Los nuevos tiempos plantean nuevos desafíos. Y eso es particularmente importante cuando hablamos de la veracidad de las noticias y las imágenes, que ya han sido puestas en entredicho en España. La llegada de la edición digital y programas como Photoshop primero, y la irrupción de la inteligencia artificial generativa después, suponen todo un desafío a la hora de distinguir las imágenes reales de las modificadas o creadas por software. Hay algunas claves para identificar las diferencias, pero no tan efectivas como el nuevo sistema que incorpora Leica a su nueva cámara M-11P.
La firma alemana ha lanzado recientemente esta nueva versión de su cámara M11, diseñada para ayudar a los fotógrafos profesionales a "crear una cadena de autenticidad sin fisuras, desde la captura hasta la publicación". Y lo ha hecho aplicando automáticamente una etiqueta digital a las imágenes, una suerte de firma o marca de agua presente en cada fotografía tomada con la cámara.
La serie M de Leica, cuya primera versión fue lanzada originalmente en 1954, vive así una nueva actualización con la primera cámara del mundo que almacena metadatos adjuntando Credenciales de Contenido, pensadas para proteger y revelar la autenticidad de las imágenes digitales. Este nuevo estándar industrial, impulsado por compañías como Adobe, "proporciona una capa adicional de transparencia al diseñar y modificar una imagen. Permite adjuntar de forma segura información como nombres, fechas, cambios realizados y herramientas utilizadas, creando conciencia del origen del archivo", señala la compañía en un comunicado de prensa.
Imágenes verificadas
Para comprobar la autenticidad de las imágenes se verifica fácilmente en cualquier momento a través de una herramienta CAI (siglas en inglés de Iniciativa de Autenticidad de Contenidos) de código abierto, que está disponible gratuitamente, o visitando esta página web.
"Se trata de un hito importante para CAI y para el futuro del fotoperiodismo: marcará el comienzo de una nueva y poderosa forma de que los fotoperiodistas y creativos hagan valer sus derechos digitales, combatan la desinformación y aporten autenticidad a su trabajo y a los consumidores", ha afirmado Santiago Lyon, representante de Adobe.
La función Leica Content Credentials se puede activar directamente en el menú de la cámara y eso implica la creación de una firma digital para cada imagen tomada con ella. "La imagen recibe así una prueba inalterable y verificable del modelo de la cámara, el fabricante y los atributos de la imagen", señalan desde Leica.
Pero no es la única novedad que aporta la M11-P. No cuenta con el punto rojo habitual de las cámaras Leica en la parte frontal de la cámara, para hacerla aún más discreta. El cuerpo metálico está fabricado en una aleación de magnesio, lo que le da una solidez y durabilidad suplementaria.
También cuenta con una pantalla LCD de cristal de zafiro con revestimiento protector antirreflejos, para que los fotógrafos puedan evaluar de forma óptima las imágenes incluso en condiciones de muy alta o muy baja iluminación.
En su interior, la cámara monta un sensor CMOS BSI de 60 MP y cuenta con tecnología de triple resolución, además de un procesador Maestro-III de alto rendimiento. También dispone de una gran memoria interna de 256 GB, un gran almacenamiento para poder tomar un gran número de fotos en los formatos de mayor calidad, sin compresión alguna.
Eso sí, la calidad se paga. Y eso implica que la Leica M11-P, disponible ya en dos versiones, negra y plateada, tenga un precio de venta al público de 8.950 euros.
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