No es un misterio que Apple es una empresa que quiere tener el mayor control posible sobre sus dispositivos. Ya lo vimos en España con el proyecto Apple Silicon, que dio la espalda a Intel y permitió a los Mac y MacBook de la firma adoptar procesadores propietarios, los M1 y M2 (y sus derivados). Apple quiere seguir en esta línea, y según apunta Bloomberg, la compañía estaría pensando en eliminar de forma gradual la presencia de chips de Broadcom y Qualcomm en sus iPhone.
Aunque los procesadores de los iPhone, al igual que los de los Mac sean de Apple, algunos chips como los módem internos o los dedicados a Bluetooth o WiFi provienen de otras empresas, como son Qualcomm y Broadcom en este caso. La idea, según fuentes de Bloomberg, es que a partir de 2025 Apple irá eliminando progresivamente estos componentes para incluir los suyos propios.
Empezará por quitarse de encima el chip encargado del Bluetooth y del WiFi que pertenece a Broadcom, para incluir uno desarrollado por ellos mismos. Lógicamente, este cambio será la puerta para que Apple siga eliminando componentes de otras marcas sustituyéndolos por sus versiones.
Más Apple en los iPhone
No es ni mucho menos que vemos a Apple hacer esto. El caso más sonado fue el traspaso de procesadores Intel a los Apple de la gama M, en un proceso que empezó en 2020 con los MacBook Air, MacBook Pro y Mac mini M1. De esta forma, el procesador pasaba a ser desarrollado por Apple íntegramente, en colaboración con marcas como la taiwanesa TSMC.
De esta forma, Apple volvería a hacer lo mismo. En 2025, el chip de Broadcom dejaría de estar presente en los iPhone, presumiblemente de ese año (es decir, si no hay cambios, en los iPhone 17). Lógicamente, los siguientes serían los módem 5G que Qualcomm ha suministrado a Apple para proporcionar, valga la redundancia, de conectividad 5G a los últimos iPhone.
Así, Apple controlaría no solo el procesador, sino que controlaría hasta las comunicaciones de su propio teléfono inteligente. Bloomberg asegura, además, que Apple estaría trabajando en un chip conjunto, que englobase Bluetooth, WiFi y tecnología móvil para gestionar toda la cuestión inalámbrica de los iPhone. El beneficio es claro; Apple tendría todo el control sobre el diseño y la producción de estos chips, beneficiando a la compañía ahorrándoles importantes costes en tarifas de licencias de uso.
Por ahora, no es más que un rumor. No obstante y visto lo visto, el pasado nos está dando la razón, por lo que más pronto que tarde podríamos ver un iPhone cada vez más independiente de otras marcas externas a Apple.