que no se mantendrá como un portátil. Si usas la Surface Go con teclado sobre tus piernas necesitarás juntarlas y la estabilidad fuera de superficies planas no será igual que con un portátil.
Allá donde la lleves la pantalla también se adaptará, pues al contrario de la mayoría de portátiles, pero como es normal en tablets, cuenta con sensor de luz ambiente para regular el brillo de la pantalla. Aunque se echa en falta un control del brillo más libre como en sistemas móviles y no cinco opciones: “El más oscuro”, “Más oscuro”, “Sugerencias” (automático), “Más brillo” y “El más brillante”.
Conectas la funda y… ¿ya es un portátil?
La funda-teclado, que se vende por separado en dos materiales (nosotros hemos probado la normal, pero hay una con tejido Alcantara), es una de las claves de las Surface Pro. Con ella, aterciopelada por un lado y con teclado y trackpad en el otro, puedes usar la Surface como un portátil, escribiendo en un teclado y trackpad de cristal por encima de la media de los portátiles con Windows.
No se hace pesado estar escribiendo, chateando o programando durante horas en esta funda, aunque la de la Go tiene una particularidad: dado el tamaño de este dispositivo y a diferencia de las Pro, el teclado no conserva el tamaño estándar. Ha sido reducido a escala, manteniendo todas las teclas necesarias y con la distribución española correcta, pero siendo estas más pequeñas y por tanto estando más juntas.
El teclado por tanto requiere de un periodo de adaptación que los de la familia Pro y portátiles no tienen. Tampoco uno de sus rivales directos, el iPad Pro con su funda-teclado tiene este problema, pues en vez de reducir el tamaño y la distancia de todas las teclas lo que ha hecho Apple es recortar aquellas laterales que no cabían al completo como el Enter, Shift, Control o Block Mayus.
Tras adaptarme, el único detalle que me ha seguido molestando de este teclado, que además es retroiluminado, es que la tecla “Alt Gr” no se encuentre más a la izquierda como en muchas distribuciones de teclado.
Pero en una Surface Pro conectabas tu teclado (más bien lo desplegabas, pues no tienes que quitarlo ya que actúa de protector para la pantalla al estar cerrado y puede plegarse detrás al usar la Surface como tablet) y ya conseguías la experiencia de un portátil. ¿Ocurre lo mismo?
Lo intenta.
Lo que el precio se llevó. Aquí está la reducción de precio
Recapitulemos hasta ahora. Tenemos la calidad de construcción y materiales de la familia Surface. Tenemos todos los accesorios con la misma calidad, como el Surface Dial, Surface Dock, Surface Pen o Surface Type Cover (funda-teclado). Y hasta la pantalla sigue siendo muy buena e idónea para escribir con PixelSense para que la punta del boli esté muchísimo más cerca de los píxeles que representan la tinta: como en un papel.
¿Solo por tener 10” en vez de 12,3” y por tanto tener menos resolución de pantalla y menos cantidad de materiales ya es más barata? No, la diferencia está oculta en el interior.
Si repasamos sus especificaciones (puedes encontrar la lista completa al final de este análisis) vemos que el modelo que hemos probado dispone de 8 GB de memoria RAM y almacenamiento SSD de 128 GB. También dignos de la familia Pro.
Excepto que el corazón de todo es un procesador Intel Pentium Gold 4415Y de dos núcleos a 1,60 GHz. Este procesador de más baja potencia y consumo que los Intel Core que vemos en otras Surface nos deja claro que la Surface Go no es un dispositivo para todo.
Una Surface Pro es un dispositivo en forma de tablet que con la funda es un portátil que puede servir para jugar a algunos juegos, editar fotografías con soltura y programar sin despeinarse. Lo que hace bien la Surface Go es ser una tablet, lienzo o cuaderno.
Una tablet con Windows 10
No es precisamente el sueño de muchos tener una tablet con Windows 10. Mientras que las Pro pueden sacarle partido a las aplicaciones de escritorio como la suite de Adobe, los IDEs de programación, los editores de video y los juegos de Steam, una Surface Go no tiene la potencia suficiente para usar estos programas comodamente.
Puede hacerlo, sí y lo he hecho durante estos días de prueba como os enseñaré más adelante. Pero se nota a leguas que no es para lo que está pensado este dispositivo. Y con esto por delante podemos incluso rebajarnos a la versión más barata con el mismo procesador pero con 4 GB de RAM y una lenta memoria flash eMMC de 64 GB. Aún será menos capaz de ejecutar programas potentes, pero tampoco deberías esperar hacerlo en este dispositivo.
El modelo más barato tiene memoria flash, notablemente más lenta que un SSD pero más rápido que un disco duro.
La fluidez es un pecado en este dispositivo. Aplicaciones sencillas como el calendario tardan varios segundos en iniciarse y aunque puedes acostumbrarte bien a usar de manera táctil Windows, no notarás nunca la experiencia de un sistema nativo táctil como Android o iOS.
Como tablet puedes jugar a algunos juegos como Asphalt 9: Legends y algunos de Xbox que no requieran mucho. También puedes navegar por Reddit, Twitter, Instagram o Facebook sin problema con sus aplicaciones. Navegar por Internet tiene la ventaja de poder usar las webs de escritorio y el contenido multimedia no falta con las aplicaciones de Spotify, Netflix o MyTube para Youtube (Google no tiene sus aplicaciones en la Microsoft Store).
Pero tienes una pantalla genial creada para escribir y dibujar en ella, también puedes aprovecharla sin problema. Puede ser tu cuaderno y libro personal para la universidad gracias a OneNote y tienes la suite de Microsoft Office al completo a tu disposición. Si lo tuyo es dibujar también tienes buenas aplicaciones como Concepts.
Y todo lo que he nombrado está disponible en la Microsoft Store. ¿Puedes usar la Surface Go solo con la Microsoft Store? Sí y, de hecho, la Surface Go viene con el Modo S de Windows 10 activado que solo te permite usar aplicaciones de la tienda. Microsoft ya sabe que en un dispositivo como este no vas a poderle sacar partido a los programas de escritorio.
Tras varios días con el Modo S activado lo acabé desactivando por un detalle. Microsoft te obliga a usar Edge y Bing mientras esté el Modo S activado. No tengo problema alguno con Edge, es mi navegador en el sobremesa, portátil y hasta móvil, pero solo por quitar Bing desactivé el Modo S (de manera gratuita).
La tablet digna de ser tu cuaderno de clase
El Surface Pen se vende por separado, como la funda-teclado, pero una vez cuentas con él (o con uno compatible con la tecnología N-Trig) se desbloquea un nuevo mundo: usar la Surface Go como cuaderno.
En temas creativos las Surface no siempre han cuajado entre algunos diseñadores y dibujantes por la latencia del lápiz, un poco por encima de su competidor Apple. Pero el tamaño del boli, la distancia de la pantalla a la punta del boli y hasta la “goma” del boli hacen que sea idóneo para estudiantes y trabajadores que tienden a apuntar y esquematizar muchas cosas a mano.
De hecho, llevo usando una Surface Pro como cuaderno durante varios años y le he dado el mismo uso a esta Surface Go durante los días de prueba. OneNote es mi aplicación favorita en su versión gratuita para tomar apuntes.
No hemos podido probar la Surface Go con el último bolígrafo de Microsoft, pero he usado durante estos días el Surface Pen de mi Surface Pro 4. También es compatible pero cuenta con un cuarto de la sensibilidad del último Surface Pen y no reconoce la inclinación.
El tamaño, la forma, el peso y hasta el precio hacen de esta Surface Go un dispositivo muy recomendable para estudiantes. Pero esta recomendación no me queda tan clara a mi, usuario de Surface desde hace años, tras ser casi imposible trazar una línea recta diagonal sin hacer trazos rápidos.
Es un problema conocido que lleva años en la familia Surface e incluso la carísima Surface Book 2 que probé junto al último Surface Pen lo sufrían. Pero aquí, quizá por usar el Surface Pen es más exagerado y a diferencia de en la Pro 4 o Book 2, este fallo me ha resultado molesto a la hora de escribir.
No soy un artista, pero lo mismo ocurre a la hora de hacer bocetos y pequeños dibujos. Si vas con calma el trazo empezará hacer de las suyas.
Puede hacer mucho, aunque no todo cómodamente
Durante estos días de uso de la Surface Go la he estado utilizando para muchas cosas en mi día a día. Ya he descrito como se ha comportado usándola como una Tablet y como un cuaderno. ¿Pero como se comporta si le pides más?
Los 128 GB de almacenamiento tampoco dan para tener muchos juegos instalados pero su GPU, una Intel HD Graphics 615, tampoco es una maravilla como para disfrutar de jugar.
Sea of Thieves es capaz de funcionar a una tasa de fotogramas baja y con gráficos al mínimo, por lo que si no te ayudan tus amigos como te encuentres un barco enemigo acabarás derrotado muy rápido. League of Legends, al mínimo intenta quedarse en unos 50 FPS estables, sin conseguirlo en los momentos con más hechizos. World of Warcraft, explorando el mundo, se queda por debajo de 30 FPS, también jugable, pero sin mucho confort.
También he estado usando la suite de Adobe para editar fotografías en RAW con Photoshop sobre todo y un uso muy leve de Illustrator. Ambas tardan mucho en hacer cualquier tarea como abrir una imagen o aplicar un filtro. Lo acaba haciendo, como los juegos, pero no es muy cómodo.
Usando el Surface Dock he conectado una pantalla FullHD de 60 Hz, unos cascos, un ratón y un teclado. El resultado ha sido satisfactorio incluso usando la Surface Go como segunda pantalla. Aquí si que era cómodo pasar entre ambas pantallas y navegar por Internet mientras escribía en Word.
Durante el uso como Tablet nunca se ha calentado, al igual que no ha hecho ruido alguno al no disponer de refrigeración activa. En cambio, exprimiendo todo su potencial con los juegos ha alcanzado temperaturas superiores a los 70 ºC. Hay que tener en cuenta que si se calienta el dispositivo se vuelve muy incómodo para usarlo hasta como tableta dado el calor. El procesador nunca ha hecho throttling, rebajar su rendimiento para disminuir la temperatura.
Si quieres un dispositivo muy llevadero que te saque de un aprieto en un caso dado al editar alguna fotografía (por ejemplo), la Surface Go puede servir. Pero no es recomendable si le vas a dar mucho uso profesional. En este aspecto las Surface Pro tienen todas las bondades de esta Go pero con más potencia (y tamaño).
Puestos a ser una Tablet, ¿por qué Intel y no Qualcomm?
Ahora que los convertibles con procesadores Qualcomm Snapdragon 8xx y Windows 10 están entre nosotros. ¿Por qué no ha usado Microsoft uno de estos procesadores dando ejemplo de lo que son capaces? No destacan por potencia frente a los Intel Core, pero ¿podría hacerlo mejor que el Intel Pentium Gold de la Surface Go?
Los Windows con Snapdragon tienen la particularidad de contar con todas las conexiones de este procesador, el mismo de los móviles de gama alta y con un consumo bajo. Tras ejecutar el benchmark GreekBench 4 en la Surface Go que he probado ha dado un mejor resultado que los convertibles con Snapdragon.
Por lo que esta elección por Intel ha otorgado a la Surface Go de más potencia. En cambio, lo una Surface Go con Qualcomm habría ganado autonomía, mucha autonomía. Pues se estima que el consumo del Qualcomm Snapdragon 845 es de 3.5 W, mientras que el del Intel Pentium Gold es 6 W (aunque puede llegar a 4.5 W).
Usando la Surface Go como una Tablet y un cuaderno, enchufando el teclado con la retroiluminación encendida y con un brillo alto la batería ha conseguido durarme hasta 6 horas seguidas, pero con algún pequeño parón por el medio. Microsoft promete 9 horas de autonomía, aunque con la trampa de que tienen que ser reproduciendo vídeo solamente.
6 horas puede dar para una jornada lectiva y además acompañarse con una batería suficiente potente para cargar la Surface Go por USB-C. Si en el interior hubiera habido un procesador Snapdragon habría habido una reducción de potencia seguramente insignificante para el uso para el que está pensada esta Surface pero quizá consiguiera las 8 horas de uso: una jornada laboral completa.
De todas formas, parece ser que Intel fue la que convenció a Microsoft en el último momento de que no usara un procesador de su rival.
Un dispositivo a medio camino con una competencia fuerte
En España su precio comienza en los 449 € para la versión con 4 GB de RAM y 64 GB flash de almacenamiento. La unidad probada, de 8 GB de RAM y 128 GB de almacenamiento empieza en los 599 €. Todo esto sin contar la funda-teclado de 100 € (con tejido Alcantara sube a 130 €) o el Surface Pen de 110 €.
El dispositivo en si se siente como cualquier otra Surface. Se nota la calidad de la construcción y ahora es mucho más pequeña y ligera. Su pantalla sigue siendo la misma con PixelSense que en los modelos Pro, compatible con el Surface Pen para que sea idóneo para un estudiante o artista.
Pero tiene dificil triunfar. Se encuentra en un terreno medio. A un lado, el básico Apple iPad, más barato, con un sistema operativo nativo táctil, perfecto para usarlo como tableta y ahora compatible con el Apple Pencil. Más abajo, tablets básicas para navegar por Internet con Android. Por encima, Apple de nuevo hace una fuerte competencia con el iPad Pro, donde cada vez hay más aplicaciones potentes y la experiencia de escritura iguala a las Surface.
Pero hasta la propia Microsoft se hace competencia con las Surface Pro, donde con ofertas ha llegado a encontrarse con teclado modelos mucho más potentes que esta Surface Go por 800 €. Es en esta gama donde se pueden aprovechar los programas potentes de Windows 10.
La Surface Go es la Tablet de Microsoft, con la calidad de Microsoft, pero limitada al todavía pobre uso táctil de Windows 10 y sin potencia para sacar el verdadero partido de un convertible con Windows 10.