Igual que la tecnología está diseñada para hacer la vida más fácil a los usuarios, esta también tiene un papel importante en la muerte. Un debate que se ha visto avivado en España en los últimos meses respecto a la eutanasia. Ahora, vuelve a salir a la palestra con esta cápsula de suicidio asistido moderna que, además, se puede usar en algunos países del mundo.
Inventada por Philip Nitschke, activista de origen australiano en favor de la eutanasia, esta cápsula conocida como 'Sarco' fue presentada por primera vez en Venencia. Tras mostrarla al mundo y pasar por una serie de trámites legales, el uso de la misma será legal en Suiza. Hay que aclarar que en el caso de Suiza se habla de suicidio asistido, ya que la eutanasia implica que una segunda persona acabe con la vida de la persona. El suicidio asistido solo proporciona los medios para que la víctima acabe con su vida.
Esta cápsula que promete una muerte extremadamente tranquila e indolora. Por si fuera poco, está impresa en 3D. Esto permite que además de ser fácil de fabricar, y es posible instalarla en prácticamente cualquier sitio. Por supuesto, esto ha provocado todo un debate legal desde su aparición.
'Sarco', la cápsula de suicidio
'Sarco' es una cápsula de aspecto moderno, y se asemeja enormemente a un ataúd. El proceso para acabar con la vida del usuario que emplea esta máquina es simple; la cápsula queda completamente inundada de nitrógeno. Esta sustancia reduce los niveles de oxígeno de forma rápida, haciendo que la persona pierda el conocimiento y muera en un tiempo aproximado de 10 minutos.
La cápsula tiene controles internos para evitar que un usuario externo la use de forma indebida, y tiene equipado un botón de emergencia para evacuar a la persona en su interior. El invento de Nitschke se postula, según el propio inventor, como una forma de 'desmedicalizar' el proceso de la muerte, ya que actualmente las personas que quieren someterse a suicidio asistido tienen que contar con un médico para ello.
Y es que la clave de esta cápsula es su llegada a Suiza, país en el que el suicidio asistido es completamente legal. De hecho, Nitschke ha conseguido que las cuestiones legales alrededor de la cápsula estén solucionadas, por lo que se espera que esta esté en funcionamiento en el país para el año 2022. Por ahora, Nitschke ha diseñado dos prototipos en la actualidad, y se está fabricando un tercero en Holanda.
Recordemos que además de impresa en 3D, esta máquina se puede transportar y está impresa en madera biodegradable, lo que hace que sea todavía más accesible. También se puede activar mediante gestos, en caso de que la persona que use la cápsula sufra de algún tipo de problema motriz.
Lo cierto es que 'Sarco' fue diseñada hace años por Nitschke, y califica el proceso de suicidio asistido con esta máquina como "eufórico", referenciando a las sensaciones que puede experimentar el paciente minutos antes de perder la consciencia. Además, el activista ha afirmado que quiere añadir nuevas prestaciones a la máquina, para lograr incluso que no sea necesario un médico presente en el proceso.
En Suiza, la firma más importante que realiza este procedimiento es Dignitas. El suicidio asistido realiza en dos partes, y está condicionado a que este procedimiento lo lleve a cabo un médico. El paciente, primero, toma un antihemético para evitar que vomite la dosis que le dará la muerte. Esta dosis está compuesta de pentobarbital sódico disuelto en un vaso de agua. El paciente se queda dormido y muere a los pocos minutos, y la organización detrás de este procedimiento se encarga de incinerar el cuerpo.
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