Es fácil olvidarlo, viviendo en un mundo en el que prácticamente cualquiera puede permitirse un smartphone más potente que la mayoría de ordenadores de la historia; pero hubo un tiempo en el que sólo las grandes universidades y empresas podían permitirse el lujo de tener un sistema informático, tanto por el precio como por el tamaño.
Incluso cuando los primeros microchips de silicio aparecieron en el mercado, su precio era desorbitado y sólo al alcance de unos pocos; pero ¿qué necesidad había de cambiar eso? Para muchos fabricantes, ninguna. Sólo tenían unos pocos clientes, pero los justos y necesarios para mantenerse a flote.
Por eso, cuando Motorola presentó el 6800, uno de los primeros microprocesadores del mercado, a nadie le sorprendió que fuese inaccesible para la inmensa mayoría de la gente. No era un producto dirigido a cualquiera, por diseño y por costes; pero había alguien en la compañía que no estaba de acuerdo con esto: Chuck Peddle.
Chuck Peddle, mejorando el acceso a la informática
Peddle, un ingeniero electrónico de Motorola, supo ver el potencial que los nuevos microchips de silicio tenían para reducir los costes de fabricación y por lo tanto, bajar los precios; pero también vio que sus jefes no estaban interesados en vender más unidades con un margen menor.
Así que dejó uno de los puestos más deseados de la industria, junto con algunos compañeros, para trabajar con gente que pensaba igual, en MOS Technology; su objetivo era diseñar un microchip barato, pero tan capaz como ningún otro. Una tarea que fue vital para popularizar la informática y llevar los ordenadores a los hogares, aunque Peddle aún no sabía eso.
En perspectiva, el lanzamiento del MOS 6502 en 1975 fue uno de los más importantes de la historia de la informática; aunque su precio, una de las características en los que los compradores se fijaban, fuese una sexta parte del de la competencia.
La clave es que, pese a costar apenas 25 dólares (130 dólares al cambio actual), el MOS 6502 era uno de los procesadores más completos del mercado; quienes compraban hardware basándose en la lista de precios estaban perdiéndose la ganga del siglo. Parece una broma, pero ese fue un problema real para MOS, que no tenía un nombre reconocible.
Los primeros ordenadores personales
Eso cambió cuando grupos de empleados dentro de MOS, incluido el propio Peddle, crearon ordenadores en el 6502; con forma de tarjeta, el KIM-1 era absurdamente barato y pequeño, pese a ser una computadora completa. Tuvo mucho éxito entre entusiastas y consiguió llamar la atención de muchos pioneros de la época; el 6502 se convirtió en el pilar de muchos proyectos, incluidos algunos precursores del ordenador personal tal y como lo conocemos.
Puede que te suene el nombre de uno de estos proyectos: el Apple I. En efecto, el primer ordenador creado por Steve Wozniak y vendido por Steve Jobs se basaba en el 6502; su éxito les permitió crear el Apple II, uno de los ordenadores personales más famosos de la historia que, por supuesto, tenía un MOS 6502.
Pero el ordenador que realmente descubrió al mundo las posibilidades de los ordenadores personales con el 6502 fue el Commodore PET, donde Peddle también tuvo mucho que decir; y de hecho, Commodore decidió comprar a MOS, dándose cuenta de que un nuevo mercado había nacido. Los propios Wozniak y Jobs estuvieron a punto de vender Apple a Commodore cuando descubrieron que esta última se había hecho con MOS, reconociendo su potencial.
Un legado que aún perdura
En los años siguientes, el MOS 6502 inspiró a muchos sistemas informáticos baratos para las masas, incluyendo la clásica consola Atari 2600 y el BBC Micro. Diez años después de su lanzamiento, el 6502 aún daba guerra, demostrando lo avanzado que era; fue la base del procesador de la primera consola de Nintendo, la NES, por ejemplo.
En cuanto a Peddle, después de revolucionar el mercado de la informática con su visión, decidió fundar su propia compañía, Sirius, donde desarrolló sus propios ordenadores personales. También exploró nuevos conceptos, como discos duros extraíbles que fueron los predecesores de las memorias USB actuales.
Aunque el nombre de Chuck Peddle no es tan inmediatamente reconocible como los de otros genios de la época, no podemos olvidar que fue su afán y sus decisiones las que fomentaron la bajada de precios en el sector informático, y la llegada de los ordenadores a las casas. Charles Ingerham "Chuck" Peeddle falleció el pasado 15 de noviembre en su casa de Santa Cruz, California, a los 82 años; la causa de la muerte fue un cáncer pancreático.