La Asociación Europea de Consumidores (BEUC por sus siglas en inglés) ha anunciado que ha pedido una investigación sobre los fallos en los mandos de la Switch a las autoridades de protección del consumidor en los países miembros (incluida España) y a la Comisión Europea.
El llamado drift que sufren los 'joy-con' de la Nintendo Switch es un fallo muy común, especialmente en las unidades vendidas durante los primeros años de vida de la consola. Se produce cuando el juego reconoce movimiento, cuando en realidad el jugador no está moviendo la palanca de dirección (joystick).
Como resultado, el personaje puede empezar a moverse por su cuenta, o el menú que tenemos seleccionado puede cambiar, sin que hagamos nada. Este es un fallo en el reconocimiento del movimiento de la palanca de dirección, y no del software de la consola.
El fallo de los mandos de la Switch
Dependiendo de la gravedad, este fallo puede hacer que no podamos seguir jugando, ya que el personaje no responderá a nuestras acciones. También podemos pensar que el mando ha dejado de funcionar correctamente, o que hay algún fallo en la conexión inalámbrica con la consola. Sin embargo, no desaparece pese a reiniciar la consola o la conexión.
Este problema es tan común, que para los aficionados se ha convertido en un desafío encontrar mandos que no lo tengan. Según los testimonios que el BEUC ha recogido, en el 88% de los casos los mandos se rompieron en los primeros dos años de uso, lo que indicaría un problema fundamental de diseño.
El BEUC afirma que los consumidores asumen que los productos que compran durarán una cantidad "apropiada" de tiempo, no que deban pagar por reemplazos por un defecto técnico.
Miles de quejas
La organización ha recibido unas 25.000 quejas de toda Europa, incluyendo Francia, Bélgica, Portugal, Italia y Grecia. Una cifra que le ha llevado a realizar una reclamación oficial a las entidades de protección del consumidor, tanto a nivel nacional como europeo.
El BEUC ha solicitado a la Comisión Europea y a las autoridades nacionales de cada país, que inicien una investigación contra Nintendo y los problemas de estos mandos. La petición se basa en las reglas europeas contra la obsolescencia programada, cuya regulación fue iniciada en el 2020 después de varios escándalos relacionados con empresas tecnológicas, como Apple y su polémica de la ralentización de móviles viejos.
El documento indica que las prácticas de Nintendo, al vender un mando con un diseño posiblemente defectuoso, infringirían esas mismas reglas de obsolescencia programada. Al mismo tiempo, Nintendo habría perjudicado a los consumidores, sino que también habría generado basura electrónica innecesaria en forma de mandos rotos.
El BEUC pide a Nintendo que encuentre una solución apropiada para los miles de consumidores que se verían afectados por este problema. Por su parte, Nintendo no ha realizado declaraciones al respecto, por ahora.
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