Los fabricantes de procesadores se están acercando a un muro llamado “ley de Moore”. Presentada por primera vez en 1965 por Gordon Moore, co-fundador de Intel, esta observación estableció un progreso en la cantidad de transistores de un circuito integrado que se ha cumplido, casi sin falta, durante décadas. Algo llamativo teniendo en cuenta que, por aquel entonces, los microprocesadores aún no existían.
La ley de Moore es tan importante para el sector informático porque ha representado un aumento constante en la potencia y capacidad de nuestros ordenadores; pero la tecnología ha llegado a un punto en el que es físicamente imposible cumplir esta ley. Simplemente no es posible poner tantos transistores en el espacio tan limitado de un procesador; por eso, los fabricantes han buscado alternativas, como reducir los procesos de fabricación (a los 7 nm ahora), o añadir más núcleos para compensar.
Un procesador con memoria integrada en 3D, la idea de AMD
Ahora AMD ha hablado de otra alternativa, que puede aumentar el rendimiento de nuestros ordenadores, “saltándose” la ley de Moore: consiste en un nuevo diseño de procesador con la memoria DRAM y SRAM instaladas encima del procesador. Es decir, que los chips estarían interconectados y dispuestos en una estructura 3D.
La loca idea ha sido comentada en un evento, y por ahora no hay ningún producto oficial asociado con esta tecnología. Es sólo un indicativo de cómo puede ser el futuro de los procesadores, un futuro en el que será necesario trabajar más allá de las limitaciones del hardware actual.
Es algo que la propia AMD ya está notando en sus productos, por ejemplo, el la frecuencia de sus procesadores; en la última década, la frecuencia de los procesadores no solo no ha subido, sino que en algunos casos ha bajado. Reducir los procesos de fabricación a 14 nm no dieron los resultados que se esperaban. Aunque AMD no ha querido aclarar si sus procesos de 7 nm, que ya está usando en las gráficas Radeon VII y usará en los próximos Ryzen, también sufrirá de esta manera.
Por eso, en AMD están trabajando en microarquitecturas tridimensionales, que permitan integrar todas las partes importantes en la CPU. Por lo tanto, en el futuro podríamos comprar un procesador con memoria RAM ya integrada, y sólo instalarlo. Tener la memoria DRAM integrada permite acceder a los datos a una velocidad muy superior a la actual, que está limitada por un bus de memoria.
La CPU tendría integrada un controlador de memoria, y los chips de memoria DRAM dispuestos en capas, una encima de la otra; esta memoria no solo sería accedida por el procesador, sino también por la gráfica integrada. Tradicionalmente, uno de los problemas de las gráficas integradas es que tienen que usar la memoria RAM y eso penaliza en el rendimiento; con este esquema, sería posible eliminar o reducir esa penalización, y hacer que la GPU fuese tan rápida como una gráfica dedicada. Además, también se podría integrar memoria SRAM de almacenamiento.
Por el momento esto es sólo una idea, un concepto de lo que podría estar por llegar. Pero nos dice mucho de cómo los fabricantes están constantemente luchando contra las limitaciones.
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