El nuevo Oculus Quest 2 ya ha llegado a España, y con él llega de nuevo la promesa de hacer la realidad virtual accesible para todo el mundo. Con Facebook apostando fuerte por esta tecnología, el nuevo dispositivo de Oculus tiene muchas promesas que cumplir.
Al fin y al cabo, el primer Oculus Quest fue uno de los lanzamientos más importantes de la historia de la realidad virtual. La imagen que muchos tenemos aún de esta tecnología es la de las películas de la década de los 90: dispositivos enormes y aparatosos, con incontables cables y sin libertad de movimiento. Así es como eran los primeros dispositivos Oculus, la verdad.
Desde que está bajo el paraguas de Facebook, Oculus se ha centrado en cambiar esa imagen; primero con el Oculus Go (que no tuvo el éxito deseado) y luego con el Oculus Quest, el primer dispositivo de realidad virtual independiente que realmente podíamos recomendar. Ahora llega su sucesor, el Oculus Quest 2, con un precio más bajo, más potencia y menos peso. ¿Estamos ante una segunda revolución en tan poco tiempo?
Así es el Oculus Quest 2
- Pantalla - LCD
- Resolución - 1832 x 1920 píxeles por cada ojo
- Frecuencia de refresco - 72 Hz en el lanzamiento, 90 Hz en una futura actualización
- Distancia pupilar - Tres ajustes: 58, 63 y 68 mm
- Procesador - Qualcomm Snapdragon XR2
- Memoria - 6 GB RAM
- Almacenamiento - 64 GB o 256 GB
- Sonido - Altavoces y micrófono integrados, salida de jack de 3,5 mm
- Batería - Entre dos horas (juegos) y tres horas (multimedia).
- Carga - Por puerto USB-C, recarga completa en dos horas y media.
- Seguimiento - Seis grados de libertad, seguimiento de manos
- Zona de juego - 2 x 2 metros mínimo recomendado.
- Peso - 503 gramos.
- Dimensiones - 191,5 mm x 102 mm x 142,5 mm (con la correa plegada).
- Mandos - Dos, de dimensiones 9 x 12 cm, peso de 126 gramos, necesitan una pila AA cada uno (incluida en la caja).
- Precio - 349 euros
El Oculus Quest 2 trae consigo importantes cambios respecto al modelo original; en algunos casos son mejoras concretas, mientras que en otros suponen una manera diferente de hacer lo mismo.
Sigue siendo un visor de realidad virtual con todo incluido; por lo tanto, no tenemos que conectarlo a nuestro ordenador o a otro dispositivo para disfrutarlo. Viene con un sistema basado en Android incluido, capaz de ejecutar juegos y aplicaciones publicados en la plataforma de Oculus; es compatible con muchas apps del Oculus Quest original y del Oculus Go, pero no con todos. Algunos juegos no sólo se han adaptado al Quest 2, sino que también han recibido mejoras para aprovechar su mayor potencia.
Ligero y con correas
A simple vista, el Oculus Quest 2 es muy diferente respecto al Quest 1, y no me refiero simplemente a la elección de color. Oculus ha conseguido crear un dispositivo más potente, que al mismo tiempo es más ligero y pequeño. Es mucho más fácil cogerlo y ponértelo en la cabeza, y podemos llevarlo durante mucho más tiempo sin molestias.
Incluso después de una hora de juego, no he sentido en ningún momento molestias en la nuca o la cabeza; pero no ha sido una experiencia perfecta. Y es que, seguramente para recortar gastos, el Oculus Quest 2 no usa el mismo sistema que el primer Quest para adaptar el dispositivo a nuestra cabeza, optando en cambio por unas simples correas. Seré sincero: estas correas no dan una buena sensación, parecen baratas y poco fiables; al menos Oculus ofrece el sistema del primer Quest (que llama "correa Elite") como opción, pero realmente debería haber venido por defecto.
El segundo obstáculo está en las propias gafas. El Quest 2 no tiene una pantalla para cada ojo, sino un único panel con dos lentes; como resultado, no tenemos los mismos controles para adaptarlas a nuestra vista. Las propias lentes se pueden poner en tres sitios diferentes, pero es posible que no encuentres la que mejor se adapta a la posición de tus ojos. De hecho, el propio software del Quest 2 recomienda ajustarse el visor a las bravas, moviéndolo hasta encontrar el punto justo.
Adaptarse al Oculus Quest 2 es más difícil de lo que debería; es algo frustrante, porque la calidad de la experiencia de realidad virtual depende mucho de ponerse bien el dispositivo. El ángulo equivocado puede terminar mareándonos, como fue mi caso inicialmente; algo que me sorprendió porque nunca tuve ningún problema con el Quest 1.
La mejor experiencia
Pero que estos obstáculos no te echen para atrás, porque una vez que consigues adaptar el dispositivo a tu cabeza, merece la pena. El Oculus Quest 2 parte de la base del Quest 1, y por lo tanto coge algo muy bueno y lo hace incluso mejor.
El mero hecho de estar en el menú principal ya es algo diferente a lo acostumbrado; si es la primera vez que pruebas la realidad virtual, no me extrañaría que te quedases un buen rato sólo probando las casas virtuales que Oculus ofrece como entornos para el menú principal.
Lo recomendable es jugar al tutorial, que nos enseñará conceptos como usar los mandos de control para coger objetos en el mundo virtual, o nos acostumbrará a mirar en todas direcciones para captar diferentes eventos que, de otra manera, perderíamos.
La plataforma de Oculus ha tenido tiempo de madurar, y lo ha hecho. Ahora es más fácil encontrar los juegos que queremos, usar nuestras aplicaciones favoritas y en general, disfrutar de las posibilidades que ofrece.
Juegos mejorados
También hay muchos más juegos disponibles, y de todo tipo. Uno de los que más está dando que hablar últimamente es Population: ONE, un battle royale al estilo de Fortnite, pero en realidad virtual.
Los juegos de terror son especialmente populares, y seguro que has visto a más de un streamer enfrentarse a ellos. Juegos como The Walking Dead: Saints & Sinners o Layers of Fear son experiencias terroríficas.
Pero la realidad virtual también sirve para relajarse y buscar otras experiencias; podemos pescar tranquilamente en Real VR Fishing, o incluso hacer ejercicio con Supernatural. Todos estos juegos aprovechan muy bien el hardware del Oculus Quest 2.
Buena parte de culpa de esta experiencia mejorada la tiene la mayor potencia disponible para los desarrolladores; el Snapdragon XR2 ha demostrado ser una buena elección, teniendo en cuenta que es capaz de ejecutar aplicaciones viejas y nuevas sin problemas.
Esta potencia adicional también ha permitido mejorar los juegos existentes; muchos de los clásicos de la plataforma, como Arizona Sunshine han recibido nuevos gráficos con texturas mejoradas. Pero donde realmente se demostrará su valía es en los próximos títulos, como el nuevo Medal of Honor o Warhammer 40,000: Battle Sister.
Esta potencia adicional casa perfectamente con la otra gran novedad de hardware del Quest 2: la nueva pantalla. Inicialmente había algo de polémica, ya que Oculus ha optado por un único panel LCD, pero puedo confirmar que ha sido la elección correcta.
El principal cambio lo vemos en la resolución, que ahora es muy superior (un 50% concretamente) respecto al modelo original; como resultado, los entornos se notan mucho más detallados, incluso en juegos antiguos que no han recibido cambios aún. El mero hecho de aumentar la resolución ya hace que se vea mucho mejor; también elimina completamente ciertos efectos negativos aún estaban en el Quest 1, como el "efecto de puerta de pantalla" que hace que se noten las líneas entre los píxeles.
La imagen en el Oculus Quest 2 es por lo tanto nítida y limpia, pero también es rápida. Aunque no he podido probar la actualización a 90 Hz (quedándome en 72 Hz por ahora), he podido comprobar que los tiempos de respuesta han mejorado respecto al modelo anterior, lo que se traduce en imágenes menos borrosas y más claras.
La pantalla puede ser un buen motivo para dar el salto si tenemos un Quest 1; y si no lo tenemos, puede ser la excusa que nos hacía falta.
Detecta las manos
Una de las mejores decisiones de Oculus con el Ques 1 fue incluir dos mandos de gran calidad; con el Quest 2, estos mandos han sido rediseñados, pero en cuanto a tecnología, son muy similares.
Los principales cambios son ergonómicos; los mandos son más grandes y se adaptan mejor a nuestra mano, algo ideal para las sesiones más largas. Me ha dado la sensación de que ahora es más fácil llegar a todos los botones, y lo mejor es que no se notan más pesados que los originales. Da igual el juego, se comportan muy bien, aunque no estoy seguro de si realmente registran mejor el movimiento y mis dedos; los mandos del Quest 1 ya eran muy buenos en ese sentido.
Claro, que no necesitas usar los mandos. El Oculus Quest 2 también es compatible con la detección de manos, gracias los sensores y cámaras instalados; eso significa que es capaz de saber dónde están nuestras manos y registrar nuestros gestos y movimientos.
En la práctica, no es tan natural como suena; y es que la mayoría de juegos están diseñados para ser jugados con mando. En realidad, lo que el Quest 2 hace en esos casos es traducir nuestros movimientos a lo que haríamos si estuviésemos usando el mando. Además, sigue siendo algo raro navegar por menús.
Pero no me cabe ninguna duda de que este es el futuro, y que si esta tecnología sigue avanzando, probablemente los futuros dispositivos de Oculus no vengan con mandos. Podremos usar nuestras manos como lo haríamos en la vida real, un concepto muy emocionante.
Conecta a tu ordenador
El Oculus Quest 2 es un dispositivo independiente, que no necesita estar conectado por cable a un ordenador como el Oculus Rift; pero eso no significa que no puedas hacerlo.
Gracias a Oculus Link, podemos instalar un programa en nuestro ordenador Windows y usar el Quest 2 como un visor similar al Rift. Sin embargo, Oculus no pone fácil esto, ya que es necesario usar un cable USB-C rápido (el que viene con el cargador no vale); en mis pruebas, he podido usar un cable USB 3.0 de USB-C a USB-A sin muchos problemas, aunque lo recomendable es contar con un cable como el que Oculus vende.
Una vez solventada la configuración inicial, la experiencia en un PC es muy buena; aunque depende en buena medida de la potencia de tu ordenador y de encontrar títulos compatibles. Oculus permite ejecutar juegos que están en otras plataformas como Steam, aunque tendrás que tocar la configuración antes.
La cuestión de Facebook
El lanzamiento del Oculus Quest 2 se ha visto empañado por el anuncio de que a partir de ahora es obligatorio usar una cuenta de Facebook para poder disfrutar de los servicios de Oculus; si ya teníamos una cuenta de Oculus, tenemos que asociarla con la de Facebook. Al menos podemos elegir una foto de perfil diferente para usarla en Oculus.
Esto no es un problema como prerequisito (todo el mundo tiene una cuenta de Facebook) ni afecta al funcionamiento del sistema (no he notado cambios a la hora de usar el dispositivo), pero sí que tiene implicaciones para la privacidad.
El Oculus Quest 2 es el primer dispositivo de videojuegos que obliga a usar nuestro nombre real y una foto de nuestra cara; ya que esos son dos requisitos para tener una cuenta de Facebook. Es algo que ningún fabricante de consolas ha pedido nunca, por ejemplo.
También es el primer dispositivo que puede terminar siendo un pisapapeles si dices cosas que no deberías en la red social. El propio vicepresidente de Facebook Reality Labs, Andrew Bosworth, ha recomendado a los compradores que se aseguren de que su cuenta de Facebook está "en buen estado", después de admitir que ya se han dado casos de usuarios que no han podido seguir usando su dispositivo. Además, si decidimos borrar nuestra cuenta de Facebook, también perderemos los juegos que hayamos comprado.
Siendo sinceros, es algo que no afectará a la mayoría de la gente; pero sí que molestará especialmente a los entusiastas, que no están interesados en la parte social y que sólo quieren disfrutar de lo último en realidad virtual. Desde el mismo momento en el que Facebook compró a Oculus, esta integración era inevitable; tal vez la sorpresa es que haya llegado tan pronto, cuando la realidad virtual aún no es popular y sigue dependiendo de estos entusiastas.
Al menos, puede haber un consuelo. Facebook ya ha implantado nombres falsos y avatares en Facebook Gaming; hay alguien en la compañía que parece comprender que muchos usuarios prefieren tener un perfil de jugador y otro "real", y espero (deseo) que Oculus siga los mismos pasos.
Paso al frente, no salto
El Oculus Quest original fue uno de los productos que más me entusiasmaron el año pasado, probablemente el que más. Fue el primer producto de realidad virtual que me hizo ver que esta tecnología tenía futuro; que, esta vez sí, la realidad virtual podía llegar al gran público. Las expectativas que tenía este año tal vez eran demasiado altas.
Comparado con su predecesor, el Oculus Quest 2 no es tan revolucionario ni de lejos; aunque da la sensación de que tampoco pretende serlo. Es un producto que avanza en los caminos ya andados por el Quest 1, pero no crea nuevos.
El Oculus Quest 2 hace lo mismo que el Oculus Quest, pero mejor. La experiencia es indudablemente superior, pese a algunos sacrificios para conseguir un precio más atractivo.
La lógica es aplastante: el Oculus Quest 2 es el mejor dispositivo independiente de realidad virtual del mercado. No es tan bueno como podría haberlo sido, pero en perspectiva, tal vez eso no importe tanto; lo demuestra el hecho de que el Quest 2 yasea realmente difícil de conseguir en tiendas como Amazon, y tiene pinta de que se convertirá en uno de los regalos de estas Navidades. En ese sentido, la revolución puede esperar.