Usar una calculadora hoy en día es algo innecesario, teniendo en cuenta que todo el mundo lleva encima un dispositivo que no sólo calcula operaciones sino que hace mucho más: un smartphone.
Por supuesto, durante la mayoría de los exámenes y pruebas, está terminantemente prohibido usar el móvil precisamente por esa razón: con una simple búsqueda tenemos todo el conocimiento de Internet a nuestro alcance.
Las calculadoras tradicionales por lo tanto siguen teniendo su sitio en el aula, y no solo para ayudarnos en las operaciones más difíciles, sino también para hacer trampas, ya que los profesores suelen permitir su uso dependiendo del temario.
Una calculadora con Wi-Fi
Quien más y quien menos ha aprovechado esto para intentar hacer trampas; ya sea metiendo una nota o haciendo grabados en el plástico. Pero lo que el canal de Youtube Neutrino ha demostrado va mucho más allá: consiste en transformar una vieja calculadora en un pequeño ordenador conectado a Internet, y todo con partes que se pueden conseguir fácilmente.
El proyecto empezó cuando se dio cuenta de que su calculadora Casio fx-991MS tenía un pequeño espacio en la parte superior para unas celdas solares capaces de recargar la batería interna; seguro que tenías o tienes una calculadora semejante.
Pensó en aprovechar ese espacio para algo más interesante: una pequeña pantalla OLED, capaz de mostrar texto; es una buena idea, pero por si misma no sirve de mucho. Así que también se le ocurrió meter un chip ESP8266, muy usado en proyectos DIY para añadir una conexión Wi-Fi a prácticamente cualquier cosa.
De esta manera, la calculadora ahora estaba conectada a Internet, y podía descargar y mostrar archivos de texto usando la pequeña pantalla OLED y conectándose a la plataforma Firebase de Google. La idea consiste en subir los archivos que vayas a necesitar a la nube, para verlos a continuación en la calculadora; además, una pequeña aplicación de chat permite hablar con otros usuarios.
Controlada con imanes
Pero tal vez la parte más sorprendente es la interfaz de usuario. Como no podía usar las teclas de la calculadora (parece que esas siguen funcionando normalmente), decidió implementar controles usando imanes; en efecto, para navegar por los menús de la aplicación y descargar los archivos es necesario dar pequeños toques con un imán en determinadas partes de la calculadora.
Esta conversión tiene sus defectos, como la necesidad de usar una batería secundaria, con su propio puerto de carga camuflado.
No sabemos hasta qué punto un proyecto ayudará a hacer trampas, si será muy sospechoso ver a alguien dando golpecitos a la calculadora y mirándola fijamente. Y por supuesto, la pantalla OLED es bien obvia si alguien mira la calculadora. Por último, encontrar una red Wi-Fi puede ser complicado en algunas aulas.
Al menos parece que puedes aprender más sobre electrónica e informática si te montas una calculadora como esta que si estudias. Por si acaso, los maestros deberían estar más pendientes del uso de calculadoras a partir de ahora.