Los ratones inalámbricos por fin han encontrado su sitio en el mercado, después de muchos años en los que sufrieron los problemas típicos de abandonar los cables: baterías pesadas y de capacidad insuficiente, junto con conexiones de alta latencia.
Las baterías actuales son mucho más eficientes, y han permitido crear ratones ligeros que duran varios días de uso continuo; los nuevos protocolos de comunicación también han solucionado en buena parte el problema de la latencia, y la experiencia de usar un ratón inalámbrico es prácticamente la misma que con uno con cable.
Pese a estos avances, y por muy bueno que sea tu ratón inalámbrico, sigue teniendo un inconveniente, una molestia que nunca se irá por mucho que avance el desarrollo de baterías: tarde o temprano, tendrás que conectar el ratón para recargarlo. Excepto si usas un ratón que no necesite recarga, como uno que use la tecnología Razer Hyperflux.
Razer Hyperflux, recarga inalámbrica
Razer es una marca que ya conocemos bien por sus periféricos, especialmente por unos ratones de gran rendimiento para todo tipo de usuarios. Pero todos tienen en común lo mismo: o tienen cable, o en algún momento tenemos que conectarlos por cable. Al igual que la mayoría de fabricantes, sus ratones inalámbricos usan baterías que se recargan al conectar el ratón por USB a nuestro ordenador.
Pero, ¿y si eso no hiciese falta? Por cortesía de Razer, hemos podido probar una tecnología que pretende evitar eso, Hyperflux, implementada en el ratón Mamba Hyperflux y la alfombrilla Firefly Hyperflux; ambos dispositivos se venden en el mismo paquete, y funcionan en conjunción el uno con el otro, algo importante como veremos más adelante.
A simple vista, estos dispositivos no se diferencian mucho del resto de la gama de Razer; pero la verdad es que la alfombrilla es una base de carga inalámbrica que envía energía al ratón para que este funcione sin necesidad de conectarlo por cable.
Como el ratón siempre está recibiendo energía de la alfombrilla, nunca tendrás que recargar ninguna batería; podrás olvidarte no solo de conectarlo, sino también de comprobar su nivel de carga. El ratón siempre funcionará, y te podrás olvidar completamente de cómo.
Cómo funciona
Un detalle importante es que la alfombrilla Firefly Hyperflux no es una base de recarga. Es decir, que no sirve para recargar el smartphone de manera inalámbrica, por ejemplo; pero entonces, ¿cómo es posible que sea capaz de recargar el ratón?
La respuesta es sencilla: en realidad, el ratón no tiene baterías que recargar, sino que funciona directamente con la energía que obtiene de la alfombrilla. Esto se puede comprobar fácilmente, si sacas el ratón de la alfombrilla, al rato se apagará y dejará de funcionar; simplemente no tiene baterías internas como las de la mayoría de ratones inalámbricos.
La alfombrilla funciona generando un campo magnético para transferir la energía a la base del ratón, que evidentemente siempre está en contacto con la superficie de la alfombrilla. Esto permite mantener funcionando el ratón en todo momento, aunque no tenga energía almacenada de manera interna.
Adiós a los cables
Este método es diferente a lo acostumbrado, pero tiene sus ventajas respecto a los ratones inalámbricos tradicionales. Ya hemos mencionado la principal, que nunca tendrás que volver a conectar este ratón a un cable, siempre y cuando lo uses en conjunción con su alfombrilla.
Ahora que me toca escribir sobre este ratón, después de semanas usándolo, me he dado cuenta de la diferencia que supone esto. No me había dado cuenta, pero ahora soy consciente de que desde que lo instalé, no he vuelto a pensar sobre este ratón. Nunca he tenido que comprobar el nivel de carga, nunca se me ha apagado cuando menos lo esperaba, y desde luego, nunca he tenido que buscar un cable para recargarlo.
Es liberador, una experiencia que sólo comprendes en perspectiva, no cuando estás usando el sistema. Una cosa menos de la que preocuparse, como si estuviese usando un ratón con cable; excepto que no lo es, con todo lo que supone. Puedo mover el ratón libremente sin miedo a enredos o molestias, y sin tener otra cosa más molestando en el escritorio.
El movimiento del ratón es tan bueno gracias a la otra gran ventaja del sistema de Razer: que no tiene baterías como la de un ratón inalámbrico normal. Gracias a eso, es muy ligero con un peso de 96 gramos, inferior incluso a los mejores ratones inalámbricos de Razer y una cifra muy buena incluso comparada con ratones con cable.
Un ratón que juega seguro
Todo esto hace que el Mamba Hyperflux un ratón que da gusto usar, aunque también ayuda que básicamente sea uno de los ratones inalámbricos más populares de Razer. Como su nombre indica, está basado en el mismo Mamba Wireless que pudimos probar el año pasado, y por lo tanto comparte su diseño y características.
Sigue siendo un ratón para diestros, aunque sólo por la posición de los botones; su diseño sigue siendo relativamente simétrico, sin apoyo para el pulgar. Por lo tanto, es un ratón cómodo, pero no demasiado ergonómico, aunque personalmente no he tenido problemas después de largas jornadas de trabajo. También ha ayudado que sea 10 gramos más ligero que la versión normal.
Además de la tecnología que usa, la gran diferencia del Mamba Hyperflux respecto a la versión normal es que ahora permite mover la rueda de un lado a otro, útil para movimientos horizontales en documentos, y otro atajo más para nuestros juegos, pero poco más.
El Mamba siempre fue un ratón que iba a lo seguro, y eso no ha cambiado. No tenemos muchos botones entre los que elegir, ni tiene un diseño especialmente innovador; pero todo lo que hace, lo hace bien, y eso es más importante.
Alfombrilla con iluminación
En cambio, la alfombrilla Firefly Hyperflux, la segunda parte del puzle, puede ser más interesante; especialmente si siempre te has conformado con alfombrillas baratas "del chino".
Por supuesto, la principal función de esta alfombrilla es dar energía al ratón con la base de carga integrada; pero eso no significa que sea la única. La diferencia más llamativa respecto a una alfombrilla normal es que tiene iluminación integrada en los bordes. El efecto es muy llamativo, y da la sensación de que está flotando en la mesa.
Por defecto, la iluminación RGB se sincroniza con el ratón, por lo que ambos componentes brillan con el mismo color y los mismos efectos. No negaré que el resultado es espectacular, especialmente de noche y con las luces apagadas.
Además, la Firefly Hyperflux tiene un as en la manga: una superficie de doble cara para ofrecer dos experiencias completamente diferentes. Por un lado, tiene una textura dura, como de plástico, que es ideal para mover el ratón más rápidamente; y por el otro, tiene una textura similar a la tela, que ofrece más fricción. Elegir una u otra depende de gustos, e incluso podemos cambiar de superficie dependiendo de lo que vayamos a hacer y la sensación que nos gustaría en cada momento.
Por lo demás, la Firefly Hyperflux tiene un tamaño apropiado (355 mm de largo y 282,5 mm de ancho) para cubrir todos nuestros movimientos. Aunque está fabricada principalmente en plástico, da una buena sensación de calidad y lo más importante, se mantiene en su sitio sin importar lo que hagamos.
Más sencillo imposible
Instalar el Mamba Hyperflux con la Firefly Hyperflux es muy fácil, ya que sólo supone conectar un cable; aunque no va al ratón, sino a la alfombrilla.
La instalación por lo tanto sólo supone encontrar un puerto USB libre y conectar la alfombrilla; veremos que en la parte delantera se enciende una luz verde, que indica que el sistema de carga inalámbrica está activo.
A continuación, pulsamos el botón de encendido del ratón, y lo dejamos sobre la alfombrilla. Un instante después, se encenderá otra luz verde en el propio ratón, que indica que está sincronizado con la alfombrilla.
Ya está, no tenemos que hacer nada más; solo dos pasos, y ni siquiera tenemos que conectar el ratón primero al ordenador. A diferencia de otros ratones inalámbricos, no tenemos que conectar un recibidor, sino que la propia alfombrilla también cumple esa función. Por lo tanto, la instalación es rápida y sencilla, pero lo mejor es que sólo tenemos que hacer este proceso una vez.
Como es habitual en Razer, tenemos la opción de instalar el programa Synapse en nuestro sistema; aunque no es obligatorio, Synapse nos ofrece acceso a funciones y opciones de configuración adicionales.
Por ejemplo, podemos cambiar la función de cualquiera de los botones del ratón (menos el click izquierdo), además de los efectos de iluminación integrados tanto en el ratón como en la alfombrilla. Por defecto, ambos están sincronizados y muestran una secuencia de colores, pero tenemos varias alternativas.
También podemos cambiar el rendimiento del ratón, variando la sensibilidad a nuestro gusto; incluso podemos cambiar la calibración dependiendo del lado de la alfombrilla que usemos.
Una limitación decisiva
Dar energía al ratón usando la alfombrilla es un planteamiento muy interesante e inteligente, que tiene sus ventajas como hemos visto: un ratón más ligero, que no tendremos que conectar nunca.
Sin embargo, es importante recalcar que esta tecnología también tiene sus desventajas; ninguna es tan grave como para no recomendar este producto, pero sí las deberíamos tener en cuenta para saber lo que estamos comprando.
Seguro que ya has deducido el principal defecto de Razer Hyperflux: que el ratón sólo funciona cuando está en la alfombrilla. Como no tiene baterías internas como un ratón inalámbrico convencional, sólo podemos usarlo con la alfombrilla Firefly Hyperflux; sin ella, en nuestras pruebas sólo hemos podido usarlo durante unos segundos antes de que se apagase completamente.
Esto probablemente no será un problema en la mayoría de las situaciones. Mientras usas el ordenador, es poco probable que necesites usar el ratón lejos de la alfombrilla. Pero implica que no es precisamente el acompañamiento ideal para un portátil, ya que tendrías que llevarte la alfombrilla siempre contigo si quieres usarlo sin cables. De la misma manera, no puedes usar el ratón de manera inalámbrica con una tablet u otro dispositivo móvil.
Sin embargo, el ratón sí que cuenta con una conexión micro-USB, así que no tienes la obligación de usar siempre la alfombrilla; puedes conectar el ratón al ordenador o al portátil por cable USB y funcionará como cualquier otro, sólo que no será inalámbrico.
Una solución ingeniosa
Durante todos los años que llevo escribiendo sobre tecnología, he tenido el lujo de probar muchos ratones inalámbricos. Y todos, sin excepción, han tenido que ser enchufados varias veces en el tiempo que duraron mis pruebas. Todos, menos el Mamba Hyperflux.
Es algo que antes no me molestaba, pero ahora que he podido comprobar de primera mano la diferencia que supone, me molesta de manera retroactiva. Me acuerdo de la cantidad de veces que tuve que buscar un cable, corriendo porque se acababa la batería y tenía que terminar el trabajo; de todas esas ocasiones en las que he comprobado el nivel de la batería.
Pero también he comprendido que esas molestias eran un sacrificio necesario. Con un ratón con recarga inalámbrica, las eliminamos, pero nos encontramos con otras. Este es un conjunto de ratón y alfombrilla que siempre tienen que ir juntos para funcionar correctamente; usar el uno sin el otro es posible, pero algo ridículo, especialmente teniendo en cuenta el precio.
Por 279,99 € (225,07 en tiendas como Amazon) por el Mamba Hyperflux y la Firefly Hyperflux (se venden juntos), no podemos decir que esta sea una tecnología barata y accesible; al menos no aún. Lo que sí, es puntera; pocas opciones similares encontrarás en el mercado, y ninguna con el estilo y las posibilidades que ofrece Razer con su plataforma. Sólo por eso, puede valer la pena.