Canon, que recientemente trajo a España la EOS R3, ha presentado una nueva cámara con un concepto radicalmente diferente a cualquier otro modelo de su catálogo: la PowerShot PX, una pequeña cámara que hace fotos por sí misma y está pensada para inmortalizar reuniones sociales y eventos sin que haya un fotógrafo detrás.
Su aspecto recuerda al de una cámara de videovigilancia, sin embargo, es mucho más ágil y compacta que cualquier modelo que se encuentre en el mercado. Entre otras cosas porque no está pensada para ser el guardián de nuestro hogar, sino para tomar fotografías y vídeos de forma autónoma en fiestas de cumpleaños, cenas o sencillamente en el día a día. Tiene que ser rápida y silenciosa, y ciertamente lo es.
En EL ESPAÑOL - Omicrono hemos tenido un primer contacto con esta nueva cámara que se pondrá a la venta de cara a la campaña de Navidad por 479,99 euros y que aspira a ser uno de los elementos indispensables para captar recuerdos en el hogar. No
Pequeña y discreta
La Canon PowerShot PX es realmente pequeña. Tiene unas dimensiones de 56,4 por 81,9 milímetros, con la idea de pasar desapercibida en el rincón de la casa que la queramos colocar. La idea de Canon es tener una cámara que tome fotos sin necesidad de interacción humana para tener recuerdos lo más naturales posibles.
La cámara también es ligera y portátil. Tiene un peso de unos 170 gramos incluyendo la tarjeta de memoria y tiene una batería de hasta 5 horas de duración, con lo que está pensada para ir moviéndola por casa sin problemas de cables o enchufes. Cuenta con salida USB-C, pero la compañía no ha confirmado aún si se puede usar mientras está cargando.
Para reconocer la escena y moverse por la estancia en la que estemos, la cámara cuenta con una base sobre la que es capaz de mover la lente en un ángulo de 340 grados en horizontal y de 110 grados en vertical. La aspiración es captar todo lo que le rodea. Este mecanismo es extremadamente silencioso, sólo sabremos que la Powershot PX está ahí por el sonido que hace al disparar una imagen o al responder a un comando.
Más allá del mecanismo, la cámara cuenta con un sensor CMOS 1/2.3 de 12 megapíxeles y una lente 19-57 mm, que Canon explica que es el equivalente a un 35 mm. Tiene una apertura de f/2.8-5, puede enfocar a una distancia mínima de 20 centímetros y dispone de un zoom óptico 3x y un digital 4x. Con respecto al vídeo, es capaz de grabar a Full HD (1920 x 1080) 59.94fps, 29.97fps, 23.98fps IPB (Standard) MP4.
Una cámara que te sigue
La cámara incorpora funciones inteligentes como la captación automática de imágenes y disparo con prioridad, con lo que es capaz de reconocer la escena por sí misma y tomar entonces las fotografías. Una adopción del know-how que Canon lleva desarrollando en sus cámaras desde hace décadas, como el reconocimiento facial, y que ahora se incorporan a este producto.
De este modo, podemos encender la cámara y despreocuparnos, que ya tomará fotos por sí misma, sin embargo, el usuario también puede tomar el control de varias formas para hacer las fotos o vídeos (de algunos segundos hasta 10 minutos) que desee.
Por un lado lo podrá hacer desde la aplicación móvil, donde además de disponer de los archivos, el usuario podrá controlar el movimiento, inclinación y enfoque de la cámara en tiempo real. Asimismo, se podrá establecer prioridad de personas para que su cara sea la que siempre salga enfocada y tenga un mayor seguimiento, algo idóneo para cumpleaños o videoblogs.
La otra forma en la que podemos interactuar con la cámara es a través de comandos de voz. Con la frase 'Hello Pixi' podremos pedirle que tome fotografías, vídeos o que enfoque a algo diferente a lo que esté haciendo. De este modo, la cámara buscará otra escena de interés en ese momento e irá a inmortalizarlo.
Estos controles de voz, que recuerdan a Siri, Alexa o Google, están disponibles en castellano, pero también en inglés, francés, alemán, italiano y ruso. Eso sí, aunque la cámara se controla a través de WiFi (o bluetooth) no se integra con ningún asistente inteligente así como no puede ser controlada desde una ubicación lejana para ser usada como cámara de videovigilancia.
Sin embargo, la PowerShot PX sí tiene otro uso muy interesante, y es la posibilidad de poder utilizarse como webcam de nuestro ordenador. De momento sólo está disponible con equipos Windows con los que puede conectarse de forma inalámbrica a ellos y poder usar la cámara como la toma de vídeo en aplicaciones como Zoom, Meet o incluso para plataformas de retransmisión en directo.