El monitor 'gigante' que hay que ver para creer: probamos el LG 49WL95C-W
El LG 49WL95C-W es uno de los monitores más impactantes del mercado, por su formato ultrapanorámico a porque equivale a tener dos pantallas de 27 pulgadas.
18 agosto, 2020 02:49Noticias relacionadas
Hemos tenido la oportunidad de probar uno de los monitores de ordenador más espectaculares del mercado, el LG 49WL95C-W; toda una demostración de lo que es posible con un ordenador cuando las limitaciones desaparecen.
Porque estamos ante un monitor de nada menos que 49 pulgadas, algo que ya sería impactante de por sí; pero tal vez más importante que el tamaño total es el formato ultrapanorámico, que es el que realmente distingue a este modelo de cualquier otro que podamos considerar.
El 49WL95C-W gasta prácticamente todo su espacio en el eje longitudinal, es decir, que es mucho más ancho que alto. ¿Cuánto concretamente? Pues LG presume de que este monitor es el equivalente de tener dos monitores de 27 pulgadas juntos, sin los inconvenientes que supone tener dos monitores, por supuesto. El resultado es de esos que hay que ver para creer.
Así es el LG 49WL95C-W
- Tamaño - 49 pulgadas
- Formato - 32:9
- Dimensiones - 1215,1 x 365,7 x 114,2 mm
- Peso - 12,6 kg
- Tecnología - IPS W-LED
- Resolución - 5120 x 1440 píxeles (DualQHD)
- Contraste típico - 1000:1
- Brillo - 350 cd/m2 (mínimo 280 cd/m2)
- Gamut de color - sRGB 99%
- Velocidad de respuesta - 5 ms
- Frecuencia de refresco - 60 Hz
- Puertos - 1 DisplayPort 1.4, 2 HDMI 2.0, 1 USB 3.1
- Salidas - 4 puertos USB 3.0 y 1 jack de audio de 3,5 mm.
Todas esas cifras son llamativas, pero la verdad es que no hacen justicia a la sensación que produce ver el 49WL95C-W en persona; incluso si sueles usar monitores grandes, este ofrece una experiencia muy diferente.
Por contexto, a diario uso un monitor 4K de 32 pulgadas, algo que no es precisamente pequeño; en comparación, el 49WL95C-W parece que ocupa todo mi ángulo de visión, pese a ser técnicamente menos alto, tal es la importancia de la visión periférica.
Antes siquiera de empezar, ya hay dos detalles que indican la magnitud de este monitor. Pese a que el proceso de montaje es muy simple, como LG nos tiene acostumbrados, recomendamos que sea realizado por dos personas al menos; la peana sólo requiere poner unos tornillos en la base, y se une a la pantalla con un "click" gracias al mecanismo ideado por LG. Pero entonces tendrás que levantar toda la pantalla, y con nada menos que 15,2 kg de peso y una forma nada convencional, es recomendable que alguien te ayude a colocarlo.
Claro, que cuando lo coloques puede que te des cuenta de que tu mesa se ha hecho pequeña. En mi caso, instalé este monitor en la mesa gaming Nitro Concepts D16E de la que hablé el pasado marzo, con la que nunca he tenido problemas de espacio. Hasta que llegó el 49WL95C-W.
Un mundo de posibilidades
Pero una vez instalada, esta pantalla demuestra que todo eso ha valido la pena. Estamos ante uno de los paneles más espectaculares de la industria, todo un 'monstruo' del que es difícil apartar la mirada.
Cuando el ordenador se enciende, te das cuenta instantáneamente de cómo puede cambiar tu vida. El escritorio nunca ha sido tan ancho, como un terreno fértil en el que puedes cultivar tu trabajo, tus pasiones, y tu ocio. Empiezas a preguntarte cómo has podido vivir hasta ahora con un campo de visión tan limitado.
Gracias a los 5.120 píxeles y los casi 120 centímetros de ancho, tienes espacio para hacer lo que quieras. Curiosamente, este es un caso en el que el marketing de un producto se queda corto; la comparación con tener dos monitores de 27 pulgadas no es apropiada, porque de hecho es mejor. Si tuvieses dos monitores, tendrías una línea central que no podrías aprovechar; con este monitor ultrapanorámico, puedes aprovechar ese espacio.
Cambia cómo trabajas
Como resultado, puedes, por ejemplo, poner tres ventanas a tamaño completo, algo que no podrías hacer con dos monitores; así es como he trabajado yo durante el tiempo que he podido usar el 49WL95C-W, y ahora que he vuelto al formato tradicional, lo hecho de menos.
De hecho, este monitor te hace replantearte muchas cosas. Empiezas a experimentar, a "jugar" con las ventanas; ¿vendría mejor hacer que este programa ocupe dos tercios de la pantalla? ¿quieres dedicar más espacio a un esquema o gráfica para poder escribir sobre él al mismo tiempo? ¿quieres tener el reproductor de música siempre disponible para cambiar de canción cuando quieras? Puedes hacer todo eso y mucho más. Por supuesto, también hay programas, como editores de vídeo, que aprovechan muy bien el mayor ancho de la pantalla.
Curiosamente, el único "pero" que le puedo poner a la experiencia no es culpa de LG, sino de Microsoft. Da la sensación de que Windows no sabe muy bien qué hacer con un monitor tan ancho, y eso se nota especialmente con la función de acoplar ventanas, con la que me he tirado demasiado tiempo peleándome.
Por eso, si vas a usar este monitor u otro tan ancho, recomiendo desactivar la función de acoplar ventanas de Windows (en Configuración -> Sistema -> Multitarea) y organizar las ventanas de manera manual y a tu manera.
Pero, ¿quién dijo que estás limitado a un ordenador?. Con semejante espacio, puedes tener dos sistemas conectados al mismo tiempo al monitor, dividiendo la pantalla de diversas maneras; por ejemplo, puedes conectar una consola por HDMI y poner su imagen en una pequeña ventana en la esquina, para volver a ella cuando quieras.
O puedes conectar un portátil por USB-C, y no solo dividir el monitor en las dos imágenes, sino también cargar el portátil al mismo tiempo. Algunos modelos como los MacBook son compatibles con esto.
Buena calidad de imagen, pero no la mejor
Para trabajar, el 49WL95C-W es uno de los mejores monitores del mercado, si no el mejor, pero, ¿y para esas ocasiones en las que queremos relajarnos? La calidad de imagen en ese caso es más importante, y la verdad es que en este sentido, el monitor de LG no se queda muy atrás.
El panel IPS ofrece unos ángulos de visión excepcionales, como es habitual en esa tecnología, además de una calidad de imagen a la altura de lo que podemos esperar. Los colores son vibrantes, los negros son muy oscuros, y da igual el contenido que esté mostrando, siempre se comporta bien.
Además, este es un monitor curvo, por lo que la imagen te envuelve de una manera muy convincente. La curvatura no es extrema (el radio de curvatura es de 3.800 mm), pero sí la suficiente para conseguir un efecto muy atractivo.
Dicho esto, no es lo mejor que hemos visto, ni siquiera de parte de LG. Los colores son buenos, pero no excepcionales, y nos hubiera gustado algo más de contraste. El brillo es el apropiado para un monitor de trabajo, pero se queda corto; como resultado, aunque es compatible con HDR10, realmente no conseguiras resultados impactantes en tus películas favoritas.
Como resultado, el 49WL95C-W es un buen monitor para ver películas y series, pero no el mejor de LG en este sentido; eso nos dice que fabricar este panel ha debido ser todo un desafío técnico y se han tenido que aceptar algunos sacrificios.
No es para jugar, pero que no te impida hacerlo
Otro sacrificio, este más chocante si cabe, es que el 49WL95C-W no es un buen monitor de juegos; y digo que es chocante porque he disfrutado como un niño jugando con él.
Suena contradictorio, lo se, pero me explico. Sobre el papel, el 49WL95C-W carece de todas las características técnicas de un buen monitor de juegos. La tasa de refresco es de solo 60 Hz (30 Hz si usas HDMI), y el tiempo de respuesta de 5 ms no es malo pero tampoco es el mejor.
La carencia más importante es que este monitor no es compatible con ninguna tecnología de sincronización, como AMD FreeSync o GeForce G-Sync; por lo tanto, verás el efecto de pantalla partida si no activas la sincronización vertical. Es algo llamativo teniendo en cuenta que hasta los monitores más baratos suelen tener FreeSync, lo que de nuevo me hace sospechar de la cantidad de desafíos que tiene desarrollar una pantalla como esta.
Pero, y este es un gran 'pero', cuando estaba jugando con esta pantalla nada de eso me importaba. Porque el campo de visión es tan amplio que LG consigue que la experiencia sea increíble; si a eso le unimos la curvatura, lo único que lo superaría es usar un dispositivo de realidad virtual.
En juegos de carreras, por ejemplo, realmente da la sensación de que estás dentro del coche, y puedes ver los espejos retrovisores sin mover la cámara. En juegos de estrategia, tienes una mayor cantidad del campo de batalla a la vista, y en juegos de acción no se te escapará nada.
Lo peor es que muchos juegos no están preparados para la proporción de la pantalla, y como resultado, vas a ver muchas barras negras. Incluso juegos modernos como Death Stranding no estaban preparados para la resolución del 49WL95C-W (al menos en el momento de la prueba) y en esos casos, la imagen se centra y es como si estuviéses jugando con una pantalla más convencional.
Es un problema que también verás con películas y series; incluso las que están grabadas en formato ultrapanorámico se quedan 'pequeñas' para este monitor.
Abre los ojos
Es evidente que dar el salto a una pantalla como esta trae sus inconvenientes. Desde el espacio que ocupa a los problemas con el software y al contenido no adaptado, hay muchos momentos en los que notarás las consecuencias. Pero ¿y qué?
Ninguno de esos problemas ha sido suficiente para mermar mi ilusión con este monitor. De hecho, en perspectiva diría que la mayor parte del tiempo no he pensado en esas cosas, sino en la increíble experiencia que estaba disfrutando.
Ya sea en el trabajo o en el ocio, el 49WL95C-W es uno de los mejores monitores que he tenido la oportunidad de probar. Es uno de esos dispositivos que cambian tu día a día, cómo trabajas, cómo usas tu ordenador; te abre los ojos a un mundo de oportunidades.
Lo peor, es que una vez que lo pruebas es difícil abandonarlo. Me acostumbré tan rápidamente a sus ventajas que, ahora que no las tengo, las echo de menos.
El LG 49WL95C está disponible por 1.500 €, aunque en estos momentos está de oferta en la página de LG por 1.181,03 €.