Con el lanzamiento de los AirTags, Apple ha puesto en el mapa (de nuevo) los localizadores. En España hemos visto casos de usuarios que han aprovechado estos nuevos gadgets para realizar todo tipo de experimentos. Pero pocas veces nos acordamos de las situaciones reales, como le ha ocurrido a Dan Guido, estadounidense al que le robaron el patinete.
Por la noche del lunes, Dan se fue a cenar por la ciudad, y se movió con su patinete. Lo bloqueó con un candado de los que llevan cable, que se suelen usar para motocicletas. Después de 2 horas, el patinete despareció. La cuestión es que Dan, inteligentemente, escondió dos AirTags en el patinete, justo en la parte de atrás de la rueda trasera.
En un extenso hilo, Dan explica como fue el proceso del robo y sobre todo como recuperó el patinete. Una historia que además demuestra que la sociedad no está preparada para estas tecnologías, ya que Dan se encontró con ciertos problemas a la hora de recuperar su patinete. Y es que no sabían que Dan era un experto en ciberseguridad.
Escondiendo AirTags
Dan nos cuenta como escondió los AirTags. En el hueco de detrás de la rueda escondió uno a modo de señuelo y otro lo escondió dentro del propio motor en sí. Ambos estuvieron cubiertos con cinta negra para que fueran difíciles de encontrar. Por supuesto, Dan acudió a las autoridades para intentar recuperar el patinete mediante los AirTags.
Este patinete era bastante caro; era un Ninebot que costaba 800 dólares. Por si fuera poco, se lo robaron justo antes de tomar un vuelo desde Nueva York hasta Las Vegas, ya que Guido iba a acudir a la conferencia Black Hat de los Estados Unidos.
Es aquí donde Dan se encuentra las primeras dificultades. Aún con los AirTags funcionando y con la aplicación lista, las autoridades no quisieron saber nada en un principio del caso. La policía de Nueva York no ayudó demasiado a Dan; no estaban familiarizados con la tecnología de los AirTags y algunos llegaron a pensar que este era un truco de Dan para entrar a una tienda y robar algo, en caso de que el patinete hubiera sido vendido.
De hecho, se negaron a acompañar a Dan al lugar donde los AirTags estaban posicionados (durante una semana, de hecho). Al final lo consiguió, pero las excusas de la policía fueron variadas; que llamara al 911 otra vez, que no podían ayudarle si el patinete estaba dentro de un domicilio y sobre todo que pocos policías estaban seguros del funcionamiento de los AirTags.
Recuperando el patinete
Al final, pudo contactar con dos agentes y en una patrulla se dispusieron a conducir hasta el sitio que marcaban los AirTags escondidos. Llegaron a una tienda de bicicletas conocida como Fly E-Bike, lo que indicaba que la persona que había robado el patinete lo podía haber vendido allí.
Hay que recordar que todo esto se hizo en apenas una semana, debido a que Dan temía que si se iba a Las Vegas, los AirTags se activasen al seguir a un usuario para el que no estuviera registrado. Una medida preventiva contra el acoso que podría poner sobreaviso a los ladrones o en este caso a la gente de la tienda. Afortunadamente, los AirTags se mantuvieron quietos, por lo que la alarma no sonó.
Una vez dentro, el iPhone de Guido recibió una alerta, que mostraba que efectivamente estaba en la tienda. Rebuscando en los montones de patinetes que había ahí (todos de segunda mano), encontró su patinete Ninebot. Los empleados de la tienda por supuesto desconfiaron en un principio, incluso aunque Dan activó los sonidos de los AirTags. Después de reenlazar su patinete con la aplicación de Ninebot, Dan convenció a los empleados.
Lo más llamativo es que cuando los policías comenzaron a hacer preguntas, los empleados de la tienda no supieron qué responder e incluso se pusieron agresivos, ya que estaba claro que la tienda vendía bicicletas eléctricas y patinetes usados, pero no sabían si eran robados o si por el contrario los recibían de cualquier otro sitio. Nunca supieron quién fue la mujer que trajo el patinete a la tienda.
Finalmente, recuperaron el patinete cuyo único desperfecto era que tenía los frenos rotos. Después de una serie de altercados en la tienda (ya que los empleados se negaron a cooperar y a otorgar las imágenes de las cámaras de seguridad), Dan recuperó su patinete, recomendando a los usuarios que aprovechen las bondades de los AirTags.
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