Hay muchos tipos de bugs, algunos más graves que otros; a veces, lo son lo suficiente como para abrir la puerta a un atacante para que pueda espiar y hacer todo el daño que quiera. En otras ocasiones, son más graciosos que otra cosa, curiosidades que pueden llegar a molestar un poco pero que no suponen un gran problema. De alguna manera, el último bug descubierto en macOS es las dos cosas.
Sobre el papel, estamos ante un fallo terrible. Un bug que permite acceso remoto al sistema, saltándose las protecciones de macOS. Alguien que aprovechase el bug podría por lo tanto tomar el control completo de nuestro Mac y hacer lo que quisiera; como instalar malware, spyware, robar nuestros archivos, o unir nuestro ordenador a una red “zombie”. Pero a la hora de la verdad, es poco probable que este bug haya sido aprovechado en los últimos años, y como mínimo desde 2016 existen varias medidas de seguridad que no tapan el bug, pero dificultan su uso, como afirma su descubridor, Joshua Hill.
Un viejo bug de macOS permitía el acceso remoto sin limitaciones
Hill tenía 12 años cuando este bug llegó al sistema operativo de Apple, por aquel entonces llamado Mac OS 9, como explica en Wired. En efecto: este bug ha permanecido en el código del sistema durante 20 años, y es sólo el pasado abril que Apple lo tapó completamente en una actualización del sistema. Es probablemente uno de los bugs más antiguos jamás descubiertos en cualquier sistema, y eso se nota en muchos aspectos.
Y es que el bug afecta a la configuración del módem, y en cómo MacOS permite conexiones realizadas a través de este dispositivo. Si no te suena la palabra “módem”, mejor para ti; eso significa que no tuviste que soportar el Internet extremadamente lento y los problemas relacionados (como la imposibilidad de llamar y navegar al mismo tiempo) que traía consigo el principal método de acceso a Internet que teníamos hace veinte años.
Un bug que define una época
En 1999 Mac OS 9 llegó para sacar el máximo partido al iMac, que venía con módem integrado; y eso significaba que los Mac podían sacar provecho de módems en tarjeta o dispositivos externos. Pero también venía con un bug que permitió a Hill usar la herramienta de acceso remoto para conectar dos ordenadores; un pequeño secreto que sólo conocían él y sus amigos.
20 años después, Apple ha cerrado definitivamente el bug. Ya en 2016 macOS Sierra introdujo medidas de seguridad que dificultaban que cualquiera se puede aprovechar del problema, pero el bug en sí continuaba en el código del sistema. Y por fin, Joshua Hill puede contar a todo el mundo cómo conectaba con el ordenador de su amigo sin se enterase.
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