He visto en muchas ocasiones una situación curiosa: gente comprándose un ratón gaming única y exclusivamente para usarlo en su PC. No para jugar. He visto incluso a personas que odian los videojuegos comprarse uno de estos ratones para usarlos en su día a día. Pero, ¿por qué?
Por la falsa creencia de que un ratón gaming es la mejor opción siempre. También se le suma otra falsa creencia: la de que los ratones convencionales son malísimos y que no duran nada. Y sí, son falsas estas creencias. Pero no quiere decir que esto no tenga sentido.
Espera ¿son falsas pero tiene sentido? Como muchas cosas en la vida, esto no se basa en blanco y negro, sino que hay matices a tener en cuenta. Y sí, puede tener sentido, pero a la vez no. Veamos el por qué.
¿Por qué sí tiene sentido?
Empecemos por la parte positiva: ¿por qué es buena idea comprarse un ratón gaming? Por lo general, al menos en las marcas de primera calidad, estos ratones están pensados para durar. Los fabricantes saben que quienes vayan a usar estos ratones de forma intensiva lo harán de forma muy brusca, con muchas pulsaciones y movimientos rápidos. Por lo tanto les conviene que estos duren.
Los materiales escogidos también suelen ser mejores que los ratones convencionales de oficina y son más duraderos. Además, en algunos casos, son hasta personalizables; podemos comprarles accesorios y modificarlos a nuestro gusto para mejorar el agarre, añadirle botones, etcétera. Otro motivo para escogerlos es su margen de maniobra.
Debido a que estos ratones buscan ser lo más personalizables y precisos posibles, suelen tener muy buenos sensores con cantidades enormes de DPI (es decir, sensibilidad). Los de oficina por el contrario tienen sensores usualmente modestos sin demasiada capacidad de personalización y que en muchas ocasiones lastran al usuario.
Mi caso por ejemplo es así. No juego a juegos competitivos (aunque sí soy aficionado a los videojuegos), pero me compré un buen ratón debido a que lo uso muchísimo y quiero tener una sensibilidad concreta en mi ratón para mi día a día. He probado otros ratones de oficina y a mí, al menos, se me hacen demasiado lentos.
En definitiva: ¿quieres que tu ratón te dure, sea personalizable y que te permita tener mucha sensibilidad? En ese caso, un ratón gaming es una buena idea.
¿Por qué no es buena idea?
Esto no quiere decir que tengamos que gastarnos cientos de euros en un ratón simplemente pensando que nos va a durar más. La creencia de que los ratones de oficina son cacharros inútiles no es tan cierta; existen marcas como Lenovo cuyos periféricos son de muy buena calidad y que ofrecen buenas prestaciones.
Es cierto lo que hemos dicho antes, que suelen tener peores materiales y que sus sensores no son tan buenos. Pero, ¿y si no lo necesitas? He puesto mi ejemplo por algo; soy un usuario muy bestia que se tira horas y horas delante del ordenador. Pero, ¿y si tú usas tu ordenador simplemente para trabajar o para echar los ratos muertos navegando?
Puede que no necesites gastar el extra de precio en materiales porque tienes cuidado. Puede que no aproveches las altas sensibilidades porque directamente te da igual. O puede que no estés dispuesto a gastarte el dineral que valen estos ratones, lo cuál es absolutamente comprensible.
Tener más posibilidades en tu ratón no lo va a hacer instantáneamente mejor que el resto. Porque, ¿de qué sirve gastarte 60 euros en un ratón al que le puedes poner pesas (como el Logitech G502) si luego ni se las vas a poner? Es literalmente tirar el dinero cuando por menos precio tienes ratones muy decentes.
Puede que por otra parte necesites un ratón de otro estilo. Un ratón ergonómico si tienes problemas de articulaciones, o en su defecto un ratón con otro tipo de forma. Opciones como el MX Vertical, siendo caras, no tienen nada que nevidiar a un ratón gaming que puede duplicar el precio. Obviamente depende de cuánto paguemos obtendremos mejores o peores resultados.
Piensa en ti y escoge el mejor para ti
Sea como fuere, si sabes que no vas a jugar a videojuegos o que no vas a jugar a juegos que precisen comodidad o amplios movimientos, es un hecho que vas a desperdiciar tu ratón gaming. No le vas a sacar provecho, y e vas a dejar guiar por un marketing que nos vende que para ganar partidas necesitamos un carísimo ratón que a lo mejor acabas guardando en un cajón.
Es importantísimo que te conozcas como consumidor y en consecuencia optes por lo que mejor te conviene a ti, y a tu cartera. Puede que el RGB sea bonito, pero no tiene sentido tener cientos de miles de DPI si vas a usar, como mucho, Photoshop en tu día a día.