La robótica está entrando de lleno en las redes sociales debido a su gran potencial, siendo este cada vez mayor. Nos sorprendemos cada vez que por ejemplo los robots de Boston Dynamics muestran sus avances en este campo y a sus robots haciendo parkour, bailando o incluso abriendo puertas. Pero si hablamos de un drone, la cosa cambia.
La Universidad de Stanford ha desarrollado pequeños robots capaces de hacer tareas que por su tamaño naturalmente no deberían ser capaces. En especial su creación más llamativa es un micro-drone potentísimo capaz de levantar hasta 40 veces su peso.
Drones que levantan grandes pesos: así es el FlyCroTug
El nombre para el pequeño que vemos en el vídeo que descansa sobre estas líneas es FlyCroTug. Dejando a un lado si el nombre es horrible adecuado o no, en el vídeo podemos ver algunas de sus capacidades. La primordial es su potencia, ya que aunque es muy pequeño puede levantar hasta 40 veces su peso.
Según los investigadores de Stanford, este drone es capaz de volar, tirar de objetos y de agacharse. Debido a su tamaño una de sus utilidades ideales sería para misiones de búsqueda y rescate, ya que puede volar por espacios pequeños y hacerse camino entre ellos.
Estos aparatos se pueden pegar a superficies lisas gracias a unos adhesivos o 32 pequeños enganches parecidos a ganchos (como los de un erizo) para superficies rugosas, los cuales se desarrollaron previamente en el Laboratorio de Biomimética y Manipulación de Dexterous.
En palabras de Mark Cutkosky, profesor de ingeniería mecánica: “las avispas pueden volar rápidamente a por un pedazo de comida, y luego, si la cosa es demasiado pesada para despegar, la arrastran por el suelo. Así que este fue el tipo de inspiración inicial para el enfoque que tomamos.”
El FlyCroTug y sus demás modelos cuentan con cámaras para que los expertos determinen en qué tipo de zona se encuentra el drone y además tiene un pequeño cabestrante para que pueda arrastrar objetos o levantarlos, con una fuerza que equivale a 40 veces su peso. Además, como se ve en el vídeo, con la ayuda de otro FlyCroTug pueden incluso abrir puertas con sus tiradores.
Sus creadores están realmente orgullosos y explican qué les ha llevado a estos portentos tecnológicos. Según Dario Floreano de la Universidad Politécnica Federal Suiza de Suiza, que trabajó en el proyecto: “la gente tiende a pensar que los drones son máquinas que vuelan y observan el mundo, pero los insectos voladores hacen muchas otras cosas, como caminar, escalar, agarrarse, construir, y los insectos sociales pueden incluso cooperar para multiplicar las fuerzas. Con este trabajo, mostramos que los pequeños drones son capaces de adaptarse al medio ambiente y colaborando con otros drones pueden realizar tareas típicamente asignadas a robots humanoides o máquinas mucho más grandes.”
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