Análisis del LG 65SM9010: la tecnología Nanocell demuestra lo que vale en este televisor
Analizamos el televisor LG NanoCell 65SM9010, el abanderado de la nueva tecnología de la firma que hará las delicias de tu salón.
21 julio, 2019 20:31Noticias relacionadas
Yo, y cada vez muchas más personas, hemos dejado de ver la televisión. En mi caso particular llevo sin consumir contenido televisivo durante casi 3 años, y la verdad, no me arrepiento. Pero no es mi acérrima crítica a dicho contenido lo que nos trae aquí, sino el análisis de toda una maravilla tecnológica: el televisor LG NanoCell 65SM9010 de 65 pulgadas. Sí, habéis leído bien: 65 pulgadas.
Pero, ¿por qué saco a coladero esta idea? Por otra pregunta: ¿por qué querría alguien que no quiere ver la televisión… comprarse un televisor? Por una característica extra, por ofrecer las mejores funciones para esos servicios que el consumidor sí requiere, etcétera. La estrategia de LG en referente a este apartado tiene nombre (o más bien, su tecnología): la tecnología NanoCell, que consigue que este televisor sea especialmente increíble y no precisamente por su tamaño.
Cuento con la suerte de tener una habitación amplia, pero tengo que decir por primera vez desde que llevo viendo televisores esta frase que nunca creí que iba a decir: este televisor es demasiado grande. Por supuesto esto es así en mi caso específico, pero aquí no hay discusión: estamos ante un televisor que abrirá más de una boca a todo aquel afortunado que se tope con ella nada más entre a tu salón. Porque este aparato no está hecho para un cuarto, sino para una estancia grande.
- Tamaño:
- 1.455 x 835 x 62,5 mm (sin soporte)
- 1.455 x 906 x 323,7 mm (con soporte)
- Peso:
- 26,4 kg (sin soporte)
- 28,1 kg (con soporte)
- Pantalla:
- 65 pulgadas (164 cm)
- Resolución: UHD 4K 3840 x 2160
- Relación de aspecto: 16:9
- Retroiluminación NanoCell
- Soporte VESA:
- Sí, 300 x 300 mm
- HDR:
- Dolby Vision HDR
- Technicolor HDR
- HDR 10 Pro
- HLG
- HFR (100fps)
- Frecuencia:
- 3.800 Hz PMI
- 100 Hz nativos
- Smart TV
- webOS 4.5
- Sistema de inteligencia Artificial ThinQ
- Reconocimiento y Control Natural por Voz
- Procesador α7 Gen. 2 de 12 Bit
- Compatibilidad Google Assistant/Home
- HomeKit
- AirPlay2
- Navegador Web
- Miracast
- Sonido:
- 40 W 2.2 ch
- WF:20W, 10W Por Canal
- DOLBY ATMOS
- AI Sound
- Compatibilidad Altavoces WiSA
- Conectividad:
- Wi-Fi 802.11ac
- Bluetooth 5.0
- DVB-T2/C/S2
- Puertos:
- USB grabador
- 4x HDMI 2.0
- 3x USB 2.0
- Ethernet
- Salida para cascos
- Fibra óptica
- Consumo energético
- Categoría A+ (123 W)
- Consumo (Stand-by): 0,50 W
- Consumo de energía anual: 171 kWh
Obviando el periplo que ha supuesto meter este televisor en mi habitación, siento la necesidad de recalcar el carácter de este televisor: es prácticamente un cine en casa. Este televisor no está hecho para habitaciones o estancias medianas; este televisor es ideal para poner en grandes salas o estancias como salones o incluso un jardín, por qué no (y no solo por su tamaño, aunque ya llegaremos a eso más adelante).
Remarco esto porque su gestión es complicada, me explico. Una vez instalado, necesitáis que la zona de atrás sea accesible; el televisor es todo un portento y es masivo, por lo que si lo dejáis en una zona que esté tapada por detrás, os adelantamos que no os podréis acercar al excelente compendio de puertos del que está provisto este monstruo. En dicho caso, os recomendamos conectar todo lo que vayáis a conectar amtes de instalarla en su sitio predeterminado y afortunadamente no os faltará espacio (de nuevo, llegaremos a eso más tarde).
Una vez puesto, este televisor impone. No vamos a hablar en términos de diseño ya que este televisor LG NanoCell sigue una estética más que similar a otras propuestas, pero sus 65 pulgadas no dejan indiferente a nadie; todo aquel que la vea tendrá su mandíbula en el suelo, y más aún al visualizarla, ya que este televisor es tan enorme que verlo a una distancia “cercana” casi consigue que le tengas miedo al aparato de lo gigante que es.
Los amantes de los televisores grandes se verán ampliamente agraciados; no estamos ni mucho menos ante los marcos más reducidos del mercado, pero la experiencia que consigue este panel es increíble; no notas esos marcos, y gracias en gran parte a su exacerbado tamaño la sensación de “cine” se amplía todavía más. Incluso en un salón, el lugar (por enésima vez) natural de este televisor, este LG NanoCell no deja indiferente a nadie y sigue imponiendo.
Eso genera sus problemas. Esto no es un punto negativo del televisor, sino algo a tener en cuenta si queremos optar a algo tan masivo; necesitamos sitio en casa. Insistimos en esto ya que como podéis ver, incluso una mesa generosa como la nuestra no es suficiente para abarcar todo el panel. En mi caso, de nuevo personal, he tenido que reordenar todo el escritorio para poder dejar accesibles las consolas conectadas a esta. Si vais a usar este televisor como centro de videojuegos, es especialmente importante que con un mueble auxiliar dejéis las consolas a la vista y nunca detrás… o no las volveréis a ver.
Un panel espectacular acompañado de una tecnología puntera
En este análisis no veréis una sola foto hecha al televisor que sea frontal, y esto tiene un por qué. Antes de hablar puramente de las especificaciones, tenemos que pararnos a hablar por un momento de la tecnología NanoCell. Porque sí, amigos: que este televisor tenga una resolución obviamente 4K UHD y tenga infinidad de características para el usuario, su principal baza no es tanto la calidad de su panel (que es alta) como sí esta tecnología.
¿Qué es NanoCell? En palabras de LG, los llamados “NanoCells” son nanopartículas de un tamaño ínfimo, tan solo 1nm, (la millonésima parte de un milímetro). LG clama que estas son las partículas más pequeñas jamás introducidas en un televisor LED, y busca “ofrecer una pureza y Precisión de color como no se había conseguido hasta ahora, cubriendo el 100% del espacio DCI-P3”.
Estos NanoCells están pensados específicamente para dar una retroiluminación más brillante ofreciendo unos colores primarios RGB puros con el 100% del espacio de color DCI-P3. Gracias a estas nanopartículas el televisor, en teoría, es capaz de reproducir de forma realista y precisa toda la gama cromática “desde cualquier ángulo“. Esta es la piedra angular de esta tecnología, y el propósito de este aparato.
En palabras de LG, de nuevo, estos paneles NanoCell ofrecen 178 grados de visión. Estos televisores utilizan unos filtros de color capaces de absorber las frecuencias de luz naranja y amarilla; alcanzando así el “RGB más puro”. Es decir, en caso de que por ejemplo quedes con tus amigos para ver el fútbol o jugar unas pachangas a juegos de varios jugadores como Super Smash Ultimate, los más rezagados a los laterales no perderán un ápice de calidad de imagen.
Esto por supuesto lo hemos probado. Hemos probado contenido multimedia con otras personas y por supuesto nos ha podido la tentación y hemos jugado a diversos juegos especiales para esta clase de situaciones. Nos congratula afirmar que LG no miente; la calidad de imagen se mantiene siempre incluso en los laterales, y en palabras de las personas que nos han acompañado en nuestros experimentos, la sensación dista mucho a la que encontramos en otros televisores. Aquí el ángulo no oscurece o empaña la imagen, por lo que lo que vemos en pantalla se mantiene incluso estando muy al lado del televisor.
Esto puede parecer una nimiedad, pero nada más lejos de la realidad; precisamente LG ha sabido de forma muy inteligente captar el propósito de este televisor. Ofrecer una experiencia uniforme para todos, incluso para aquellos que no pueden estar en el centro de la imagen. Se acabaron las peleas por los sitios en el sofá, ya que todo el mundo podrá disfrutar sobremanera con este televisor independientemente del sitio del salón en el que se encuentre y del ángulo de visualización que tenga que soportar.
Hablando de manera pura y dura de la imagen, no podemos esconder nuestro entusiasmo. LG es especialista en realizar paneles de calidad, y en este televisor LG NanoCell la firma ha echado el resto; la pantalla es absolutamente apasionante. No solo es un espectáculo visual, sino que tiene todas las virtudes necesarias para que la experiencia multimedia esté a la altura de lo que se espera (máxime sabiendo el precio).
Obviamente tenemos resolución 4K UHD, es decir, 3840 x 2160. El formato es el clásico 16:9 y las frecuencias a las que se mueve su pantalla son 3.800 Hz PMI y 100 hercios nativos, dato en el que incidiremos un poco más adelante. Hablando de la experiencia pura y dura, estamos ante uno de los mejores paneles que podemos adquirir en su rango de precio.
Los colores son vibrantes pero sin dejar de ser realistas. La definición (por supuesto ajustable como todos los parámetros que mencionaremos) es la acertada, ya que no daña la imagen y la calidad en general de este impresionante panel de 65 pulgadas es indiscutible. Cada vídeo, cada videojuego y cada contenido multimedia que consumamos a la altura (ya sea 4K en Netflix o 4K en YouTube) hará que nuestros ojos se deleiten.
En sus tecnologías está la carne del asador; estamos provistos de Dolby Vision HDR, Technicolor HDR, HDR 10 Pro, HLG y HFR (100fps). Además de tener una calidad de imagen insuperable gracias a todos estos añadidos, la cualidad que más resalta son sus 100 hercios nativos. La imagen fluye, suave y grácil en todos los ámbitos, ya sean videojuegos, vídeos, etcétera.
Hablemos de manera práctica. En nuestras pruebas hemos usado una Nintendo Switch y una PlayStation 4 Pro. En el segundo caso nos detendremos; hemos sabido exprimir al máximo las capacidades de la consola, y sumado a que el televisor es capaz de ajustarse automáticamente al aparato en cuestión, nos topamos con una experiencia de juego impresionante.
Hemos probado diversos juegos, pero pondremos un ejemplo muy específico para que podáis entender la definición de “gran experiencia”. Primero, empezamos con “Horizon Zero Dawn“, título bandera de la consola que se vende como un portento visual en todos sus aspectos, especialmente en un televisor 4K. El juego corre a una tasa de 30 fps, lo cuál para lo más puristas del rendimiento puede ser un problema. Gracias a las tecnologías implementadas en el televisor y su carácter inteligente, la imagen se veía mucho más suave de lo normal.
Obviamente esos 30 fps se notan, totalmente. Pero gracias a la imagen no veíamos ningún tipo de error en la imagen; esta se movía suave, y hacía la experiencia… más impactante, más agradable. El juego debido a todo esto a veces da unos pequeños tirones de rendimiento, y el televisor (y esto es algo que no hemos visto hasta ahora) conseguí equilibrar el rendimiento de la imagen aumentando la calidad de la experiencia.
En el segundo caso, fuimos a “The Legend of Zelda: Breath of the Wild”. Una Nintendo Switch no es lo mismo que una PS4 Pro, y estamos ante una imagen nativa a 1080p corriendo a 30fps, por lo que sentíamos curiosidad qué podía hacer el televisor LG NanoCell para mejorar una experiencia que en ocasiones se empañaba. No podemos describir el gustazo que da ver un juego tan bello visualmente corriendo con tal suavidad.
Aunque el televisor no era capaz de mejorar de forma exponencial la calidad de la imagen ya que no dejábamos de hablar de 1080p, los 30 fps no se notaban en absoluto, dando la falsa sensación de que el juego corría a 60. Todo el movimiento tenía esa suavidad que nos ha enamorado permeando a todos los aspectos de este; animaciones, movimientos de personajes, etcétera. Incidimos en esto ya que en caso de que seais consoleros, en este televisor vais a gozar de verdad jugando.
Respecto a la imagen, tenemos un único comentario “negativo” que mencionar. Por defecto, el televisor viene configurado en modo vívido, para resaltar todavía más las tecnologías de mejora de imagen de este aparato. Hemos notado que este modo no está especialmente bien calibrado; sobreexpone las imágenes e incluso en ciertas ocasiones sobreexpone tanto que llega a quemar los blancos. Jugando a juegos luminosos como “The Legend of Zelda: Breath of the Wild” o “Super Mario Odissey” nos hemos encontrado más de una vez con que, por ejemplo, la nieve ni siquiera se distinguía.
Esto no es un fallo grave, y de hecho el televisor tiene varios modos adicionales de calibración (además de la capacidad de permitir al usuario el calibrarlo él mismo). Pero en caso de que queráis una experiencia algo más neutra, os recomendamos cambiar el modo de imagen al natural o al menos modificar los parámetros. Como veremos a continuación, su SO lo permite hacer de manera sencilla y fácil.
webOS, haciendo las cosas más fáciles
He de decir que no soy muy fan del software en los televisores. Usualmente, a no ser que el software esté específicamente desarrollado meticulosamente como ocurre con Samsung o LG, se opta por un software muy genérico que puede dar lugar a errores o incompatibilidades. Por ello, cuando me enfrento a un televisor espero encontrarme o bien con Android TV o bien con webOS. Todas las partes de la interfaz son accesibles, bien diseñadas y toda la experiencia del software da muchas facilidades al usuario.
La interfaz de este televisor, además de tener montones de añadidos interesantes, tiene 2 características de bandera: la usabilidad y la inteligencia artificial. La interfaz es tremendamente sencilla de usar; todos los botones del mando disparan lo que deben disparar, un carrusel de apps que podremos ordenar está sumado a las conectividades del televisor como los input, la programación y las apps recientes. Además, el hecho de que podamos usar el mando como puntero, como ya ocurría en el proyector LG Beam Laser 4K, da a toda la capa un extra de manejabilidad.
La tienda de apps de LG está brillantemente diseñada para que no nos perdamos en apps inútiles. Las que conocemos como Spotify, Netflix o YouTube están perfectamente integradas y lo que más nos ha gustado sin duda ha sido la capacidad de anticipación del televisor.
Me explico. Imaginad que veis YouTube y apagáis súbitamente el televisor. En vez de volveros a llevar al menú principal, os traerá al mismo vídeo en el que estábais. Si conectamos una PS4 Pro, el televisor automáticamente configurará la imagen y el HDR para ajustarse a la calidad de la consola y exprimir su experiencia. O por ejemplo, si conectamos audio externo (como el de la barra de sonido de la que ahora os hablaremos) automáticamente configura todos los perfiles para que, además de sonar bien, podamos manejarlo mediante el mando del televisor y no tener que ir andando con 80 mandos.
Del mando también hablaremos, pero irónicamente, no de forma extensa. Esto es debido a que es exactamente el mismo que el de otros productos de LG similares como el proyector. Esto tiene sus ventajas; podemos usar este mando en otros productos de LG con webOS, por lo que si perdemos el original no tenemos que comprar otro. Como ya comentamos en el análisis anterior, este mando tiene muchas buenas ideas, por mucho que suene a absurdo el centrarnos en un accesorio así.
Como ya vimos en el análisis del proyector, este mando tiene los botones en una disposición excelente. Los más importantes como el que activa el carrusel de apps está justo debajo del de volumen, el botón del micrófono para hablarle al asistente IA del televisor está en el centro para mandarle comandos fácilmente y el botón de input está centrado para que podamos cambiar entre varias conexiones sin problemas. Por supuesto tenemos botones específicos para Netflix, películas, etcétera.
Y de nuevo, como ya hicimos en el análisis, alabamos la innovación de LG con el puntero. Si movemos el mando o giramos el botón que tiene en el centro de la rueda de direcciones nos aparecerá un puntero en la pantalla, como un ratón. Facilita tremendamente la experiencia, pudiendo pulsar donde queramos y como queramos.
Además, gracias al nuevo procesador de LG que monta este televisor, el Alpha, obtenemos un rendimiento más que excelente que consigue que no notemos que el televisor falle en respuesta. Estos procesadores Alpha son el orgullo de LG; el que monta este televisor es el α7 Gen. 2 de 12 Bit, el cuál nos aporta las mejores ventajas del televisor como la mayor precisión de color LUT17X17X17, HDR Dolby Vision, HDR Technicolor, etcétera.
Como era de esperar, LG apuesta fuerte por la Inteligencia Artificial en este televisor con análisis de objetos por fotograma, procesos de eliminación de ruido en la imagen, etcétera. El Deep Learning consigue que el televisor LG NanoCell procese millones de imágenes y las analice para conseguir el 100% de paridad. Además, podremos tener compatibilidad con los principales asistentes virtuales del mercado como Google Assistant, Alexa, etcétera.
En cuanto al sonido, hemos de decir que hemos acompañado a este televisor con una excelentísima barra de sonido, la SL10YG. Si bien haremos un análisis por separado de esta barra de sonido y no incidiremos especialmente ella, debemos mencionarla porque aunque hemos probado los altavoces internos de este televisor, es imprescindible que con un televisor de este calibre se adquiera un dispositivo así.
Seamos claros; este televisor está pensado casi en su totalidad para ser un cine en casa, ya sea en el salón o en una habitación grande. Los altavoces del televisor suenan bien gracias a las tecnologías como HDR Dolby Atmos, y en cuanto a especificaciones no andamos mal; tenemos altavoces de 40 W 2.2 ch, WF:20W, 10W por Canal, AI Sound, etcétera. Pero queda por debajo de la experiencia de gama alta que buscamos si nos limitamos a ellos. ¿Son suficientes? Por supuesto, son unos altavoces muy superiores a lo que nos tienen acostumbrados otras alternativas del mercado. Pero no concebimos la compra de este televisor si no se invierte en una barra de sonido de calidad.
Conclusión: un producto redondo no apto para todas las habitaciones
Si nos fijamos exclusivamente en el apartado técnico y de calidad de este televisor, estamos ante un producto insuperable en muchísimos aspectos. Podemos decir sin temor a equivocarnos que cualquier persona que invierta en este televisor se llevará un excelente producto; bien acabado, con grandísimas prestaciones y que sabrá suplir las necesidades de todas las personas que busquen una experiencia más que notoria en lo que al multimedia se refiere.
Pero es un producto que, además de tener un coste elevado (como no podía ser de otra forma), tiene la particularidad de ser un televisor extremadamente grande. Por supuesto hay alternativas todavía más monstruosas, acercándonos peligrosamente a las 100 pulgadas. Por ello pensamos en este televisor como un cine en casa personal pero claramente enfocado a una estancia grande, y no tanto a una habitación.
Incidimos especialmente en ello porque, en nuestras pruebas, hemos usado el televisor en una estancia mediana. Además de que no se aprovecha todo lo que se debiera este televisor, su carácteristica principal, el NanoCell, está pensada específicamente para grandes grupos de personas que quieran disfrutar de contenido multimedia sin tener que estar todo el rato sufriendo carencias como deformaciones en la imagen.
Su coste también aleja a este televisor del público mayoritario que busca un televisor de gama media; supera por poco los 2.000 euros. Sin embargo, hemos de partir una lanza a favor de LG. Televisores de esta índole, hace años, podían subirse a más de los 10.000 euros con facilidad. Dado el tipo de producto del que estamos hablando, y de la calidad final de este, no nos parece un precio descabellado, si bien no es apto para todos los bolsillos.
En definitiva: la gama NanoCell de LG nos ha dejado un muy buen sabor de boca. Tanto es así que no tenemos pega alguna en recomendar este televisor para los más sibaritas en el mundo del consumo multimedia, sobre todo si este se va a consumir. Nos gusta el camino que está tomando la firma con esta iniciativa, y estamos ansiosos de ver qué nos deparan sus futuras innovaciones a largo plazo.