El pasado julio Canon presentó sus cámaras EOS R5 y Canon EOS R6 generando debate entre los profesionales españoles debido a sus altas prestaciones, precio y planteando cómo la compañía estaba trabajando para hacer frente a Sony, que recientemente también lanzó la Sony A7S III. Ahora, hemos podido probar la Canon EOS R6, la más asequible de la pareja.
Esta cámara ofrece una propuesta profesional tanto a videógrafos como a fotógrafos. Equipa altas prestaciones y soluciona graves errores del pasado que ya vimos anteriormente en la gama R de Canon. La pregunta ahora es: ¿habrá conseguido contentar a todo el mundo?
Lo que sí se puede afirmar es que estamos ante una de las cámaras full frame más avanzadas del mercado, tanto que sólo los usuarios con mayor grado de conocimiento serán capaces de exprimir el dispositivo como es debido. Aunque su precio, 2.799€, ya deja claro que no es una cámara para todos.
Canon EOS R6: exuda calidad
En esta clase de cámaras de gama alta debemos darle un especial mimo al cuerpo y al diseño, ya que este es quizás uno de los puntos que más debe tener en cuenta un fotógrafo a la hora de elegir su cámara. La disposición de los botones o la ergonomía son detalles importantes que determinan su uso y el cómo trabajamos con ella.
Estamos ante una cámara mirrorless y full frame. ¿Qué quiere decir esto? Que no es ni especialmente grande ni pesada. No es tan pequeña y compacta como la Canon EOS M6 Mark II o la G5X Mark II. Estamos ante una cámara profesional liviana, y su cuerpo lo deja claro. Cuenta con unas dimensiones de 138,4 mm de ancho, 97,5 mm de alto y 88,4 mm de fondo y pesa 598 gramos sin objetivo, tarjeta y batería.
En total tenemos más de 10 botones repartidos por todo el cuerpo y 3 diales que podremos configurar. Uno cerca del botón del disparador, uno al lado de la pantalla abatible lateral y otro justo en la parte superior, al lado del dial de modos. La botonera está pensada para que la comodidad sea lo importante, eso sí irónicamente, el único botón que no nos ha acabado de convencer es el del disparador principal, que creemos que queda inclinado de más.
Por si la usabilidad no fuera lo suficientemente buena, Canon ha puesto todavía más de su parte para hacer que sea mejor todavía, ya que además de tener un pequeño joystick en un lateral para movernos por el sistema operativo, la pantalla de Canon sigue la misma estela que hemos visto en otros modelos anteriores: es absolutamente táctil. Además, tenemos una pantalla lateral articulable por completo, lo que da una buena libertad para trabajar.
En el lateral izquierdo tenemos todas las conexiones disponibles: entrada para micrófono y auriculares,un puerto para añadir un disparador remoto y un puerto HDMI de salida tipo D. En el lado contrario nos encontramos con la doble ranura SD, un detalle súper importante y que no incluyó en la Canon EOS R.
Sobre el diseño el único punto flaco que le encontramos es que al cuerpo le sobra plástico. Aunque es de una enorme calidad, pero quizás la decisión de elegir estos materiales para aligerar la cámara la ha lastrado un poco a la hora de tener un acabado premium.
Una todoterreno con un problema
En nuestras pruebas hemos usado dos objetivos de la gama RF de Canon: el 24-70 F2.8 IS USM y el 24-105 F4 L IS USM. Estos dos objetivos nos han servido para sacar el máximo partido a la canon EOS R6, ya que son dos de las mejores alternativas para fotógrafos profesionales.
La mayoría de su magia reside en el sensor CMOS de 20,1 MP, pues es el mismo que el de la Canon 1DX Mark III, un dispositivo que ronda los 7.000 euros, más del doble que esta R6. Sin embargo, una de las grandes ventajas de esta R6 es su capacidad de disparar con obturador mecánico a 12 fps,y con electrónico, a 20. Esta ráfaga es tan buena que, si te despistas, puedes llenar una tarjeta SD sin darte cuenta.
Más allá de la velocidad, lo importante es la calidad de imagen que consigue esta cámara. Los colores directos que saca esta R6 son espectaculares, y casi no hace falta ni editarlos (aquí puedes ver ejemplos).
Eso sí, es imposible no hablar del sobrecalentamiento de esta cámara, que ha copado titulares. En nuestras pruebas hemos comprobado que sí, tiene problemas puntuales de sobrecalentamiento en cargas de trabajo muy exigentes como trabajo cinematográfico continuado.
Siguiendo con el rendimiento general, hemos de hablar del rendimiento ISO, donde en rangos muy altos la cámara ha sabido mantener el tipo. No es la mejor cámara del mercado en este sentido -la reciente Sony A7S III promete ser mejor en este apartado-, pero si por cuestiones de trabajo necesitamos tirar a mucho ISO, no tendremos demasiados problemas. Hemos llegado a hacerlo en rangos de 25.600 sin perder demasiado detalle.
Otro de los puntos fuertes de la R6, a diferencia de la RP o la R, es que cuenta con estabilización en el cuerpo y su autoenfoque es excelente. En los momentos en los que hemos hecho ráfagas completas de fotografías el autoenfoque ha trabajado sin problema y no hemos encontrado inconvenientes de enfoque o estabilidad, ya que enfoca a los ojos y luego a la cara.
Por su parte, el estabilizador en el cuerpo de 8 pasos nos ha encantado. Hemos podido sacar fotos a mano alzada con muy poca luz, tirando de velocidad de obturación (un modo que precisa casi de forma obligatoria un trípode) y grabando vídeo sin gimbal. Los resultados también han sido excepcionales. Eso sí, si usamos el estabilizado mejorado en vídeo, aplicaremos un pequeño recorte. En el vídeo de más abajo tenéis un ejemplo.
El visor electrónico que incorpora la EOS R6 tiene una tasa de refresco a 120 Hz y usa tecnología OLED. Es de 5 pulgadas y su calidad de imagen nos ha encantado, teniendo hasta 3.69 millones de puntos. Todos aquellos que estén acostumbrados a disparar con este tipo de visores se encontrarán con uno de los mejores del mercado.
El único punto negativo en cuanto a rendimiento ha estado en la batería. Si bien no es malo en absoluto, en fotografía nos ha dado para unas 500 fotografías, quedándose lejos de algunas soluciones incluso dentro del catálogo de Canon. Esto, por supuesto, dependerá de si usamos la pantalla abatible o el visor electrónico, que consume más.
¿Merece la pena?
La Canon EOS R6 es una cámara de corte profesional que, además, estrena objetivos de igual calado de la gama RF. El cuerpo solo vale 2.799 euros en la tienda de Canon. Los objetivos usados para estas pruebas son el 24-105 F4L IS USM que cuesta 1.279 euros y el 24-70 F2.8L IS USM que cuesta 2.679 euros. Unos costes que se salen por completo del espectro del puro aficionado.
Un coste que hace que la cámara indice que no es para todo, sino que está pensada en aquellos profesionales para los que cámara es una herramienta de trabajo. Y es que cabe tener en cuenta su polivalencia pues funciona tanto para sets fotográficos como para vídeo.
Pese a los problemas de sobrecalentamiento, que se esperan que se solucionen con una actualización de software, la Canon R6 nos parece una de las mejores opciones del mercado, especialmente para aquellos que estén acostumbrados a los menús y al tratamiento de color de sus equipos.