Probamos el Moto G 5G Plus : un smartphone Android muy equilibrado
Analizamos el Moto G 5G Plus, uno de los últimos smartphones de gama media compatible con la conectividad más veloz. Pero quizás esto no sea suficiente.
31 agosto, 2020 02:16Noticias relacionadas
No, el 5G no está del todo extendido en España. Es un argumento que suelen usar multitud de usuarios para negar el sobrecoste que suelen tener los smartphones 5G de gama alta. Pero, ¿y qué ocurre con los gama media que están empezando a salir a la palestra? Que luchan en un sector en el que se necesita destacar, y en este caso uno de los que más difícil lo tienen es el Moto G 5G Plus.
A diferencia de otros smartphones de gama media con 5G como los de Xiaomi, este Moto G 5G Plus tiene ya una historia: la gama G de Motorola. Una gama que se ha caracterizado por ser una de las favoritas en Android, hasta que China llegara a nuestro mercado. ¿Será capaz de recuperar este Moto G 5G Plus la esencia de los G de Motorola?
Analizamos el que es el primer dispositivo de gama media con 5G de la firma, y que a grosso modo tiene varios detalles muy positivos en su composición, pero que peca de un problema serio: que no destaca en nada.
Diseño: único, pero con inconvenientes
El Moto G 5G Plus cumple con prácticamente todas las tendencias actuales de mercado que vemos en los smartphones Android: módulo cuadrado en la cámara trasera (algo que otros modelos de Xiaomi han demostrado que se puede mejorar), una trasera que en este caso imita al cristal y con agujero en pantalla, esta vez doble. Pero con un cambio; mientras que otros smartphones tienen una doble cámara que ocupa un pedazo negro en el panel, este tiene 2 agujeros diferenciados de los que hablaremos más adelante.
El cuerpo del dispositivo es de plástico, y no de metal y cristal como sí ocurre con otros dispositivos de la competencia. Como ya vimos en el Samsung Galaxy M31, esto no penaliza a nivel de funcionamiento, pero sí a nivel de uso. No se siente especialmente premium, y no nos ha acabado de convencer el tacto de la parte trasera. Si bien no es algo dramático, consigue que las sensaciones a la mano sean algo menos buenas de lo que nos gustaría.
Un detalle importante que notamos a primera vista es que tenemos un lector de huellas lateral, similar al que veíamos en generaciones pasadas de smartphones Sony. Esto denota que el panel del Moto G 5G Plus es IPS, y no OLED. Un lector que junto a los de volumen queda demasiado arriba, y que aunque funcionan muy bien quedan demasiado altos y es difícil llegar a ellos.
Esto es debido a que la pantalla del dispositivo está en formato ultrapanorámico en 21:9, lo que hace que el smartphone en sí sea muy largo; concretamente casi 17 centímetros de largo. En el lateral izquierdo tenemos un botón físico dedicado a Google Assistant, el asistente de Google, que de nuevo queda demasiado arriba. El lector de huellas, además, es el botón de desbloqueo y su recorrido es muy pequeño, algo que también ha afectado en el uso.
El diseño como tal nos ha gustado; creemos que el ratio 21:9 es demasiado alargado y nos centraremos en él más adelante en el análisis, pero no penaliza a la estética. El tacto de plástico se suple con un estilo que llama la atención, en parte por la doble cámara frontal que le da un toque único al dispositivo.
Todos los smartphones que incluyen doble cámara frontal en la pantalla como es el caso del OnePlus Nord unen estos dos módulos con un marco diminuto, haciendo que el recorte en la pantalla sea mayor. Estos dos agujeros están separados, lo que ayuda a que se noten menos, especialmente cuando vemos contenido multimedia.
Pantalla: una de cal y otra de arena
La pantalla es la gran protagonista de este Moto G 5G Plus, y como ya ha pasado con otros dispositivos de la marca, Motorola ha apostado por el 21:9, un formato ultrapanorámico que consigue un aspecto en el aspecto horizontal un amplio ratio de pantalla pero que en el vertical queda demasiado alargado. El panel es de 6.7 pulgadas Full HD+, con 2520 x 1080 píxeles y unos 90 Hz de pantalla y con tecnología IPS.
El panel, en lo que respecta a caldiad pura y dura de imagen, no nos ha desgradado. Los colores nos parecen algo apagados de más, pero esto se puede calibrar en los ajustes. Lejos de esto, los ángulos de visión son buenos y el detalle también cumple, aunque el brillo nos ha parecido insuficiente. No es dramático, pero en exteriores tendremos problemas de visionado con luz directa.
Pero la pantalla tiene 2 principales características: el dichoso 21:9 y los 90 Hz. El formato de pantalla tiene sus desventajas y ventajas, y depende únicamente del usuario hacer balance sobre los mismos. Por ejemplo, si consumimos contenido cinematográfico en Netflix (por ejemplo, películas grabadas en 21:9) veremos todo el contenido ocupar la pantalla, sin recortes. Una experiencia que, si consumes muchas películas, te recomendamos encarecidamente probar.
Pero no todo el contenido audiovisual está grabado en 21:9, sino en 16:9, el formato más tradicional que tenemos en los televisores. Este formato es bastante más cuadrado, lo que provoca que al ver un vídeo de YouTube usualmente veamos dos grandes barras ocupar los laterales de la pantalla. Algo importante teniendo en cuenta que la gran mayoría del contenido de YouTube está grabado en ese formato.
Y sí, YouTube permite ampliar el vídeo para no ver esas barras negras y ver el metraje en toda la pantalla. El problema es que se realiza un recorte de la imagen que es básicamente un zoom, y el corte de información es bastante severo.
Por otra parte, tenemos los 90 Hz de pantalla, es decir, una tasa de refresco mayor a la clásica de 60 Hz que históricamente hemos visto en los smartphones. Gracias a esto, todo lo que vemos en pantalla va a 90 FPS, lo que se traduce en mayor fluidez y mayor sensación de suavidad.
Rendimiento: ay, la optimización
¿Qué tenemos bajo el capó de este Moto G 5G Plus? Montamos prácticamente el mismo hardware que otros dispositivos ya vistos en el mercado, como el ya mencionado Xiaomi Mi 10 Lite o el OnePlus Nord: el Qualcomm Snapdragon 765G, la CPU que da capacidad 5G a este smartphone de motorola. Le acompañan 128 GB de almacenamiento y 6GB de memoria RAM.
En general el dispositivo se ha comportado muy bien; el 765G ha demostrado ser un gran procesador que nada tiene que envidiarle en rendimiento a los Qualcomm de la gama 800. Todo se mueve bien, los juegos funcionan muy bien, y todo funciona como debería... en la mayoría de ocasiones. Como nos ocurrió en el Mi 10 Lite, este Moto G ha tenido ciertos problemas de optimización.
La capa MyUX de Motorola corriendo sobre Android 10 nos ha gustado y ofrece multitud de opciones de personalización como los gestos Moto, pero creemos que no está del todo bien optimizada. Nos hemos encontrado con algunos errores puntuales que han empañado la experiencia; tirones puntuales, algún que otro cierre de app inesperado y sobre todo problemas de batería y conectividad.
En el uso del Bluetooth hemos tenido problemas de conexión con algunos dispositivos, y cortes con algunos auriculares. Por la parte del WiFi (con conectividad para WiFi 6) nos ha pasado algo similar; bajones de conexión y cortes puntuales con una conexión de fibra óptica. Algo que no se ha dado mucho, todo hay que decirlo, pero que hay que mencionar. Esperamos que Motorola solucione estos problemas con futuros parches de software.
La batería, de 5.000 mAh también nos ha dado unos resultados algo inesperados. Esta es una grandísima batería; no nos confundamos, pero no nos ha dado todo el rendimiento que se esperaría de un smartphone con tamaño amperaje. Cualquier usuario llegará al final del día, pero con un uso relativamente exigente, no hemos conseguido sobrepasar las 6 horas de pantalla.
En cuanto a las cámaras, Motorola ha usado la misma estrategia que prácticamente todos los smartphones de la actualidad: una configuración de 4 cámaras, con un sensor principal de 48 MP, un gran angular, un sensor macro y un sensor de dedicado a profundidad.
Por motivos técnicos nos ha sido imposible plasmar las fotos realizadas con el Moto G 5G Plus en este análisis, pero en términos generales la cámara nos ha parecido muy buena dando un buen rendimiento. Pero como hemos dicho otras veces, el resto de cámaras sirven prácticamente para el propósito de rellenar, ya que aunque el gran angular nos parece útiles, ni el macro ni el 'bokeh' nos han servido para nada. Más cámaras no equivalen a mejores fotos.
Conclusión: demasiado conocido
El Moto G 5G Plus es un buen dispositivo, y parte de su característico equilibrio está también en su precio: 379 euros. Un coste que lo echa a pelear con una buena plétora de contrincantes con el mismo argumento: el 5G como bandera. El problema es que lejos de ser un 5G económico, poco hay que destacar.
Y esto no tiene por qué ser algo malo. Hay usuarios que quieren que sus dispositivos funcionen con normalidad y ya está, sin características locas o diseños increíbles. El problema es que hay más dispositivos como el Moto G 5G Plus, y quizás otros más llamativos. Y aunque es un buen terminal, quizás no es el gran terminal que llevas esperando. Aunque si buscas un móvil que te funcione, esta es una de las mejores opciones.