Una de los grandes inconvenientes de la realidad virtual es la limitación de espacio; incluso proyectos pioneros en España como Zero Latency, que ofrecen experiencias en entornos controlados, tienen sus limitaciones.
La realidad virtual nos sumerge en un mundo que no es el nuestro, dándonos la posibilidad de experimentar cosas que están fuera de nuestro alcance en la vida real. Pero hasta los visores de realidad virtual que dan más libertad, como el Oculus Quest 2 sin cables, necesitan limitar el espacio que vamos a usar.
Al fin y al cabo, los mundos representados en realidad virtual son mucho más grandes que nuestra habitación o salón de estar. Así que los juegos y experiencias en realidad virtual no tienen más remedio que usar métodos como el movimiento predefinido.
Moverse en realidad virtual
Ahora llega la startup Virtuix con la intención de cambiar eso con un nuevo dispositivo, llamado Omni One. Se trata básicamente de una cinta de correr que funciona en todas direcciones, por lo que es capaz de detectar la manera en la que nos movemos y trasladarla a los juegos que estamos disfrutando en realidad virtual.
Este dispositivo ocupa algo más que una persona, porque la idea es que nos subamos en él. La base es deslizante, con un tratamiento de baja fricción que hace que nuestros zapatos deslicen por ella; por lo tanto, podemos andar sin movernos del sitio, y esos toques de pie serán captados y traducidos en movimiento en la aplicación.
El resultado debería ser un movimiento mucho más realista, que se ajusta a lo que creemos que estamos haciendo; en realidad, no nos movemos, pero entre la imagen que vemos en el visor y la sensación de los pies, la idea es "engañar" al cerebro.
Además de andar y correr, el sistema detecta otros movimientos como cuando nos agachamos o hincamos una rodilla en el suelo; eso puede ser especialmente útil en algunos juegos, como los de disparos.
Explorando los límites
Por supuesto, andar en una superficie deslizante con los ojos tapados suena algo peligroso, y Virtuix es consciente de ello. Por eso esta plataforma cuenta con un arnés incorporado que nos sostiene la cadera y la parte superior de la espalda; eso también sirve para detectar más movimientos, pero es especialmente importante para cogernos en caso de tropiezo. El brazo mecánico básicamente nos sostiene mientras movemos los pies.
Esta no es la primera vez que se intenta algo parecido, pero la ventaja del Omni One es su tamaño, que no es pequeño pero tampoco excesivamente grande. Además, es posible plegarlo para guardarlo cuando no lo estemos usando.
Este dispositivo no se vende por separado, sino con un visor de realidad virtual; Virtuix quiere hacerle la competencia a Oculus con una tienda de apps propia. Eso también significa que sólo los juegos compatibles podrán hacer uso de esta plataforma, aunque sus creadors prometen que habrá treinta títulos en el lanzamiento, con diversas experiencias de varios géneros.
Un lanzamiento que aún queda lejos. Virtuix está buscando financiación a través de un sistema que permite comprar acciones cambio de conseguir un descuento para el producto final; la compañía aclara que no se trata de un sistema de reserva y que la mayoría de usuarios debería esperar al lanzamiento, que aún no tiene fecha.