Los conflictos bélicos del futuro estarán marcados por sistemas automatizados extremadamente eficientes. Estos sistemas serán un nuevo contendiente en dichos conflictos, ya que aunque son capaces de ejecutar su tarea de forma tremendamente eficiente también deben ser interceptados. Ya hay quién se adelanta a este futuro con los drones kamikaze.
El co-fundador de Oculus, Palmer Luckey tiene una empresa llamada Anduril Industries que ha sido criticada recientemente por sus contratos gubernamentales y sus relaciones con organismos militares. Esto está lejos de acabar, ya que Anduril ha presentado el 'Interceptor', un drone cuya principal característica es el poder destrozar frontalmente a otros drones a alta velocidad.
Este dron no es simplemente un adelanto a un futuro marcado por estos drones ya que los ataca frontalmente, sino que además tiene características que suscitan cuanto menos terror; si bien necesita la confirmación de un ser humano para ejecutar el derribo es compatible con IA y es capaz de añadir objetivos de forma automática.
Los drones kamikaze: la guerra del futuro ya tiene "padre"
¿Qué propósito tiene Anduril Industries con este Interceptor? La compañía de Luckey pretende que este Interceptor sirva para proteger unidades militares e infraestructuras clave de drones hostiles. Esto incluye drones de bombardeo o vehículos no tripulados pensados para el reconocimiento.
Lo impresionante de este asunto es que Anduril, lejos de atender a las críticas y cortar lazos con las organizaciones militares de Estados Unidos (como ya hicieron otras empresas como Google) ya ha enviado "docenas" de Interceptors al ejército de los EE.UU según Bloomberg. Anduril ya está empeñada en realizar cientos de unidades en estos momentos y enviará estos drones a otros países, como Reino Unido. Estos contratos llevarán a estos Interceptors a áreas de conflicto, aunque Anduril se ha negado a decir en qué bando y en qué zonas específicas.
El Interceptor es considerado por Anduril como un arma defensiva y de "contraataque". En teoría sirve para defender más que para atacar y Anduril argumenta que el dron salvará vidas. El problema de este dispositivo, como en tantos otros casos, radica en su capacidad de automatización. Los robots asesinos, aunque puedan parecer una broma pueden ser una realidad y ya hay expertos que los temen severamente.
El hecho de que Interceptor sea capaz de añadir objetivos automáticamente no solo da que pensar debido a su eficacia, sino que abre la puerta a posibles fallos; las Inteligencias Artificiales pueden fallar y un dron de esta índole bien podría considerar a un humano como un objetivo cuando no lo es.
Este no es el único proyecto polémico de Anduril en referencia con las autoridades militares; la firma ya fue fuertemente criticada cuando se le acusó de participar en las controvertidas políticas antiinmigración de Trump desarrollando tecnología de vigilancia para la fronttera de Estados Unidos y México. Aunque Anduril haya creado este arma con la intención de ser defensiva más que ofensiva, deja entrever un futuro bélico que puede provocar que la guerra suba un escalafón, al menos en lo que a tecnología se refiere.
Origen | PR Newswire