Probamos el mejor televisor de Samsung: mucho más que calidad 8K
El Samsung Q950TS QLED 8K es el mejor televisor de la compañía coreana en España. Analizamos el modelo con mejor calidad de imagen y un diseño minimalista.
16 diciembre, 2020 02:22Noticias relacionadas
Cuando hace casi tres años me mudé de un pequeño piso de Chamberí a las afueras de Madrid lo tenía claro: quería un televisor grande, que las pulgadas mandasen en el salón. Acabé comprando un televisor Samsung de gama media-alta de 65 pulgadas con resolución 4K, capacidades multimedia, optimización para juegos. Encantado con él, hasta que Samsung me hizo probar el Q950TS QLED 8K, y supe que no había vuelta atrás.
El Q950TS es el modelo de televisor tope de gama de 2020 de la compañía coreana y está disponible en tres tamaños (65, 75 y 85 pulgadas). Para nuestra reseña he probado el de menores dimensiones, manteniendo así las pulgadas que ya tenía en mi salón. Pese a no tener el impacto de crecer en pulgadas, el salto de experiencia ha sido radical, yendo mucho más allá de la nitidez o la calidad de imagen.
El Q950TS es un producto premium. No es apto para todos los bolsillos y hay que categorizarlo como tal. Su precio oficial parte de los 5.499 euros y llega hasta los 11.999 euros para el modelo de mayor tamaño. Con lo que es de justicia exigirle no sólo que se vea bien sino que tiene que acompañar todo lo demás.
Diseño
Lo más llamativo del diseño es que está llevado a la mínima expresión. Los marcos están reducidos a la mínima expresión lo que provoca una sensación de inmersión en el contenido instantánea, dando una sensación de que no hay televisor. De hecho, al cambiar un televisor por otro en casa, la sensación al ocupar menos espacio en el salón era que el Q950TS era más pequeño. Pero nada más lejos.
Cuenta con una peana que le inclina ligeramente para mejorar el visionado de contenido. Aunque por su delgadez y elegancia, está pensado para ser colgado de la pared. Algo que fomenta gracias a un soporte de pared no gap y un único cable que va a One Connect, el particular centro de mandos donde conectaremos todos los dispositivos que queramos.
El diseño minimalista de la pantalla Infinity aprovecha el 99% de la superficie frontal del televisor. Tiene un grosor de 15 mm que le hacen pasar desapercibido tanto cuando estamos viendo películas o series, así como si no estamos viendo nada. Y es que el televisor de Samsung cuenta con Ambient Mode, una forma de camuflar nuestro TV con el entorno y evitar un gigantesco cuadrado negro cuando la tenemos apagada.
Calidad de imagen
Si el diseño es impresionante, más lo es lo primordial: la calidad de imagen. Samsung sigue apostando por la tecnología QLED, el semiconductor que emite luz según el tamaño de la señal que recibe y que cuenta con la ventaja de reproducir colores vibrantes y realistas sin temor a degradación con el tiempo, algo que sí sucede con otro tipo de tecnología.
Lo cierto es que el panel es una delicia. Tenemos un volumen y una variedad de color con 1.000 millones de colores, así como un alto rango dinámico (Quantum HDR 3000) para ver los detalles con nitidez y negros profundos con el sistema de retroilmuniación Full Array Elite. Además, el ángulo de visión está muy trabajado y casi no importa dónde nos coloquemos del salón que no tendremos distorsión de colores o reflejos.
Pero más allá de la tecnología del panel, toda la magia llega de la mano del procesador 8K, que no sólo hace que se pueda ver el contenido que se está probando en 8K, sino que escala la calidad de imagen a través del machine learning. Denominado por samsung como AI Upscaling es capaz de crear texturas con perfección, bien detalladas y reduciendo el ruido de la imagen. Se nota la diferencia del contenido 4K de calidad adaptado, es una nueva realidad.
Además, el procesador también tiene la capacidad de ajustsar el brillo o la intensidad de la imagen si detecta variaciones en la iluminación, lo que permite adaptarse tanto al tipo de escena como a la luminosidad de la sala. Esta asistencia que realiza gracias a la inteligencia artificial evitará la configuración manual que hasta ahora teníamos que hacer en otro tipo de televisores.
Más allá de disfrutar de películas o series en el Q950TS, el mayor salto que he notado ha sido en la experiencia gaming. Gracias a su baja latencia y su tecnología optimizada he notado como si mi PlayStation 4 Pro, de pronto, funcionara mejor. Aún no he podido probar el televisor con la nueva generación de consolas, pero sí lo he hecho con el mismo juego en mi Samsung antigua y en esta QLED 8K. Sencillamente, es un enorme salto generacional. Va mucho más fluido, responde mejor y se ve mejor. Sirve para ganar partidas.
Cuidado del sonido
Uno de los principales puntos débiles de los televisores que apuestan por la delgadez extrema como seña de identidad es la calidad de sonido. Al sacrificar espacio físico se pierde la posibilidad de contar con un buen sistema de altavoces. Samsung sin embargo en este modelo ha conseguido cuadrar el círculo y tener lo mejor de ambos mundos.
En la parte trasera encontramos una serie de altavoces con 70W y woofer incorporado que permiten una nitidez para música y diálogos a la altura de la gama. El televisor cuenta además con una serie de tecnología adicional que optimiza el sonido.
Así por ejemplo cuenta con el sistema OTS+, con el que sigue un objeto alrededor de la pantalla, lo que da una mayor sensación de inmersión, o la función Active Voice Amplifier (AVA) que da más claridad a los diálogos cuando detecta un sonido constante. Lo cierto es que en cualquier caso se tiene una mejor experiencia con una barra de sonido o un equipo dedicado a ello. Samsung es consciente y por eso el Q950TS se puede sincronizar con sus barras de sonido para funcionar en armonía.
Tizen toma el mando
Pero, ¿qué es la calidad de imagen y sonido sin una buena interfaz para ver rápido el contenido? Ahí es donde entra en juego Tizen. Desde el mando podremos tener acceso directo a Netflix, Amazon Prime Video o Rakuten TV, sin embargo, desde la home tendremos casi cualquier aplicación de contenido en streaming que se nos ocurra: desde Apple TV a Disney+ o HBO, pasando por canales gratuitos hasta plataformas como Steam Link, desde la que podremos vincular nuestro PC.
Además, el televisor está conectado con el hogar y podremos manejarnos con Bixby, Alexa o el Asistente de Google a nuestro antojo. Podremos desde pedirle contenido hasta gestionar la iluminación, la calefacción o el horno.
El sistema también permite hacer mirroring de nuestro teléfono (aunque no sea Samsung) y enviar contenido al televisor. Aunque si queremos hacerlo con un toque con Tap View, será necesario tener un móvil de la marca.
Eso sí, un detalle que arrastra Tizen desde hace generaciones es la aparición de publicidad puntual, algo que también sucede en otros sistemas, pero que puede provocar rechazo del cliente.
¿Me lo compro?
El Q950TS no es para todos y su precio es una barrera de entrada importante. Sin embargo, si estamos dispuestos a invertir entre 5.500 a 12.000 euros no nos vamos a arrepentir. Con este televisor Samsung viene a marcar el camino que está siguiendo la compañía en la nueva generación de dispositivos.
El televisor ahora es más que un dispositivo desde el que ver contenido. Con la nueva realidad del teletrabajo se ha convertido en el centro del hogar. Interactuamos con él, podemos conectarnos para tener reuniones, seguir clases online o manejar los diferentes dispositivos IoT que tengamos en casa.
En suma, Samsung ha conseguido con el Q950TS una auténtica obra de ingeniería electrónica en el que no sólo es un gustazo ver series y películas, sino que también tiene un diseño cuidado y que encaja en la decoración de cualquier salón.