Pese a que España sea uno de los países de Europa más aficionados a la tecnología, aún en el año 2020 existe tecnología calificada de "nicho".Tecnología pensada única y exclusivamente para los más amantes de dicho campo, en la que el diseño o la novedad priman por encima de la funcionalidad. Y uno de los productos que más encaja en esta definición es la gama de portátiles ThinkPad.
Y aunque en OMICRONO hemos analizado numerosos portátiles (incluso de Xiaomi) todos seguían uno o varios factores comunes basados en lo que los consumidores esperan de ellos. Los ThinkPad, no; si bien añaden mejoras esperadas, siguen anclados a ciertas 'peculiaridades' propias de su propia concepción. Y este ThinkPad X1 Carbon que nos atañe hoy es una buena muestra de ello.
Porque este es un dispositivo portátil que sin duda alguna encantará a los más amantes de la tecnología (y en especial a la nutrida comunidad de amantes de esta saga de ordenadores portátiles) pero que, por otra parte, será difícil de recomendar al resto de usuarios. Y eso es algo bueno.
Es un ThinkPad y se ve a primera vista
De nuevo, el mercado está más que acostumbrado a lo que es un ordenador portátil. Chasis de aluminio, colores grisáceos (con algunas excepciones) y una disposición de los elementos más básicos repartida de forma similar a como lo hace la competencia. El Lenovo ThinkPad X1 Carbon se olvida de todo eso y se aferra al diseño más clásico de los ThinkPad, que dista mucho de ser el habitual. Tanto es así, que tenemos la palabra ThinkPad grabada en el acabado plástico del portátil hasta en 2 ocasiones.
El chasis del portátil está acabado mayoritariamente en plástico mate, de tacto suave y que da una sensación de absoluta calidad. No es el portátil gris y metalizado que lanzan todos los fabricantes; es negro, con composición muy plástica pero con una identidad propia. Todo el cuerpo se siente excelentemente rematado, y con un tacto que es harto agradable para cualquiera que esté acostumbrado a los acabados en metal. ¿Plástico? Sí, pero de altísima calidad, y con una construcción que ya quisieran otros dispositivos.
Esto por supuesto provoca que el dispositivo se sienta algo más frágil de lo normal, pero no es algo que sea especioalmente relevante. El modelo de 14 pulgadas es muy compacto y ligero, pesando tan solo 1 kilo, lo que hace que sea muy llevable y cómodo de usar. La resistencia menguada se compensa con una muy buena portabilidad que conseguirá que incluso queramos usar el portátil a menudo.
El único 'pero' que tenemos con este diseño es que el plástico del ThinkPad X1 atrae poderosamente las huellas y la suciedad, por lo que las manchas se verán reflejadas en el cuerpo del dispositivo. A nada que nos lavemos las manos o le pasemos un pequeño paño al ThinkPad no tendremos problema (algo especialmente importante en tiempos de coronavirus).
Ya en la parte delantera visualizamos varios detalles a tener en cuenta: lector de huellas en la parte frontal, un trackpad con 3 botones superiores muy extraños y la 'joya de la corona': la 'bolita' roja que se sitúa justo en el centro del teclado de la que hablaremos un poco más adelante. En la parte superior el ThinkPad tiene una cámara para realizar videollamadas y que además es compatible con Windows Hello, gracias a su sensor infrarrojos. Mención especial a la tapita para tapar la cámara, un gran añadido.
La pantalla de 14 pulgadas tiene unos bordes ínfimos que ayudan a la experiencia de inmersión. A nivel de puertos nos encontramos con doble USB-C Thunderbolt 3, 2 USB-A 3.1 Gen 1, un HDMI 1.4, un puerto de extensión de red Ethernet y doble ranura jack para micrófono y auriculares. Una buena decisión para los que odiamos depender de un USB-C y poco más.
Aprender a usar un ThinkPad
Como se puede vislumbrar a primera vista, el ThinkPad X1 Carbon no es como cualquier otro ordenador portátil. Ya de por sí su construcción es extraña, pero es que además tiene detalles que cualquier persona que no sepa de tecnología vería con absoluto horror. Sin ir más lejos, hay algo en el teclado (que trataremos más adelante) que a simple vista duele ver: la tecla Ctrl izquierda y la tecla Fn están intercambiadas.
Esto permea a todo el teclado. El trackpad, sin ir más lejos, tiene 3 botones físicos aún teniendo botones de click en el mismo trackpad, y en mitad del teclado tenemos esta 'bolita' roja cuya única función es ser un cursor.
Cosas que a priori cualquier usuario vería como absurdas; ¿para qué quiero 3 botones físicos en mi trackpad, cuando podrías haberlo hecho más grande? ¿Y para qué quiero un cursor físico impreciso y lento en mitad del teclado? ¡Incluso el botón de encendido es extraño, posicionado en un lateral!
El problema de la usabilidad del ThinkPad es que todo aquel que lo usa por primera vez (como fue mi caso) intenta usarlo como si fuera un portátil normal... y no es así. Es un ThinkPad, no un ordenador portátil convencional. Y los entusiastas de estos dispositivos no solo están acostumbrados a estas funciones, sino que además las abrazan y esperan en nuevos modelos.
Los amantes de los ThinkPad usan en su día a día los 3 botones del trackpad que se estrenaron en los modelos de primeras generaciones. La 'bolita' también es usada por aquellos que se criaron con dicho dispositivo cuando el ratón moderno era poco más que un concepto. Y aunque el intercambio de la tecla Ctrl y Fn parezca una aberración al principio, a muchos se les olvida que esto también lo hace el MacBook Pro de Apple.
Lo fácil para cualquiera que no esté habituado a los ThinkPad es odiar al ThinkPad debido a estos detalles que parecen inadmisibles en 2020. Pero al cabo de usar el PC, nos hemos visto usando los botones superiores que a priori parecían inútiles. La bolita también ha servido en un par de ocasiones. Y sí, al principio un servidor se vio asqueado por el intercambio de las teclas Fn y Ctrl... hasta que me metí en la BIOS y activé la función específica que me permitió ponerlas en el orden 'natural' al que estamos acostumbrados.
Por lo tanto, si no estás habituado a los ThinkPad y piensas en tu dispositivo portátil como algo ya casi establecido en la industria, hemos de decir que tendrás que sufrir una curva de aprendizaje y aceptación ante pequeños toques que, quién sabe, quizás acabes adoptando en el día a día.
Sencillamente excelente
Si eres capaz de conseguir que estas 'peculiaridades' no empañen tu experiencia final, te encontrarás ante un dispositivo soberbio. Porque sí, lejos de ser un ThinkPad es un ordenador portátil que no es idiota y que sabe adaptarse a las tendencias más lógicas del mercado, como su pantalla de 14 pulgadas IPS en resolución 4K o su sistema de sonido Dolby Atmos, así como la lógica transición a procesadores Intel de 10ª Generación.
Todo el resto de características del X1 Carbon son absolutamente magistrales. La pantalla cuenta con Dolby Vision, HDR400 y unos 500 nits de brillo, con resolución 4K 3840 x 2160 que por supuesto podremos bajar a Full HD para ahorrar en batería y rendimiento. El procesador i7 de 10ª Generación nos ha parecido una CPU más que sobrada para tareas del día a día, pero con la resolución 4K activada, notamos un detrimento del desempeño bastante importante.
Pese a ello, la pantalla exuda calidad por todos sus poros. El contraste es magnífico, el brillo es más que suficiente y la calibración de colores es más que genial. La gestión del HDR de Windows 10 no nos acaba de convencer en tareas como edición de vídeo o foto, pero en el caso de consumir contenido multimedia compatible, no hemos tenido problema.
Su sistema de altavoces Dolby Atmos, por otra parte, nos ha parecido increíble. Es quizás uno de los mejores sistemas de sonido que hemos visto en un portátil, con un sistema de 4 altavoces que dan un sonido rico en matices, claro y alto. Gracis a su conectividad Bluetooth 5.0, podremos conectar unos cascos para sacarle más provecho.
La batería también ha cumplido con creces; 51 Wh que prometen unas 10 horas que se han cumplido. Dependiendo del uso que le demos oscilaremos entre 8 y 10 horas, y la carga rápida será nuestra gran aliada con 65W que nos permitirá tener más del 50% en unos 30 minutos y el 100% en aproximadamente 100.
Conclusión: un gran ThinkPad
Con este dispositivo he descubierto el por qué muchos de los más entusiastas de los ThinkPad, extrañamente, casi nunca recomendaban estos aparatos. Los ThinkPad son dispositivos para los amantes de la tecnología, y la gran mayoría de los usuarios no quieren ver 3 botones en un trackpad o las teclas de Ctrl y Fn intercambiadas. Quieren un ordenador portátil de "toda la vida", que sirva y funcione perfectamente para su propósito. Y eso está bien.
Porque lo fácil para muchos es odiar a estos ordenadores. Muchos de los usuarios que han visto este portátil en nuestras pruebas han dicho que jamás se lo comprarían. Y eso está bien, pero el que este producto esté destinado a una audiencia muy específica no los deslegitima para ser increíbles aparatos que sabrán satisfacer a aquellos que le den una oportunidad.
En concreto, el ThinkPad X1 Carbon de 8ª Generación cuesta unos 1.500 euros, un coste ciertamente alto y que puede que no todo el mundo vea con buenos ojos. Si la barrera del precio no es un problema para ti, eres un entusiasta de la tecnología y sobre todo quieres un ordenador que supla todas tus necesidades, el X1 Carbon es una de las mejores opciones del mercado.