Para muchos, el iPhone es Apple. Una síntesis del producto que le hizo pasar de ser una compañía de tecnología casi underground o alternativa, a ser la referencia en la democratización de la tecnología móvil; si bien virando paulatinamente hacia el sector más premium de esta. Y esto último no por estética o valor de marca (o no únicamente por ello), si no por méritos estrictamente tecnológicos.
Durante años, Apple ha vivido con el peso de las miradas de toda la industria y consumidores por ofrecer más y mejor que el resto, enfrentándose, de manera efectiva, a una sola gigantesca compañía formada por el resto de fabricantes.
Una lucha injusta, pero de la que casi siempre ha salido airosa, demostrando con el tiempo, que sus productos eran y son, punteros en todos los sentidos. Apple no es sólo un logo pegado a un producto, algo que queda demostrado con cada generación.
iPhone 11, cuando las cifras engañan
He podido probar el iPhone 11 y iPhone 11 Pro durante 11 días y 11 noches, y he descubierto dos smartphones extraordinarios que representan la mejor versión de un iPhone vista hasta ahora; y de paso, se convierten, probablemente, es los teléfonos más completos, sólidos, duraderos y mejor valorados de todo el mercado.
La evolución de los iPhone es especialmente silenciosa, paulatina, pero al mismo tiempo con paso firme. Es precisamente por eso que es tan complicado señalar los mayores hitos de su historia; pero de lo que estoy seguro es que el iPhone 11 es uno. No por ser el último, si no por ser un producto de una redondez extraordinaria.
Es un producto completo en todas sus facetas, sin flaquezas ni estridencias, con el bagaje de calidad de cada producto de Apple. Hasta en el precio destaca, porque aunque la cifra de 809 € por un iPhone 11 parezca elevada, en absoluto es un producto caro comparándolo con sus competidores.
Como analista de tecnología, es tremendamente complicado explicar porqué, sin tener unas especificaciones que sobresalgan, sea el mejor smartphone del mercado.
Pongamos como ejemplo su pantalla, una de las mejores del mercado, digan lo que digan los números; los mismos que demuestran que el procesador A13 que tienen estos iPhone 11 y 11 Pro, es el más potente del mercado con más de un año de ventaja sobre sus competidores.
Los números son útiles, pero hay que verlos con la perspectiva del uso, del tacto y la mirada. Pruébalo y luego sitúa los números donde quieras.
Los cambios del iPhone XS al iPhone 11
Algo de contexto: el iPhone 11 es la evolución del iPhone Xr, un iPhone magnífico pero que quedó eclipsado por el iPhone XS. Y el iPhone 11 Pro es la evolución del mencionado iPhone XS.
En total, este año hay tres nuevos iPhones disponibles: El iPhone 11, el iPhone Pro y el Pro Max. En un próximo artículo me extenderé sobre si merece la pena el modelo Pro sobre el 11 normal o no, además de aclarar dudas sobre qué tamaño elegir o qué capacidad de almacenamiento escoger entre las disponibles.
Los cambios más evidentes con respecto a la generación de iPhone anterior son estos:
- Sus cámaras, el procesado de las fotos y el propio editor han mejorado mucho y ahora son sencillamente excepcionales.
- Una mejora de la batería generalizada.
- Una mayor y mejor resistencia al agua en todos los modelos.
- Una mejorada pantalla para el modelo Pro, incluso comparada con la ya de por si buena pantalla del XS.
- Un procesador más rápido y potente.
- Una mejorada conexión Wifi ultrarápida.
- Mayor resistencia, gracias a la nueva parte trasera y delantera reforzadas con un vidrio de doble intercambio iónico.
La joya de los iPhone: Las cámaras
El iPhone 11 tiene dos cámaras traseras, y el Pro tres. Todos comparten la cámara angular de siempre, con una mejor óptica y procesado, además de una nueva lente gran angular; esta última nos permite hacer fotos con un grado de visión enorme, por ejemplo, en ciudad, de paisajes, de grandes grupos de personas sin tener que alejarse, o simplemente fotos donde abarcar mucho más entorno.
La gran diferencia del iPhone 11 Pro respecto al básico es la tercera cámara, que es la ya conocida como telefoto. Es una lente con "zoom" 2x, para conseguir fotos de objetos relativamente lejanos o de primerísimo plano.
A pesar de no tener una lente similar, el iPhone 11 también es capaz de hacer fotos retratos, y, mediante machine learning, o aprendizaje automático, aplicar profundidad de campo a objetos, animales o personas; el resultado son las ya famosas fotos con el fondo desenfocado. El resultado es muy bueno, mejor que la mayoría de móviles del mercado, pero sin la exactitud del modelo 11 Pro o de su principal competidor en el área fotográfica, el Google Pixel.
Otra mejora en este aspecto es el modo noche; una opción que se activa automáticamente si detecta que hay poca luz. El propio teléfono te avisa si lo activa, pidiendo que sostengas el iPhone firmemente. Esto es necesario porque tomará una captura de varios segundos de duración; por defecto determina cuantos son necesarios, pero se puede modificar, para tomar fotos de hasta 40 segundos de exposición.
Pero si por algo destaca la fotografía actual en los móviles, no es tanto por las lentes o sensores de las cámaras. La guerra actual es por cómo se procesan esas fotos, aplicando inteligencia artificial para que los resultados sean perfectos. El iPhone es el rey indiscutible de la veracidad y naturalidad con las que toma las fotos. Ningún otro teléfono captura tan bien el color y calibra tan bien el balance de blancos como el iPhone. Llega a tal punto que, si te gusta la fotografía, serás incapaz de retocar los ajustes porque el resultado tendrá la perfección natural con la que la vieron tus ojos. Es realmente sorprendente esa fidelidad con la realidad que consiguen los iPhone 11 y 11 Pro.
El HDR ha mejorado también. Las fotos con alto rango dinámico, retienen ahora mucho más detalle de sombras, pero sobre todo de luces. El HDR sigue siendo inteligente y se activa por si solo según detecte el tipo de escena. Otra novedad menor, pero divertida, es la posibilidad de hacer video selfies a cámara lenta con la cámara delantera. Una función divertida perfecta para Instagram.
Quiero hacer una especial mención al vídeo, una de esas mejoras que te dejan con la boca abierta. El iPhone 11 ha mejorado su sistema de estabilización de imagen en vídeo y los resultados son impresionantes. Aunque no sepas mucho de vídeos o no los sepas apreciar en toda su magnitud, un vídeo estabilizado perfectamente se nota, y parece todo más fluido, casi cinematográfico.
Cualquiera que lo ve, se sorprende y se enamora. Para mi es una de las grandes y silenciosas revoluciones del iPhone 11, la calidad de sus vídeos, muy por delante de cualquier otro móvil del mercado.
Una batería portentosa
Junto a la cámara de fotos, la batería es uno de los puntos a destacar del iPhone 11. Y es que si el iPhone XR tenía una batería muy buena, el iPhone 11 tiene una de las mejores del mercado sin duda alguna. Capaz de aguantar un día muy intenso y dos días si haces un uso moderado del teléfono.
Pero los que define mejor a los iPhone y su batería, independientemente de la que tengan, es su solidez, sin altibajos ni sorpresas, y con un consumo fácilmente predecible según el uso que le des.
Mantiene la carga inalámbrica, muy muy cómoda; y más si tenemos un cargador que ofrezca carga rápida inalámbrica, con un rendimiento similar al ofrecido por cable.
El gran punto negativo del iPhone 11 es que en la caja viene con un cargador de 5W, que carga muy muy lento. En cambio, el modelo 11 Pro si trae un cargador de 18w que nos permite la carga rápida, agilizando y flexibilizando esas pequeñas cargas furtivas que hacemos si vemos que se nos agota.
El precio por tener una batería mayor, aunque también se haya mejorado la eficiencia energética, es que el teléfono es ligeramente más pesado y grueso que anteriores iPhone. 188 gramos para el modelo Pro, 194 gr. para el iPhone 11 (Es más grande, 6,1 pulgadas respecto a las 5,8 del 11 pro) y 226 gramos para el Pro Max y sus enormes 6,5 pulgadas de pantalla.
Face ID es ya casi perfecto
Face ID, el sistema de seguridad de los iPhone ya está completamente implantado y podemos decir que ha alcanzado la madurez de Touch ID. Desbloquear el teléfono con la cara o pagar con este sistema de alta seguridad es ahora mucho más cómodo. La velocidad de desbloqueo ha mejorado notablemente, al mismo tiempo que se ha mejorado ligeramente el ángulo de detección; es decir, ya no tienes que poner el teléfono exactamente frente a la cara para que la detecte.
Es un sistema limpio, cómodo e invisible para el usuario. Es fácil acostumbrarse a él y aunque haya gente enamorada del desbloqueo dactilar, no se arrepentirá ni le costará cambiar a Face ID.
El único inconveniente es que en posición horizontal Face ID no funciona; esto ocurre por ejemplo si vamos a hacer una foto y antes de desbloquear ya estamos poniendo el iPhone en horizontal.
El mejor iPhone posible
El iPhone 11 posee carga inalámbrica, es resistente al agua, y está disponible en seis colores diferentes. Hay que tener en cuenta que sus tonalidades son menos intensas al natural comparado con lo que puedes ver en la web. Igualmente son colores pastel muy bonitos.
Ha sido haciendo las fotos para este artículo cuando me he dado cuenta de lo atractivos y bien que quedan en cámara. Parece banal, pero es posiblemente uno de los iPhone más bonitos que hayamos tenido. Su textura, sus contornos, los colores tanto en los modelos Pro como normales, son muy hermosos y a la vez discretos. Quizás el módulo de cámaras sea su punto flaco estéticamente, pero se olvida rápido. Piezas estéticas y funcionales. Es Apple en su esencia.
El iPhone 11 está disponible con un almacenamiento mínimo de 64GB, pudiendo saltar a los 128 y 256 GB. El Modelo Pro y Pro Max sin embargo está disponible desde 64GB pero no hay posibilidad de 128GB si no que pasa a 256 GB y 512GB.
Aparte de la triple cámara, mejor pantalla y tamaños diferentes con respecto al iPhone 11, el modelo Pro tiene una trasera de cristal mate muy bonita, y con un tacto y agarre más firme que una superficie pulida de cristal.
El iPhone 11 es una compra segura. Un producto tecnológico de este calibre no va a quedarse obsoleto, va a aguantar al primer nivel por mucha exigencia que le pidamos durante años, y si queremos revenderlo, los teléfonos de Apple, apenas pierden valor de mercado.
Quizá a alguno le gustaría leer más cosas malas o negativas, de las ya expresadas en algunos apartados de esta reseña, pero no hay más, no voy a inventarme nimiedades donde no las hay, o cosas que no me gusten si a otros le pueden gustar y ser útiles como son. No tiene que haber ningún problema porque existan productos redondos, y cuando los hay, hay que celebrarlo y no buscarle más vueltas. Mejor incentivo para marcas rivales para próximos años.
En cambio, si tenías un iPhone XS, quizás aun no merezca la pena renovar, salvo que la fotografía te importe mucho; en ese caso, el cambio te reportará también mejoras en la batería. Si tenías iPhone más antiguos, este año se presenta como uno muy bueno para renovar.
Y si eres usuario de un Android, este es el iPhone perfecto para iniciarse; tanto el propio dispositivo como sus sistema operativo iOS 13 están en un punto muy dulce.
Este iPhone lo tiene todo y lo tiene bien puesto. No sólo me ha encantado si no que es desde todos los ángulos, extraordinario. No es sólo un teléfono inteligente, si no una pieza de tecnología puntera capaz de hacer prácticamente todo y hacerlo muy bien. El iPhone es comprar tecnología, y tecnología son herramientas para crear y facilitar trabajos o tareas.
Tan sencillo y natural, así es usar estos iPhone, una herramienta silenciosa que se adapta a nosotros con naturalidad y eficacia.