OnePlus ha presentado esta tarde sus dos nuevos smartphones estrella, los OnePlus 8 y 8 Pro. Siguiendo la línea empezada el año pasado por la compañía, volvemos a tener dos teléfonos enfocados a la gama alta, aunque será en el modelo Pro en el que encontraremos una serie de mejoras con respecto a la versión estándar que lo hacen más atractivo para los usuarios más avanzados. En concreto, pantalla, cámaras y batería, serán donde se note especialmente ese salto entre ambas opciones.
Ambos terminales vienen dispuestos a competir con la gama alta. Lo hacen por especificaciones y precio. Y es que aunque el OnePlus 8 sí tiene un precio más contenido pues parte de los 709 euros (8+128 GB) y asciende a 809 euros para 12+256 GB, el modelo Pro su versión básica comienza desde los 909 euros (8+128 GB), pero sube hasta los 1.009 euros en la configuración de 12+256 GB
En esta ocasión ambos modelos apuestan por una pantalla curvada que lleva a un diseño premium, con unos delgados bordes laterales y una trasera de cristal pulido que da una sensación agradable en la mano. Son ergonómicos, se sujetan bien y su diseño -aunque continuista- está mejor terminado que en el modelo 7T Pro que se lanzó en el último trimestre del año pasado.
El OnePlus 8 es el más pequeño de los dos, cuenta con una pantalla de 6,55 pulgadas frente a las 6,78 pulgadas del modelo Pro. Una diferencia notable pero no excesiva, y es que pese a las dimensiones del modelo de mayor tamaño, en ambos casos su uso es cómodo y agradable en la mano. Más allá del refinado de las líneas de diseño, buena parte de que sean más cómodos de usar es gracias a que los dos han aliviado su peso con respecto a la generación anterior -pese a llevar más batería-.
Pantalla: hola al agujero
Donde más se nota esta rebaja de peso es en el modelo Pro, que se sitúa ahora en los 199 gramos. Lo ha conseguido en buena medida gracias a eliminar el módulo de cámara pop-up que alojaba la lente frontal, un mecanismo que buena parte de su comunidad pedía eliminar, explica la empresa. Ahora, ambos modelos han pasado a tener una perforación en la esquina superior izquierda, sumándose así a la tendencia del mercado marcada por gigantes como Samsung Huawei o Xiaomi. Este agujero en la pantalla es más pequeño que el notch del 7T, aunque va contra el planteamiento que OnePlus enarboló el año pasado en los modelos Pro donde optó por el mecanismo pop-up. Entonces explicaba que un panel de esa calidad debía disfrutarse sin impedimentos. Es por ello que reconocen que esta medida es una solución temporal e implantada por petición de la comunidad y que si no gusta no descartan volver atrás buscando siempre satisfacer a sus seguidores.
Más allá del tamaño y el diseño de la pantalla, hay dos grandes diferencias entre los paneles AMOLED del modelo 8 y 8 Pro. Mientras que en el modelo básico tendremos una pantalla Full HD (1080x2400 píxeles y 402 ppp) con un ratio de 20:9 y un brillo máximo de 1.100 nits, en el modelo Pro encontraremos un panel con calidad QHD+ (2K -3168x1440 de resolución y 513 ppp-) con un ratio de 19:8 y un brillo máximo de 1.300 nits. Un salto de calidad apreciable entre ambos modelos, aunque el panel de la versión estándar se puede considerar uno de los mejores del segmento.
Más allá de la calidad del panel, donde reside la verdadera experiencia con la pantalla es en la tasa de refresco y la respuesta de ésta. En el OnePlus 8 tendremos una frecuencia de actualización de pantalla de 90 Hz, mientras que en el modelo Pro subirá hasta los 120 Hz, una sensación de fluidez y velocidad que no se tiene en otros móviles de la gama alta. Además, también se ha mejorado la frecuencia de toque de pantalla que sube a 180 y 240 hz en el 8 y 8 Pro, respectivamente.
Lo cierto es que da gusto usar cualquiera de las dos pantallas. Se ven bien, reaccionan rápido (muy rápido) y la sensación de ligereza a la hora de manejar el terminal es de las mejores del mercado. Sin embargo, más allá de esto, la compañía también ha puesto el acento en la calidad y calibración de las mismas. Se ha logrado una precisión de color (basándose en JNCD) mayor que en sus modelos anteriores, así como sigue contando con HDR10+ y ajustes de temperatura de color.
Eso sí, el modelo Pro integra una tecnología denominada HDR Boost que optimiza cada frame para tener colores más definidos en aplicaciones concretas como YouTube, Netflix o Amazon Prime Video. Asimismo, dicho terminal incorpora un chip denominado MEMC que busca dar fluidez a los vídeos eliminando el desenfoque de movimiento en vídeos de deportes o acción.
Fluidez, 5G y carga inalámbrica
Para moverse con la fluidez y rapidez con la que se mueven, ambos smartphones apuestan por un equipamiento muy potente en sus tripas cuya guinda llega con la conexión 5G. La apuesta por esta tecnología de comunicación parte bajo el planteamiento de que quien se compra un móvil de gama alta ahora está pensando en un plazo de amortización largo, con lo que “hay que estar preparado para la tecnología que está por venir”.
Para tener conexión 5G, ambos montan el chip de Qualcomm que permite hacerlo, el Snapdragon 865, el más potente (y caro) del catálogo. En concreto, este procesador ofrece un aumento del 25% en el rendimiento de la CPU, una mejora del 25% de los tiempos de procesamiento de la GPU (Adreno 650), y un 25% de eficiencia energética. Con respecto a la memoria RAM, encontraremos diferencias entre modelos. Ambos modelos vienen en configuraciones de 8 y 12 GB de RAM, sin embargo, el 8 monta de tipo LPDDR4X, mientras que el modelo Pro opta por LPDDR5, lo que permite una mayor velocidad de memoria y reduce aún más el consumo de energía. En cuanto a almacenamiento, la compañía sigue apostando por versiones de 128 y 256 GB con tecnología UFS 3.0.
Otra de las mejoras de conexión que encontraremos en los nuevos teléfonos de OnePlus es la posibilidad de conectarse a redes de WiFi 6. Esta conexión permite velocidades de red de hasta 9.6 Gbps, o lo que es lo mismo, 2,7 veces más rápido que el estándar actual. Además, al tener mayor ancho de banda permite una conexión más estable.
También cabe destacar el aumento de batería en los dos nuevos OnePlus sin sacrificar ni peso ni tamaño. Mientras que el OnePlus 8 dispone de 4.300 mAh el 8 Pro sube a los 4.510 mAh, ambos con el sistema de carga ultrarrápida Warp Charge 30T, que se traduce en cargar la mitad del teléfono en poco más de 20 minutos.
Sin embargo, por primera vez OnePlus apuesta por la carga inalámbrica ultrarrápida, que será exclusiva del 8 Pro. Ésta era una de las grandes peticiones de la comunidad de usuarios desde hace años, pero ha sido ahora cuando han lanzado su propio cargador inalámabrico para implantar Warp Charge 30 Wireless, una experiencia de recarga similar pero de forma inalámbrica.
Al igual que sucede con la base Stand del Pixel, cuando el teléfono se coloca sobre la base de OnePlus el 8 Pro puede mantener la pantalla activa para mostrar información o usarse como marco de fotos. Por otro lado, la nueva opción de carga inalámbrica también permite al 8 Pro servir como fuente para cargar otros dispositivos sin cables.
Cámaras
Una de las grandes diferencias entre ambos modelos está en el apartado fotográfico. El OnePlus 8 opta por una triple lente conformada por una lente principal de 48 megapíxeles, un angular de 16 megapíxeles y un ángulo de visión de 116 grados y un macro. En esta ocasión se ha optado por carecer de zoom, que se encuentra en la cámara principal y es digital.
Aunque comparte sensores con la generación anterior, se aprecia un salto de calidad a la hora de tratar las pieles o entornos con poca luz, eso sí, a falta de poder hacer más fotos en exterior (por motivos evidentes), sigue quedando un peldaño por detrás de referencias como el iPhone 11 o el Pixel de Google.
Sí se nota más la mejora en el apartado de vídeo, donde el OnePlus 8 cuenta ahora con un doble sistema de estabilización (OIS y EIS) también en 4K, lo que hace que los vídeos sean más estables y de mejor calidad. Además, buscando enfocarse a los creadores de contenido, han habilitado un filtro bautizado como 'cinematográfico' que da un peculiar toque a las grabaciones.
El OnePlus 8 Pro por su parte opta por una combinación de cuatro cámaras. La lente principal también es de 48 megapíxeles, sin embargo, su sensor es más avanzado y cuenta con los píxeles más grandes, lo que le permite captar más detalle. A ésta le acompaña un zoom 3x, un angular también de 48 megapíxeles y ángulo de 120 grados que a su vez permite tomar fotografías macro, y una última cámara denominada como 'Color Filter' enfocada a captar más información de las tomas así como aplicar efectos de luz y filtros en las imágenes. Esta combinación de cámaras también permite la combinación de tomas HDR para mejorar las imágenes en rango dinámico.
Con respecto a su cámara frontal, aquí no encontraremos diferencias. Los dos modelos disponen de una lente de 16 megapíxeles (Sony IMX471), el mismo sensor que encontrábamos en el OnePlus 7T Pro.
Experiencia global
Más allá de estas características, OnePlus sigue apostando por reforzar la experiencia de uso del usuario cuando utiliza su teléfono, el gran fuerte de sus terminales. Basándose en OxygenOS encontramos funciones que mejoran la experiencia como RAM Boost, el sistema reconoce qué aplicaciones usa más el usuario para optimizarlas y que siempre estén preparadas para funcionar. Así como cuenta con otros detalles en el diseño como mantener el Alert Slider que permite elegir cómo queremos que sean las notificaciones, o el motor de vibración, que ha sido mejorado.
En suma, los nuevos OnePlus 8 son un salto hacia adelante en la historia de la compañía que se basan en los mimbres que le han ido funcionando a lo largo de los seis años que lleva la empresa lanzando sus teléfonos.