La fotografía móvil ha desplazado enormemente a las cámaras dedicadas en España. Ya prácticamente todos los usuarios van con un smartphone en el bolsillo, relegando las cámaras a un plano casi estrictamente profesional. Por ende, muchos se asustan a ver los precios desorbitados que alcanzan determinadas piezas de equipo fotográfico. Un ejemplo de esto es esta cámara dedicada, la Phase One, que cuesta más que un coche Tesla.
Hablamos de la Phase One XC, una cámara de formato medio que destaca por su potencia y por su precio. Y es que cuenta con un monstruoso sensor de 150 megapíxeles, así como una lente integrada de gran calidad confeccionado con láminas de fibra de carbono. Una cámara que cuesta 67.000 euros, o lo que es lo mismo, un precio superior al de un Tesla Model 3 equipado con Full Self-Driving y otros accesorios.
Lo más llamativo es que si hablamos del precio, lo cierto es que no es un precio exageradamente caro teniendo como referencia la naturaleza de la propia cámara y su mercado. ¿Por qué una cámara de más de 55.000 euros que es 'portátil' puede merecer la pena para alguien?
La Phase One
Esta Phase One de XC monta un cuerpo que es relativamente compacto, de nuevo, teniendo en cuenta las cámaras de formato medio. 162 X 143 X 105 mm de dimensiones, aderezadas con una empuñadura ergonómica de madera y una lente fija. Así, la cámara pesa 1,82 kilogramos.
A diferencia de cámaras como la reciente A6700 de Sony, esta Phase One no cuenta con capacidad para instalar objetivos intercambiables. Monta una lente Rodenstock HR Digatron-S de 23 milímetros a F/5.6, que incluye láminas de fibra de carbono y que permite velocidades de obturación de 1/1.000 en 60 minutos. incluso tiene obturador electromagnético integrado.
Se puede elegir con un captor tanto en color como en blanco y negro negro, ofreciendo en ambos casos un sensor CMOS retroiluminado de formato medio de 150 megapíxeles, con un tamaño de 53,4 x 40 milímetros. Por supuesto incorpora accesorios como un monitor táctil incorporado e incluso un asa para su manejo como cámara 'compacta', pero su mayor virtud está en su distancia focal. Una configuración de 150 megapíxeles que ya se vio en otras configuraciones, como la del respaldo IQ4 de Phase One.
Gracias al formato de su sensor, el equivalente focal de los 23 milímetros pasa a ser de 14 o 15 milímetros en paso universal, consiguiendo una amplitud bastante importante. Y es que recordemos que estas cámaras cuentan con sensores de mayor tamaño al de las cámaras réflex, obteniendo entre otras cosas una mayor resolución perfecta para trabajos profesionales que la requieran.
Según recoge el medio Photolari, su precio es de 56.000 euros sin impuestos, que con el IVA aplicado ascienden hasta los 67.000. Estará disponible en España a través de Foto Ruano, uno de sus principales importadores de Phase One del país.
Por qué tiene 'sentido'
Lógicamente el equipo fotográfico es caro, pero pocos imaginan el escenario en el que pagar tal cantidad de dinero sea lógico. No obstante, solo hay que pasarse por los distribuidores oficiales de cámaras para ver el porqué, efectivamente, este precio tiene más lógica de la que aparenta si entendemos como funciona el mercado.
Las cámaras de formato medio (refiriéndose a las que cuentan con un sensor mayor al del formato 135) tienen una serie de peculiaridades frente a las cámaras Full Frame más habituales en entornos profesionales y entusiasta. El hecho de tener un mayor tamaño de sensor consigue que los píxeles sean más grandes y, por ende, se consiga una mayor cantidad de información y una mayor nitidez.
Los objetivos de formato medio también están pensados para ofrecer ese extra de calidad de imagen. A esto se le suman otros añadidos, como un mejor rango dinámico o una mejoría en el ruido de la imagen. Eso sin contar la profundidad de color, que en las cámaras de formato medio se ve bastante beneficiada gracias a sus 16 bits reales en muchos de sus modelos.
Ahora, pasemos a precios. En la tienda Foto Ruano, encontramos cámaras como la Hasselblad H6D-100C, una cámara de 100 megapíxeles con visor 90X y con un sensor del mismo tamaño que el de la Phase One. También cuenta con la profundidad de color de 16 bits y capacidad para RAW 3DR de 120 Mb de media. El dispositivo, solo cuerpo, cuesta 34.960 euros.
Por otro lado, están los objetivos. Los objetivos de formato medio, pensados para este tipo de cámaras pueden ir desde los 1.500 euros en el menor de los casos hasta alcanzar los 5.000. Y estamos hablando de objetivos de gamas bajas e intermedias, ya que los objetivos más profesionales pueden incluso alcanzar los 7.000 euros de precio.
En definitiva, y teniendo en cuenta los precios, un set de cámara de formato medio profesional con objetivo puede bailar en una horquilla de entre 40.000 y 50.000 euros, dependiendo siempre de marcas y tiendas. En el caso de la Phase One XC, la compañía promete todo eso en un cuerpo relativamente comedido y con objetivo ya incorporado.
Si bien el hecho de que no tenga objetivos intercambiables puede ser una desventaja, lo cierto es que esta cámara ofrece la posibilidad de fotografiar con las bondades de una cámara de formato medio pero de forma mucho más ligera y llevable. Algo que puede beneficiar a los fotógrafos profesionales que ya cargan con mucho equipo de por sí, y que buscan un modelo fácil de manejar y más ligero de la cuenta.