Larry Udell está en el tiempo de descuento. A sus 91 años, este veterano de la industria tecnológica estuvo a punto de morir en diciembre de 2020 víctima del covid. De forma casi milagrosa, logró recuperarse y ahora busca aplicar esa misma prórroga de la vida a todo tipo de baterías, desde las pilas que se usan en un mando a distancia hasta las que dan energía a los coches eléctricos. Con semejante invento ya patentado, barato y de reducidas dimensiones, no sólo se reduciría el consumo energético en España y en el resto del mundo, sino también el volumen de desperdicios electrónicos, que ahora mismo está desbocado y genera severos daños al medioambiente.
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Los avances en las baterías en los últimos años son asombrosos: mayor capacidad, menor tamaño, más durabilidad, carga rápida, de estado sólido... Pero cuando se agotan no hay nada que hacer, más allá de ponerlas a cargar y esperar pacientemente hasta que el dispositivo en cuestión pueda encenderse de nuevo o se alcance la autonomía deseada. El invento de Larry Udell, bautizado como BatterySavers, se basa en aprovechar la energía restante que queda en pilas y baterías gracias a una placa de circuito impreso que puede colocarse fácilmente en cualquier dispositivo.
En los cuatro años que lleva desarrollando la idea, Udell ha construido varios prototipos, apenas más grandes que una moneda de un céntimo. Son pequeños, baratos y flexibles, y eso les permite conectarse a los bornes de una pila o a la carcasa de una batería, pero también instalarse de fábrica en dispositivos como los móviles. Es un gadget con un tremendo potencial, que podría comercializarse ya mismo pero que debe superar algunos obstáculos antes de llegar al mercado.
Energía extra
Las baterías se fabrican para almacenar una cantidad determinada de energía, los famosos miliamperios por hora (mAh) que figuran en las especificaciones de cualquier teléfono móvil. Para utilizar esa energía, la batería necesita una señal eléctrica. Cuando la energía es insuficiente, la señal deja de funcionar y la batería queda 'muerta', a pesar de que todavía tiene algo de carga remanente de hasta un 30 por ciento de su capacidad total.
El modelo que propone Udell con BatterySavers toma la salida de bajo voltaje restante de las baterías agotadas y la eleva a niveles utilizables. Lo hace operando a voltajes más bajos que los que pueden adoptar los reguladores de voltaje estándar, y así logra extender la vida de casi cualquier tipo de batería, sin importar su capacidad o su composición química.
Hasta la fecha, ningún otro método había sido capaz de recuperar esta energía restante en baterías agotadas sin sacrificar el tiempo de respuesta o la potencia de salida. Ambos son factores que hacen que estos métodos ensayados antes de la llegada de BatterySavers sean inutilizables en la mayoría de los dispositivos electrónicos más comunes.
Básicamente, BaterySavers es una sencilla placa de circuito impreso lo suficientemente pequeña y barata como para ser instalada a posteriori o incorporada a un dispositivo desde la cadena de montaje, facilitando la tarea tanto a usuarios finales como a las empresas fabricantes de dispositivos, que gracias a su invento podrán aprovechar las reservas de energía que habitualmente se desperdician.
Bajo coste
El dispositivo en sí es muy simple y no tiene nada de alta tecnología. Para crearlo sólo ha sido necesaria la intuición, la experiencia y el saber hacer de un ingeniero de 91 años en cuyo LinkedIn sigue poniendo "disponible para trabajar" y que ha sido consultor de HP, Samsung y Siemens. También ha creado programas de las Naciones Unidas para la diversidad económica en Oriente Medio y el Caribe y hasta ha diseñado una colonia lunar para la NASA.
Udell también fue el director de Eye-Com, la empresa de investigación médica que estuvo detrás de la silla de ruedas de Stephen Hawking, controlada a través del movimiento de los párpados. Ahora mismo, en paralelo con su investigación sobre las baterías, Udell tiene en marcha otros proyectos en el campo de la inteligencia artificial y la agrotecnología, nada menos.
"¿Dónde sería más valioso este avance?", le preguntan a Udell en una entrevista publicada en la web Popular Mechanics, ilustrada con fotos de Gabriela Hasbun. En lugares donde la energía es esencial e indispensable, como la NASA, las fuerzas especiales militares, la medicina portátil... Cuando la vida pende de un hilo, la energía extra puede marcar la diferencia".
Tras cuatro años de investigación y 100.000 dólares de financiación empleados en estudiar los últimos detalles de la comercialización del dispositivo, Udell sigue buscando un comprador de la patente. En principio, el coste de fabricación sería de sólo 12 céntimos por unidad y también existe un plan de venta al por menor: dos unidades de BatterySavers por 99 céntimos.
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Pero este revolucionario dispositivo todavía tiene que superar algunos impedimentos. Las grandes empresas de baterías, en lugar de recibir el invento como una oportunidad para ofrecer mejores prestaciones a sus clientes, de momento se muestran reticentes a comprar la patente. Son compañías que operan al por mayor y lo que quieren es tener más productos a la venta: una pila o una batería con mayor duración puede implicar, paradójicamente, un descenso en las ventas.
El verdadero filón para BatterySavers podría ser el esperado boom del coche eléctrico. Si en 2016 apenas había un millón de unidades de estos vehículos en las calles, ahora hay más de 20 millones repartidos por el mundo. Para 2040, la estimación es que los coches eléctricos representen más del 50% de las ventas de coches nuevos.
Algo que se hace extensible a patinetes y bicicletas eléctricas, cada vez más presentes en las calles de las ciudades. Por eso, los fabricantes están buscando nuevas maneras de mejorar y ampliar la capacidad de sus baterías, una oportunidad de oro para que el invento de Udell entre en el mercado.
Hasta que llegue ese momento, este veterano tecnólogo cuenta las horas y espera seguir vivo para ver cómo se utiliza BatterySavers en nuestro día a día. "Levantarse cada mañana es especial", dice a Popular Mechanics. "Haces una elección. Yo elijo apreciarlo. Mañana podría desaparecer".
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