Según los datos del último informe elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la diabetes, hay aproximadamente 422 millones de diabéticos adultos en todo el mundo. Una cifra elevadísima que revela la magnitud de esta enfermedad en la que los niveles de glucosa de la sangre están demasiado altos.
Por esa razón, los diabéticos tienen que controlar de manera habitual su nivel de glucosa, tarea para la que generalmente se dan ese típico pinchazo para sacarse una gota de sangre. Pese a ello, ya hay parches que miden la glucosa sin pinchazos, incluso Samsung anunció recientemente un dispositivo con dicho cometido.
No obstante, eso es solo para la medición de glucosa, los diabéticos siguen teniendo que acudir a las agujas para administrarse su dosis de insulina. Sin embargo, eso podría cambiar dentro de poco gracias a una empresa española que ha desarrollado un revolucionario parche capaz de administrar directamente esa insulina en el cuerpo sin ningún pinchazo.
Innovación made in Spain
OMICRONO ha podido hablar con Eduardo Jorgensen, CEO de Medicsensors, la firma española que ha dado vida a este innovador dispositivo. Este joven médico de 28 años nos cuenta todo sobre su proyecto por el que ya ha recibido incluso un premio del MIT, la prestigiosa universidad tecnológica de los Estados Unidos.
Jorgensen nos explica que todo surgió cuando se encontraba pasando consulta en el hospital durante su período de prácticas. Entró una niña diabética de 10 años, puso la bomba de insulina sobre la mesa y le espetó "no pienso volver a usarla más, no soporto las agujas y mis amigas del colegio se ríen de mí".
Dicha situación, sumada a la necesidad de la niña de pincharse tres veces al día (lo que supone 1.095 pinchazos al año), hizo vislumbrar a Jorgensen cuál iba a ser su misión en la vida. "Desde ese día supe que quería dedicar mis esfuerzos a eliminar las agujas de la vida de las personas en la medida de lo posible. Usar mis ideas para poder transformar la tecnología en algo que pueda mejorar la vida de las personas".
No más agujas para los diabéticos
Con esas ideas en mente, Jorgensen y su equipo han creado MedicSen, un parche que administra directamente la insulina en el cuerpo del usuario sin la necesidad de ninguna aguja, eliminando ese molesto trago para millones de personas.
Aunque su aspecto y dimensiones aún pueden sufrir cambios cuando se haga efectivo su lanzamiento comercial, el parche mide apenas 4 x 2,5 x 1 centímetros, por lo que será bastante discreto. Sin embargo, lo curioso de este dispositivo es que no emplea agujas, sino ultrasonidos que permiten ampliar los poros de la piel y facilitar la introducción de la insulina. En otras palabras, es indoloro.
Cabe recalcar que se trata del primer parche del mundo para administrar insulina, pues el resto solo se utilizan para su medición. Éste se adapta a cualquier tipo de piel e incorpora un cartuchos recargables en los que los diabéticos podrán introducir la insulina.
Aunque en lo relativo a fechas y precios aún se trata solo de estimaciones, Jorgensen cree que el dispositivo llegará al mercado en 2023, con un modelo de suscripción mensual que rondaría los 100 euros. En éste se incluirían cartuchos recargables y una garantía que protegería al usuario en caso de tener problemas con el dispositivo, aunque las dosis de insulina no estarían incluidas.
La compañía de Jorgensen también cuenta con una app, ya disponible en la Play Store de Android, que emplea algoritmos de Inteligencia Artificial para predecir los niveles de insulina del paciente durante las dos próximas horas, para lo que se vale de los datos de wearables que éstos lleven puestos, como relojes o pulseras inteligentes. Aunque a largo plazo la idea es combinar la app con el parche, Jorgensen nos explica que en estos momentos su prioridad es llevar el parche al mercado.
También serviría con otros fármacos
Pese a que Jorgensen nos insiste en que su tecnología ha nacido para que la vida de los diabéticos sea un poco más fácil, también nos asegura que su parche es compatible con más fármacos. "Sirve para administrar prácticamente cualquier fármaco de inyección subcutánea. Desde Interferón, que se usa para tratar la Esclerosis Múltiple, hasta anticuerpos, para terapias inmunológicas, e incluso tendría aplicaciones en tratamientos dermatológicos como la psoriasis".
Para Jorgensen, otro caso de uso muy bueno sería para deshacerse de una vez por todas de las inyecciones de heparina. "Hay ocasiones en las que las personas mayores tienen que inyectarse heparina y no son capaces, ya sea por estar solos o porque tienen pánico a las agujas. Nuestro parche acabaría con ese problema".
Jorgensen representa el ejemplo perfecto de cómo puede usarse la tecnología para mejorar la calidad de vida de personas con ciertos problemas de salud. Quién sabe, quizás dentro de un par de años ningún diabético tenga que pasar por el mal trago de pincharse.