Parte de la magia de la tecnología es su capacidad de miniaturización.Tiempo atrás los dispositivos que hacían nuestra vida más fácil eran mastodónticos y con el paso de los años estos se han vuelto compactos, facilitando mucho más las cosas. Esto se ha trasladado a objetos no tan tecnológicos del día día, como es el caso de esta barbacoa portátil.
Puede sonar un poco exagerado el llevarse una barbacoa por ahí, pero el concepto que presenta la startup Nomad es harto interesante. Esta es una barbacoa que a grandes rasgos es absolutamente portátil. Su gracia reside en que el dispositivo está embebido en un factor de forma curioso, que recuerda al de una barbacoa.
Pesa 12.7 kilos, tiene una caja de aluminio de alta calidad y cuenta con un asa específica para su trasporte. El diseño de la barbacoa, además, está pensado al detalle; tiene incluso orificios de ventilación para que el aire caliente fluya por el dispositivo y así esté fresco al tacto.
La barbacoa portátil casi perfecta
Pese a su tamaño, la barbacoa no tiene limitaciones a nivel de cocción. Admite todo tipo de carnes, como costillas, bistecs o hamburguesas. Pero además es plegable, y se puede doblar y guardar como un maletín cuando acaba la cena. Eso sí, siempre y cuando se deje un tiempo prudencial para que se enfríe el dispositivo. Plegada, las dimensiones son de 42 x 34 x 24 cm.
Cuenta con ahumador y parrilla con 2 cámaras que se pueden llenar con todo tipo de carbones. Ofrece varios modos; el "Grill" que ofrece espacio para unas 30 hamburguesas. La segunda rejilla, que además es opcional, solo aumenta el peso del dispositivo en 1.3 kilos adicionales.
Su función para ahumar es muy sencilla; se puede cerrar y sellar la parrila para que el vapor del calor y el humo cocine la carne. Es un modo limitado, ciertamente y la misma gente de Nomad recomienda no usarlo en demasía, pero es perfectamente funcional.
No tan cara pero con sacrificios
Aún con todo, la barbacoa compensa sus problemas con un precio no demasiado desorbitado de 599 dólares. Porque no está exenta de ellos; recordemos que pesa más de 12 kilos, algo que dificulta y limita su transporte en caso de queramos llevárnosla más allá de una piscina o un hogar.
Por otra parte, aunque el tacto del dispositivo sea frío incluso al usarlo, se debe dejar reposar para que al llevarlo no de problemas. Por lo tanto, implica que cuando dejamos de usarla, la barbacoa portátil tiene que estar enfriándose antes de poder volver a transportarla. Un pequeño sacrificio en pos de una movilidad que muchos querríamos para este verano tan caluroso.