Livall, el casco de bicicleta inteligente de Tres Cantos: de avisar de los coches a marcar la mejor velocidad
El casco inteligente de Livall incorpora un sistema de SOS de detección de caídas, intermitentes, manos libres, luces y más tecnologías para prevenir posibles accidentes.
8 septiembre, 2021 03:25Noticias relacionadas
Según la Dirección General de Tráfico, España cerró el año 2020 con 36 ciclistas fallecidos, de los cuales el 36% no llevaba casco. Estos deportistas son los usuarios más vulnerables de la carretera, ya que en caso de accidente tienen mayor probabilidad de sufrir lesiones de alta gravedad. Para mejorar su seguridad, la empresa española Livall tiene un casco inteligente repleto de tecnología centrado en la visibilidad del ciclista.
La tecnología se está expandiendo rápidamente en el mercado de los cascos, incluso ya se encuentran disponibles algunos que usan la inteligencia artificial (IA) para salvar vidas. En esta ocasión, Livall, que ha abierto una tienda en el centro comercial Plaza Norte 2 en San Sebastián de los Reyes (Madrid), apuesta por un dispositivo inteligente que va más allá de proteger al ciclista en caso de accidente.
"Los cascos tradicionales sólo protegen en accidentes, mientras que el nuestro ayuda a anticiparse. Existen cascos inteligentes con luces, pero Livall se diferencia en la incorporación de una parte acústica, con altavoz y micrófono, y un sistema SOS que nadie más tiene incorporado; además de servicios de inteligencia artificial y la conexión con una aplicación", señala Manuel Marín, cofundador de Livall, a OMICRONO.
De luces a sensores
Desde un punto de vista de diseño, Livall es un casco para bicicletas como otro cualquiera: es ligero, seguro, resistente al agua y aerodinámico. Su principal diferencia es toda la tecnología que lleva dentro, ya que incorpora desde iluminación delantera y trasera con intermitentes hasta Bluetooth, manos libres, un pequeño mando que se instala en el manillar con el que controlar varias funciones y compatibilidad con una aplicación.
Con una batería que se carga magnéticamente en apenas 20 minutos y una autonomía de hasta 10 horas si se utilizan sólo las luces, y que baja a 6 horas si también se escucha música o se habla; el casco de Livall es ligero, cómodo de usar y está repleto de sensores. El primero de ellos, el de luminosidad, permite que sea el propio casco quien encienda o apague sus luces automáticamente dependiendo de si hay o no luz por la carretera en la que se va.
"El casco también cuenta con giroscopio de posición que se activa si no detecta movimiento y activa la señal SOS, e incluye un sensor de inercia que aumenta la intensidad de la luz trasera cuando se frena para ser más visibles. En cuanto a los intermitentes, se controlan con un mando que se coloca en el manillar, pero trabajamos en un sensor para que se puedan activar con tan sólo girar la cabeza hacia el lado al que se quiera ir", comenta Manuel Marín.
Una de las características más llamativas de este casco es que en su interior integra un altavoz y micrófono. Se trata de una caja acústica muy reducida que cumple perfectamente con su función, aunque la compañía trabaja actualmente con marcas de renombre, como JBL, para crear una versión con cancelación de ruido.
"El casco, hasta 25-30 kilómetros por hora permite escuchar y hablar con claridad. Sin embargo, a partir de esa velocidad, y debido al fuerte viento, los otros ciclistas no te escuchan bien cuando hablas. El diseño está hecho para quitar ese viento, pero aún tenemos que probar los nuevos altavoces con cancelación de ruido", afirma Marín.
Pero ¿cómo funciona el altavoz y micrófono del casco? Es bastante sencillo. El usuario lleva el teléfono móvil en el pantalón o el maillot, que anteriormente ha vinculado vía Bluetooth con el casco. Al entrar una llamada, basta con pulsar el botón del mando del manillar para descolgar y hablar, y hasta controlar el volumen.
"También tenemos compatibilidad con Siri, de manera que si pulsas el botón del mando durante unos segundos no hay ni que decir 'Oye Siri', sino que basta con 'llama a mi mujer' para que haga la llamada", indica el directivo. Además, el mando también permite controlar la aplicación de cámara del móvil, por lo que se puede usar para tomar una foto de grupo.
Conectado a una app
Livall tiene dos aplicaciones para Android e iOS: una específica para bicicletas y otra para esquí. La de bicis es la que más funciones tiene, entre las que destacan tres. La primera de ellas es el sistema SOS que permite poner en la app una persona de contacto a la que el usuario quiere que se llame en caso de sufrir un accidente; aunque la compañía trabaja con la DGT para que esa llamada se haga directamente con emergencias.
"Al sufrir una caída el casco activa una cuenta atrás. Si el usuario está bien, pulsa el botón y no se manda la señal. Si está inconsciente o le da un infarto, y pasado ese tiempo no se pulsa el botón, se contacta con la persona designada en la app; quien recibe la localización exacta para enviársela a emergencias", informa Manuel Marín. En esos casos las luces del casco se ponen de forma intermitente para que puedan localizar mejor de noche al ciclista y el altavoz emite un pitido para intentar espabilar al usuario.
También se puede crear un grupo para hablar con los otros ciclistas con los que se va de ruta. "Se mete un código que compartes con ellos y la app funciona como un walkie-talkie para comunicarse fácilmente. Una función interesante para avisar de una parada para comer o para las rutas, en las que un guía explica al resto los sitios por los que pasan con la bici. El número de usuarios es infinito y se usan frecuencias que van desde el 4G al 2G", señala el directivo.
Por último, destaca la parte de inteligencia artificial que coge los datos del tráfico, del tiempo y toda aquella información que se pueda asociar a un recorrido; de manera que cuando el ciclista sale a pedalear el casco puede alertar si hay puntos negros, si hay muchos coches o si va más rápido de la velocidad ideal para pasar una curva, etc. Unas recomendaciones que tienen como objetivo "prevenir y anticiparse a posibles accidentes". Por el momento la compañía tiene cascos inteligentes para bicicletas y para esquiar, pero el año que viene se adentrará en el mundo de las motos.
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