El próximo 24 de noviembre, España se sumerge en el frenesí comercial del Black Friday. Este evento se celebra a nivel mundial y no solo implica una cascada de ofertas en dispositivos como teléfonos móviles, tablets y ordenadores; sino que también hay un especial interés por un artículo muy codiciado: los televisores; incluso aquellos de gran tamaño. Un día que es propicio para renovar el antiguo televisor del salón por uno nuevo, aunque la elección no es para nada sencilla.
Los televisores han revolucionado la forma en la que se consume contenido audiovisual en los hogares actualmente y escoger qué modelo comprar durante el conocido como 'Viernes Negro' es realmente complicado. Esto se debe a que en el mercado existen una gran variedad de ellos, incluso algunos realmente sorprendentes, como uno que puede ser plano o curvo según tus gustos hasta otro transparente de Xiaomi que parece sacado de ciencia ficción.
Por lo tanto, en la elección sobre cuál es que mejor se adapta a las necesidades de cada uno hay una gran variedad de variables que hay que tener en cuenta antes de tomar una decisión. Unas opciones que van desde el tamaño de la pantalla, la resolución o las capacidades de conectividad, entre otros. Con el objetivo de ayudar a que se tome la mejor decisión, en EL ESPAÑOL - Omicrono recopilamos una lista de las características que responderán mejor a todas las preguntas que suelen surgir cuando se quiere comprar una TV.
Tamaño y resolución
Hay dos cosas en las que hay que fijarse primero a la hora de decidirse por un televisor: el tamaño y la resolución. Sobre lo primero, hay que tener en cuenta el espacio de la casa en el que va a colocar la nueva TV, así como la distancia a la que se quiere ver. Esto, que parece obvio, marcará la cantidad de pulgadas ideales a escoger. Y es que no es lo mismo poner una tele para un salón amplio que para un cuarto pequeño o para una cocina.
Las pulgadas hacen referencia a la longitud diagonal de la pantalla. Y una pulgada equivale a 2,54 centímetros. Una vez echadas las cuentas y medido el sitio designado para el televisor, tan sólo es necesario tener en cuenta el ángulo de visión y la distancia con respecto a la cama o el sofá. Si se quiere colocar en una habitación y la distancia es de 2 metros, es recomendable optar por modelos de 43 pulgadas.
Si es para el salón y la distancia es mayor, es mejor apostar por lo grande -siempre que el espacio lo permita-. Es decir, ir a por un modelo de 55, 65 o más pulgadas. Eso sí, hay que recordar que un televisor es más que sólo el tamaño de la pantalla, ya que también hay que tener en cuenta el espacio que ocupan los marcos y la peana o las patas. Por lo que en el caso de que no se quiera colgar en la pared, también hay que medir antes el mueble en el que se colocará la TV para ver si encaja y quedará bien firme.
Otro detalle en el que fijarse antes de comprar un modelo es la resolución. Cuanto mejor sea la resolución -la cantidad de píxeles que una pantalla es capaz de mostrar-, mejor y más nítida se verá la imagen. En ese sentido, si se apuesta por comprar una TV con una pantalla grande, lo ideal es optar por una alta resolución, como 4K (2160p) en adelante. Aunque optar por el 8K puede ser algo precipitado, ya que son más caros y el contenido todavía no alcanza dicha resolución.
Por lo tanto, hay que tener claro que el tamaño y la resolución van de la mano, ya que si se compra una TV con muchas pulgadas pero la resolución es baja, la calidad de imagen será insuficiente. Es por ese motivo por el que se recomienda una resolución 4K en el caso de que el televisor tenga 50 pulgadas o más. También es decisivo conocer que si un contenido, como una película, está disponible en 4K pero la TV únicamente ofrece Full HD o HD, solo se podrá ver en estas resoluciones.
Tecnología de pantalla
La tecnología de pantalla es otro punto fundamental a la hora de decidirse por un televisor u otro. En la actualidad se pueden encontrar una gran variedad de tipos de paneles. Por ejemplo, los LCD, que eran los más comunes hace unos años y que actualmente no son aconsejables ya que andan algo desfasados. Los paneles LED son los más habituales y, gracias a la retroiluminación, consiguen una buena calidad de imagen a un precio asequible.
Luego están los paneles OLED, muy presentes en televisores de LG y Samsung para ver películas tan bien como nunca antes. Actualmente son las más recomendables, ya que son de alta gama y de muy buena calidad. Esta tecnología se basa en que cada uno de los píxeles está asociado a un diodo que emite luz, aumentando el color y ofreciendo una altísima calidad de imagen y unos negros profundos. Incluso es ideal para jugar a videojuegos, ya que tienen una muy baja latencia.
También se pueden encontrar paneles QLED, ideados para poner las cosas difíciles a los OLED y que ofrece un gran rendimiento, colores y detalle. Una experiencia de alto nivel con una tecnología diferente. Los mejores paneles QLED se basa en la tecnología MiniLED, cuyos diodos tienen que ser menores de 0,2 mm, una avance que ofrecen negros muy profundos. El resto de tecnologías disponibles son los paneles NanoCell, que son una versión de los LCD muy mejorados. Aún así, y aunque la decisión acabará dependiendo de las ofertas disponibles, es aconsejable ir a por OLED gracias a que ofrece unos negros más profundos, unos colores vibrantes y una altísima calidad ideal para los cinéfilos.
Otras detalles técnicos que merecen una investigación previa son la frecuencia de actualización y la imagen avanzada HDR. La primera de ella es ideal para aquellos aficionados a los videojuegos, ya que una tasa de refresco más alta, medida en hercios (Hz), proporciona imágenes más suaves. En ese sentido, un panel con 120 Hz o más ofrecerá una experiencia de juego más fluida. Algo que también se puede aprovechar para ver deportes.
El HDR, por su parte, señala que el televisor es capaz de mostrar un aspecto de color muy amplio, por lo que en el caso de que la TV sea compatible con ella, mostrará unas imágenes más naturales y realistas. Por lo que muestra unas mejores texturas y se aprecian bien todos los detalles. Tan sólo hay que asegurarse de que el modelo escogido sea compatible con estándares como HDR10, Dolby Vision y HLG para disfrutar de una experiencia visual más envolvente.
Sistemas operativos y conectividad
De primeras puede ser algo poco importante a la hora de elegir un televisor. Sin embargo, el sistema operativo cobra una gran importancia y es que cada uno de ellos es totalmente diferente. El más conocido y utilizado, y uno de los más destacados, es Android TV; ya que es intuitivo, fácil de usar e incluye acceso a una gran cantidad de aplicaciones en la tienda de Google, entre las que se encuentra HBO Max, que está ausente en otros.
También ofrece compatibilidad con el asistente de Google para un control por voz. Otro sistema operativo a destacar es Google TV, que es como una versión mejorada de Android TV que ofrece una experiencia de usuario más integrada y sencilla de utilizar. Incluso vienen con una mejor integración con Google. Por otro lado, hay ciertas marcas que trabajan con sus propios sistemas operativos. Una de ellas es Samsung, que tiene a Tizen, que entre sus ventajas destacan su facilidad de uso y su sencillez.
Sin embargo, no ofrece tantas aplicaciones como Android TV. Otro fabricante que tiene su propio sistema operativo es LG, con webOS, que también es ligero, sencillo y eficiente; incluso presume de ser uno de los más rápidos. Philips, con Saphi, o Hisense, con VIDAA, son otras marcas con su propio sistema operativo; aunque en este último se echa en falta la aplicación de HBO Max. Al final la decisión dependerá del gusto por la marca y de las plataformas que use cada uno, pero lo cierto es que Android TV es el más versátil y recomendable de todos.
Los televisores han avanzando mucho en cuanto a la calidad de imagen, pero el sonido sigue siendo uno de sus puntos a mejorar. Sin embargo, esto no es un problema, porque siempre se puede utilizar una barra de sonido para una experiencia más cinematográfica. Aun así, es interesante comprobar si la TV tiene compatibilidad con Dolby Atmos o DTS:X para obtener un audio inmersivo.
El almacenamiento interno es otro apartado a estudiar, ya que lo ideal es escoger un modelo de al menos 8 GB para poder descargar las aplicaciones más básicas. En el caso de que se deseen descargar juegos o más aplicaciones, quizá es mejor optar por un modelo con mínimo 32 GB de memoria interna. También hay que verificar la disponibilidad de puertos HDMI.
Lo recomendable sería tener al menos 3 para poder conectar las consolas y otros dispositivos, y no tener que estar levantándose todo el rato para cambiarlas. La conectividad es fundamental, por lo que incluso es interesante que además de conexión WiFi, el televisor tenga un puerto Ethernet para el cable de Internet. Incluso que venga con USB para enchufar algún disco duro o pendrive para reproducir contenido y de Bluetooth, ideal para conectar dispositivos complementarios.
Marcas y presupuesto
Tras haber analizado detenidamente todas estas variables, ahora llega el momento de tener claro cuáles son los principales fabricantes del mercado. Y es que la marca también puede ser un factor clave a la hora de decidirse. Samsung y LG son los dos principales protagonistas en este sector, y una apuesta segura gracias a su gran calidad y a sus diferentes tecnologías. A ellos les sigue en España TCL, que ocupa la tercera posición de ventas y que ofrece una buena relación entre calidad y precio.
Philips es otra marca a tener en cuenta por su calidad y, sobre todo, porque sus televisores incorporan la tecnología Ambilight, un sistema de retroiluminación que se coloca en la parte trasera de la pantalla. Se trata de una especie de tiras LED que van cambiando de color y de intensidad en función de la imagen que se esté viendo, lo que le da un plus a ver una película o a jugar. Xiaomi es otra de las alternativas dignas de analizar, ya que cuentan con modelos muy competitivos y de buena calidad.
En el mercado se pueden encontrar otras marcas como Sony, Hisense o Panasonic, que también cuentan con televisores de alta calidad. También hay chollos en modelos de marca blanca. Una vez conocido todos estos detalles, al final lo más importante es adaptarse al presupuesto que se disponga para gastar en este televisor. Aquí es aconsejable comparar los diferentes modelos y ofertas para dar con aquel que tenga la mejor relación entre calidad y precio, y que se ajuste a tus necesidades. Incluso es importante asegurar que la TV tenga capacidades de actualización para que dure años y ver las opiniones y reseñas.
¿Cuál me compro?
Elegir el televisor perfecto requiere un cuidadoso análisis de muchos factores y al tener todos ellos y el presupuesto en cuenta se está mejor preparado para tomar una buena decisión. Aun así, existen unas principales recomendaciones para no fallar en la decisión. Por ejemplo, que venga con una resolución 4K o superior, y, si puede ser, de 55 pulgadas para arriba. También que tenga una buena frecuencia de actualización, si es de 120 HZ, mejor; sobre todo si se suele jugar a las consolas.
Por otro lado, es importante buscar un equipo compatible con HDR para unos colores más realistas y mejor contraste y, en caso de duda, que tenga una tecnología de pantalla OLED, ya que la calidad de imagen es altísima y el precio más asequible con el QLED. Que venga con una buena conectividad y al menos tres puertos HDMI también es esencial, y más si se tiene una gran variedad de dispositivos para conectar.
Buscar un modelo con sonido inmersivo Dolby Atmos o DTS:X es otra opción, aunque en este sentido siempre se puede recurrir a utilizar una barra de sonido. Mientras que Android TV y Google TV son los sistemas operativos más completos que se pueden encontrar. En cuanto a las marcas, depende del gusto de cada uno, pero por calidad Samsung y LG son las más recomendables. Aunque el resto de fabricantes tienen opciones muy interesantes; como Sony o Philips con su tecnología Ambilight.
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