Tal y como se esperaba, Nvidia ha presentado hoy la RTX 3080, la nueva generación de su tarjeta gráfica para jugadores más potente; y también como era de esperar, tecnologías como ray-tracing o DLSS han tenido el protagonismo. Lo que ha sido una sorpresa es la presentación de un modelo que va más allá aún, la RTX 3090.
Cuando Nvidia presentó la generación RTX 2000, con gráficas como la RTX 2080 o la RTX 2060, se convirtió en la pionera de una nueva era de ray-tracing en los videojuegos; esta tecnología consiste en simular los rayos de sol como en la vida real, consiguiendo un efecto mucho más realista que con la iluminación preprogramada o global que se usa normalmente.
Pero, siendo sinceros, la verdad es que si todo el mundo quería una RTX 2080 no era precisamente por el ray-tracing, sino porque era una de las tarjetas gráficas más potentes que podíamos conseguir. Y seguro que ya has notado que estamos hablando en pasado.
RTX 3080, la nueva referencia
Porque Nvidia ha aprovechado el cambio para presentar dos auténticos 'monstruos', de esos cuya influencia se seguirá notando durante años. Estas gráficas suponen un salto generacional similar al que suponen las Playstation 5 y la Xbox Series X en el mercado de las consolas; es una nueva referencia en cuestión de gráficos de ordenador.
Empezando por la gráfica más 'básica', si se le puede llamar así, la RTX 3080 está basada en la nueva arquitectura Ampere, con 28.000 millones de transistores y sustituye tanto a la RTX 2080 como a la RTX 2080 Ti; de hecho, Nvidia presume del doble del rendimiento respecto a la 2080. Es una gráfica pensada para jugar a resolución 4K y 60 frames por segundo.
La 3080 montará unos 10 GB de memoria, y precisará de una buena fuente de alimentación, con un nuevo conector de 12 pines (se incluirá un adaptador para usar dos cables de ocho pines). De hecho, para la refrigeración del modelo de referencia Nvidia ha ideado un nuevo disipador que obtiene aire frío del fondo de la caja y lo expulsa por detrás y por encima.
La RTX 3080 estará disponible a partir del 17 de septiembre, a un precio de referencia de 699 dólares; sin embargo, los modelos creados por terceros, como Asus, MSI o Gigabyte, usarán sus propios disipadores, overclocking y precio.
RTX 3090, sin compromisos
La estrella de la jornada fue la RTX 3090, que parece ser la sucesora de las Titan; por lo tanto, es una gráfica diseñada sólo para los más entusiastas, dispuestos a pagar unos 1,499 dólares de partida por una gigantesca gráfica preparada para jugar a resolución 8K, para lo que cuenta con soporte para el nuevo HDMI 2.1.
Se trata de una gráfica sin compromisos, y eso se nota al ver el disipador, incluso más grande que el de la 3080 y ocupando tres ranuras en la caja; a cambio, el rendimiento en juegos es el mejor, alcanzando los 30 frames por segundo a 8K en juegos modernos.
Por supuesto, es expecional en ray-tracing, siendo capaz de renderizar escenas completamente iluminadas en tiempo real a una buena tasa de frames por segundo. Para que esto tenga sentido, Nvidia ha anunciado que juegos como Call of Duty Black Ops: Cold War será compatible con las tecnologías RTX incluyendo ray-tracing. Otros títulos muy esperados como Cyberpunk 2077 también fueron demostrados.
Pero sin duda, la mayor sorpresa fue el anuncio de que Fortnite usará las tecnologías de RTX, con ray-tracing para mejorar los gráficos y DLSS para aumentar la resolución sin afectar al rendimiento.
RTX 3070, punto de entrada
Si no podemos hacer una inversión tan grande para dar el salto generacional, Nvidia también mostró su tarjeta de entrada para la gama RTX 3000: la nueva RTX 3070.
Este modelo permite jugar a más resolución y tasa de frames que 1440p y 60 frames por segundo, pero no llega a los 4K a 60 fps de la 3080. Aún así, Nvidia afirma que es más rápida que la 2080 Ti, por lo que será una opción muy interesante para jugar a títulos actuales sin problemas.
Con 8 GB de memoria, los precios empezarán en los 499 dólares y estará disponible en octubre.