El casco es el elemento de protección más importante del equipo de un ciclista, ya que puede evitar graves lesiones en cabeza y cerebro en caso de sufrir un accidente o caída. En España su uso es obligatorio en menores de 16 años y en mayores de esa edad sólo cuando circulan en vías interurbanas. Un dispositivo que con el paso del tiempo y el avance de la tecnología ha evolucionado mucho, dejando modelos como uno hecho en Tres Cantos que avisa de los coches, otro con inteligencia artificial que salva vidas u otro plegable, ligero y que se adapta a la cabeza. Ahora, la gran novedad es uno que se infla.
Inflabi, una empresa alemana, ha desarrollado un nuevo casco hinchable —bautizado con el mismo nombre— para bicicletas que se enrolla cuando se desinfla y que ocupa poco espacio, pesa poco y es hasta cuatro veces más seguro que los cascos clásicos de ciclismo, según sus creadores. Su principal diferencia es que en este caso este invento no está hecho de espuma EPS, sino que consta de cámaras de aire de TPU (poliuretano termoplástico) recubiertas de un tejido resistente a la abrasión soldado por costura.
"De una simple idea para inflar cojines de aire, nuestra visión se hizo realidad con la creación del casco de bicicleta inflable más avanzado y cómodo. Queremos hacer que el ciclismo sea más seguro mediante el desarrollo de un casco que se adapte de manera óptima a las condiciones urbanas, tenga un aspecto elegante y ofrezca a las personas un valor añadido en la vida cotidiana", señalan sus creadores en un comunicado oficial.
Inflable y más seguro
Montar en bicicleta se ha convertido en una alternativa muy popular para recorrer una ciudad, como para ir al trabajo. Pero el casco se puede convertir en todo un problema cuando se llega a destino, ya que hay que estar cargando con él a cuestas todo el rato. Como solución a este problema, Inflabi ha creado un casco inflable seguro que reduce su tamaño en un 85% cuando no está hinchado, pudiendo guardarlo en el bolsillo.
Este nuevo casco para bicicletas cuenta con unas cámaras de aire que se inflan y desinflan mediante válvulas que están situadas en su parte trasera. Para ello, se puede utilizar cualquier bomba tradicional y el proceso tarda apenas 20 segundos. Además, es más seguro de utilizar, ya que un casco tradicional de espuma EPS depende de que la espuma se comprima o se agriete para disipar la fuerza en caso de choque.
Sin embargo, el Inflabi disipa la fuerza mediante la compresión de las cámaras de aire. Eso, según la compañía, hace que este caso proporcione una mejor absorción de los impactos en comparación con los cascos tradicionales. Mientras que la membrana de TPU mejora la retención del aire y la resistencia de la construcción soldada.
La compañía también detalla que su prototipo actual se infla a 1 bar -unidad de presión-, pero la versión de producción tendrá que soportar hasta 2 bares para cumplir con los requisitos de seguridad. Un contratiempo que puede provocar que la marca se vea obligada a tener que apostar por utilizar un tejido diferente, aunque con el objetivo de que el diseño general del caso siga siendo el mismo.
[Este casco de bicicleta está hecho con compuestos vegetales y crece con su dueño]
Otras de las principales ventajas de este casco son que se puede personalizar al gusto de cada usuario con diferentes colores y patrones, y que posee un diseño que le permite ajustarse a la forma y el tamaño de la cabeza de cada ciclista, proporcionando así un ajuste cómodo y ceñido para una máxima protección. Además, al utilizar aire y no incorporar espuma, es reutilizable después de cada caída, lo que también ahorra costes y promueve la sostenibilidad.
Todavía en desarrollo
Además de ocupar poco espacio cuando está desinflado y de ofrecer una mayor seguridad, el Inflabi, que estará diponible en cuatro tallas y tendrá un precio de unos 150 euros aproximadamente, también ofrece otra gran ventaja: es ligero, ya que el prototipo actual apenas pesa 140 gramos, aunque la compañía no ha determinado el peso exacto del modelo de producción final.
"Actualmente estamos trabajando para obtener la certificación del casco Inflabi. Esto implica someterse a pruebas rigurosas y cumplir con los estándares de la industria en cuanto a seguridad y rendimiento. Estamos comprometidos a garantizar que nuestro casco cumpla con las más altas normas de seguridad y nuestro objetivo es hacer que el casco sea reutilizable después de un choque", señalan sus creadores.
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