Los sonidos del verano. El murmullo del aire acondicionado, el ruido de los ventiladores, las conversaciones en el patio, los niños jugando. Suena bonito, pero no quiero escuchar nada de eso; quiero concentrarme, disfrutar de mi música mientras trabajo, hago ejercicio, o me relajo un poco. Y estas semanas, he podido hacer justo eso gracias a los nuevos Live 300 TWS (149€) de JBL, unos auriculares inalámbricos intraurales con cancelación de ruido.
Ya hablamos de JBL y de las posibilidades de su cancelación de ruido cuando pudimos probar los Club One, pero aquellos eran auriculares de diadema, más pensados para el uso constante en casa o en el trabajo. Los Live 300 TWS en cambio son competencia directa de los AirPods Pro, y por lo tanto tienen mucho que demostrar.
Y es que el mercado de los auriculares con cancelación de ruido es el más competitivo del último año; los mencionados AirPods Pro son la referencia, pero también hemos hablado de alternativas como los WF-1000XM3 de Sony, todos ellos pesos pesados. ¿Qué pueden ofrecer los JBL frente a esto?
Así son los JBL Live 300 TWS
Para empezar, estilo. Me encanta el diseño de los JBL Live 300 TWS, especialmente en el color azul de la unidad probada (también están disponibles en blanco y en negro); es un toque de originalidad que se agradece entre tanta copia de los AirPods.
El diseño de la caja y de los auriculares en sí también es diferente a lo acostumbrado, priorizando aspectos como la comodidad y la calidad de sonido. Eso también hace que no sean tan evidentes a simple vista; son unos auriculares de botón que la mayoría de la gente no notará a simple vista (a diferencia de, otra vez, los Airpods), porque todo el auricular se queda dentro de la oreja, algo necesario para aprovechar la cancelación de ruido.
Mención especial merece la caja donde guardamos y recargamos los auriculares, que se nota de alta calidad; abrir y cerrar la caja es un acto satisfactorio que en ningún momento da sensación de debilidad. Además, es pequeña y ligera (67,3 gramos con los auriculares), perfecta para llevarla en el bosillo.
La caja sólo tiene dos detalles: el logotipo de JBL, y un puerto USB-C para recargar la batería interna, que a su vez recarga los auriculares. Un detalle genial de este puerto es que está rodeado de una luz que indica el nivel de carga de la batería. Cuando guardemos los auriculares y cerremos la caja, parpadeará en azul indicando que los está recargando; pero si parpadea en rojo, es que deberíamos conectar un cargador y recargarla (el cable USB-C viene incluido pero no el cargador).
En el interior de la caja, junto con los auriculares, tenemos un indicador y un botón, que es el que debemos usar para activar la sincronización; cuando abramos la caja por primera vez, se pondrá en modo de búsqueda, pero si queremos asociar otro dispositivo podemos pulsar el botón. Todo muy sencillo, y esa es la tónica general de estos auriculares.
Cómodos, pero tienes que personalizarlos
Antes he comentado que estos JBL Live 300 TWS son unos auriculares de botón que permanecen completamente dentro de la oreja; esto es necesario para tapar ruidos externos y que la cancelación de ruido sirva para algo.
Eso supone que ponerse estos auriculares es algo más complejo de lo habitual; es necesario encontrar el ángulo adecuado para que el auricular encaje perfectamente en nuestro pabellón auditivo. Es algo que tienes que aprender por tu cuenta y es por eso que al principio no los notes tan cómodos como debería; pero si encuentras la forma adecuada, te acostumbrarás. El truco está en hacer que el logotipo de JBL permanezca en posición horizontal.
Es importante recalcar que no hace falta que te fuerces a usar los auriculares como vienen en la caja, porque JBL permite una gran personalización incluyendo nada menos que cuatro pares de aletas de ajuste y tres pares de puntas para el oído, de diferentes tamaños, desde super-pequeña a grande.
Si intentas ponerte los auriculares y los notas demasiado grandes y molestos, como fue mi caso, revisa en la caja del producto y encontrarás una bolsa con todos esos accesorios; recomiendo buscar la combinación adecuada antes de echar horas con estos auriculares, para evitar hacerte daño.
Estos auriculares no tienen botones, así que se controlan con una amplia zona táctil; los controles son muy sencillos, dependiendo de la cantidad de toques que demos y en qué auricular lo demos. Por ejemplo, si damos un toque en el auricular izquierdo, abriremos el asistente personal, mientras que si lo damos en el derecho, pausamos la música. Si damos dos toques avanzamos de canción, si damos tres, retrocedemos de canción.
La única ‘complicación’, si podemos llamarla así, está en los ‘swipes’, un gesto en el que deslizamos el dedo por el auricular como si fuese la pantalla del móvil. Estos gestos se reservan para subir o bajar el volumen, además de para acceder a los distintos modos de la cancelación de ruido. Con la app oficial, podemos personalizar estos gestos para que hagan lo que queramos.
El sonido, el punto fuerte
Tanto trabajo merece la pena, porque una vez que nos los ponemos, los JBL Live 300 TWS demuestran inmediatamente su gran ventaja: la calidad de sonido. Soy consciente de que hablar de este aspecto con unos intraurales es algo extraño, por las limitaciones físicas que tienen.
Pero JBL ha conseguido meter ‘drivers’ de 5,6 mm, con una respuesta de frecuencia dinámica de 20 Hz - 20 kHz, y una impedancia de entrada de 16 ohms para conseguir un sonido potente y amplio, que por momentos no parece que salga de unos auriculares de este tipo, y no se me ocurren mejores elogios.
Los graves están especialmente bien tratados en los Live 300 TWS, algo especialmente notable en música electrónica y metal, donde por momentos puede ser brutal. ¿Son los mejores graves del sector? No me atrevo a asegurarlo, pero probablemente. En las frecuencias altas también se comportan muy bien, aunque no son tan impresionantes.
Pero sobre todo, lo que más me ha sorprendido es la escena sonora que tienen, precisamente uno de los grandes problemas de este tipo de auriculares. Es algo especialmente notable si los comparamos con unos auriculares cualquiera; en los JBL los instrumentos están mejor localizados, y en vídeos como tráilers de películas, el efecto es notable.
Potente cancelación de ruido
Pero uno de los principales motivos por los que los JBL Live 300 TWS te podrían interesar está en la cancelación activa de ruido. Al fin y al cabo, cuando probamos los Club One elogiamos la potencia de esta implementación, pero ¿es lo mismo en estos pequeños auriculares?
Sorprendentemente, sí. Con la cancelación de ruido activa (lo está por defecto) la mayoría de sonidos y ruidos de tu alrededor desaparecen. Fue especialmente chocante tener el ventilador al lado (el verano en el sur de España es lo que tiene), ponerme los auriculares y dejar de escucharlo al instante, como si no estuviese ahí.
Como es habitual, la cancelación de ruido funciona mejor con sonidos constantes y repetitivos, como el mencionado ventilador o las herramientas de una obra; pero también funciona muy bien tapando el habla, y para mi sorpresa, no te enteras de que alguien te está hablando con estos auriculares puestos.
Pese a la cancelación de ruido, los auriculares me duraron lo suficiente, normalmente en sesiones de entre 4 y 5 horas, pero lo mejor es que no tuve que recargar la caja hasta unas 19 horas después.
App opcional pero recomendable
Al igual que con los Club One, los JBL Live 300 TWS son compatibles con la app My JBl Headphones, disponible para iOS y Android, desde la cual podemos configurar y personalizar los auriculares como queramos.
En este caso es más importante, porque el control de los Live 300 TWS es más limitado, así que tenemos que elegir bien cómo configurarlos en la app. Un ejemplo está en los dos modos opcionales para la cancelación de ruido: TalkThru y Ambient Aware, que podemos configurar en la app para que se activen con un gesto en los auriculares.
Con TalkThru, los auriculares permitirán que el sonido de las conversaciones llegue a nuestros oídos, por lo que podemos usarlo para hablar con alguien sin quitarnos los auriculares. Por su parte, Ambient Aware nos permite enterarnos de lo que ocurre a nuestro alrededor, de nuevo sin tener que quitarnos los auriculares.
La app también nos permite activar el ecualizador, para cambiar el sonido como queramos, además de darnos acceso a opciones como reproducir la música de manera automática cuando nos ponemos los auriculares, o buscarlos si los hemos perdido. También podemos asociar un asistente personal, entre Google Assistant y Alexa, para que se activen cuando realizamos un gesto.
Hasta podemos actualizar el firmware de los auriculares directamente desde la app, para mejorar su rendimiento y conseguir nuevas funciones.
Por este precio, imposible no tenerlos en cuenta
Los JBL Live 300 TWS ofrecen una buena calidad de sonido comparado con otras alternativas del sector, con una cancelación de ruido que está entre las mejores. Pero tal vez lo mejor es que son capaces de ofrecer todo eso, a un precio muy competitivo: 149 €.
Por comparar, los AirPods Pro cuestan 279 €, y la mayoría de opciones con cancelación de ruido parten de los 200 €. Que JBL pueda ofrecer esa funcionalidad a un precio tan accesible es el verdadero as en la manga de estos auriculares.
Los JBL Live 300 TWS están disponibles en la página oficial de JBL, pero en tiendas como Amazon se pueden encontrar incluso más baratos, en torno a los 132 €.