Pronto tendrá lugar una nueva misión espacial histórica para la humanidad: el vuelo del mini helicóptero autónomo Ingenuity, el primero referente a una aeronave de menos de 2 kilos de peso. El rover Perseverance lo ha dejado caer en la superficie marciana, y quizás podamos presenciar el vuelo desde España este mismo mes de abril.
Concretamente, después del 11 de abril. Tal y como ha confirmado la propia NASA en Twitter, el vuelo se hará "no antes" del día 11 de abril, con la esperanza de recibir datos en la Tierra al día siguiente, el día 12 de abril. Y es que prácticamente están todos los preparativos listos para realizar el vuelo, al menos los más importantes.
El Ingenuity descendió hasta 10 centímetros hasta tocar la superficie marciana, después de haber estado en la 'panza' del Perseverance por bastante tiempo. Queda que el Perseverance se aleje a una zona situada a 5 metros aproximados de distancia y que este helicóptero pueda volar en las condiciones climáticas del Planeta Rojo.
Vuelo por Marte
Pero ¿por qué es tan importante? Lejos de que ya solamente el Ingenuity haya podido aterrizar en Marte sea todo un logro, no hay que dejar de pensar en que no es lo mismo volar un helicóptero (o dron) en la Tierra que en un planeta completamente distinto con una atmósfera totalmente distinta.
Marte, en palabras de la NASA, tiene una atmósfera un 1% más densa que la Tierra y recibe hasta la mitad de la energía solar en un día marciano. Las temperaturas, por ende, pueden bajar alcanzando los 50 grados bajo cero, congelando al Ingenuity y destrozándolo.
El helicóptero usará energía solar para recargarse y tendrá que recargarse y calentar sus componentes electrónicos para evitar precisamente esa congelación. Y no es fácil; este tiene que mantener al aparato caliente en las noches marcianas, para luego realizar el que será el primer vuelo motorizado en otro planeta. En un primer momento, fue el Perseverance el que llevó al helicóptero a su zona de vuelo y que este supere 5 vuelos de prueba exitosos.
Se estima que el vuelo durará unos 30 segundos, funcionará a control remoto y alcanzará una altitud de 3 metros. La idea es comprobar cómo estos pequeños aparatos consiguen adaptarse a los eventos meteorológicos de Marte, con un aire más delgado que el de la Tierra (la gravedad de Marte es un tercio de la de la Tierra, lo que evidentemente afecta a las pruebas).
Hay esperanzas; el dispositivo está diseñado específicamente para esta prueba, y si se consigue realizar el vuelo, se cree que ayudará a los científicos a expandir sus horizontes y conseguir nuevas perspectivas hasta ahora nunca conseguidas de la geología del planeta, así como explorar zonas que aún no han sido mapeadas por un rover. Saldremos de dudas el día 11 de abril, que será cuando probablemente empezará a gestarse esta prueba histórica.
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