Han pasado trece años desde que cofundador de Apple, Steve Jobs, predijese ante un público de millones de personas la llegada de la 'era Post-PC'; irónicamente, en este 2020 ha sido Apple la que más razones ha dado para seguir usando un ordenador personal.
Ya es evidente que los rumores de la muerte del PC fueron exagerados; las ventas se han recuperado poco a poco, mantenidas por el sector gaming y profesional. El pasado enero, antes de la llegada de la pandemia mundial, los ordenadores subieron en ventas por primera vez en siete años.
El fomento del teletrabajo, como resultado de las restricciones impuestas para la lucha contra el coronavirus, ha motivado a muchos usuarios a renovar su ordenador personal. Y esto es sólo el principio.
Apple revoluciona el ordenador
Qué mejor motivación que una revolución completa del ordenador personal; una como la que Apple ha liderado este 2020 con el lanzamiento de sus primeros modelos de Mac con procesador M1.
Apple confirmó el secreto a voces en junio: sus Macs y MacBooks ya no usarán procesadores Intel, optando por chips diseñados por la propia Apple. De esta forma, la compañía de la manzana busca repetir el mismo éxito que tuvo cuando hizo lo mismo con los iPhone, para dejar de depender de terceros para sus productos.
Los primeros modelos con el nuevo Apple M1 ya están disponibles: el nuevo MacBook Air, el nuevo MacBook Pro, y el nuevo Mac Mini; todos han supuesto un antes y un después para el sector. El nuevo procesador de los MacBook es más potente, y lo mejor es que lo consigue consumiendo menos batería.
Las comparaciones dejan a los MacBook con procesador Intel muy mal parados. Hasta el modelo más barato, el nuevo MacBook Air con Apple M1, es capaz de superar al MacBook Pro de 16 pulgadas pese a costar menos de la mitad.
Pero no es sólo una cuestión de hardware; Apple ha comprendido que de nada sirve tener un ordenador más potente, si no puedes usar las aplicaciones que quieres. El Apple M1 usa una arquitectura diferente (ARM) a los procesadores Intel (x86); como resultado, no puede ejecutar de forma nativa ninguno de los programas desarrollados para los Mac lanzados en los últimos años.
La solución de Apple es magistral, y consta de varias partes. Para empezar, gracias Rosetta, macOS es capaz de ejecutar programas x86 'traduciéndolos' a ARM; por lo tanto, ni el usuario ni el desarrollador tienen que hacer nada para ejecutar sus programas en los nuevos Mac. Tus apps favoritas siguen funcionando en los nuevos Mac, y en muchos casos incluso mejor.
Apple también ha aprovechado el salto a ARM para por fin juntar sus plataformas: macOS ahora puede ejecutar apps de iOS, incluyendo aplicaciones para iPhone. Aunque no todas están disponibles (los desarrolladores tienen que aprobarlas), sólo eso ya supone que millones de aplicaciones estarán potencialmente disponibles en macOS. Además, Apple también ha creado el concepto de App Universal, que permite crear una sola app para todos los dispositivos de la compañía.
El 2021 será histórico
El lanzamiento de la nueva plataforma de Apple ha sido tan exitoso que parece hasta fácil, pero los más grandes del sector llevan demasiado tiempo intentando lo mismo sin éxito. En Microsoft deben sentirse especialmente dolidos; llevan ocho años, desde el lanzamiento de la fallida Surface RT, intentando dar el salto a ARM.
Este mismo año lo intentó de nuevo, con la Surface Pro X; un dispositivo excepcional que cojeaba en la misma pata que siempre: el software. Eso está a punto de terminar: Windows 10 para ARM por fin ha recibido soporte completo de aplicaciones x86, y por fin podremos usar todos nuestros programas.
Para el 2021, podemos esperar el lanzamiento de los primeros ordenadores Windows con procesador ARM que aprovechen estos avances; y Qualcomm, la gran aliada de Microsoft en esta aventura, tendrá que ponerse las pilas para alcanzar a Apple. El lanzamiento de Windows 10X será otra pieza importante del puzle.
Pero Apple sólo acaba de empezar. Los nuevos Macs presentados este año representan el primer paso, como demuestra el hecho de que estéticamente no hayan cambiado nada respecto a los modelos con Intel. El verdadero cambio llegará en el 2021, con la llegada de nuevos MacBooks más ligeros, con pantallas mini-LED que se aprovechan de las ventajas del Apple M1 como los bajos costes de producción.
También se espera un nuevo iMac, un nuevo ordenador de escritorio que prácticamente será una tablet flotante. Tal vez la profecía de Steve Jobs se cumplirá de una manera diferente. Sea como sea, el 2021 será un año histórico para los ordenadores personales.