España vive en el mundo de las cámaras mirrorless. Las cámaras de fotos de carrete y las réflex DSLR han pasado a mejor vida, y el mercado ha abrazado enormemente el formato del smartphone como una revolución. Por eso, firmas como Kodak se han visto obligadas a reinventarse para adaptarse a estos tiempos. Por eso, sorprende el anuncio de una cámara de película Super 8 en pleno 2023.
Anunciada en 2016, Kodak ha lanzado al mercado su nueva cámara de película Super 8, ofertándola en su página web. Un dispositivo que tiene un coste desorbitado de más de 5.000 euros, superando en coste a muchas cámaras profesionales del mercado actuales. ¿Qué tiene que ofrecer entonces, teniendo en cuenta que su precio inicial rondaba los 400 euros?
La idea es que esta Kodak Super 8 cuente no solo con opciones para intercambiar lentes, sino funciones digitales y propias de cámaras modernas. Por ejemplo, puede usar monitor externo gracias a su salida HDMI y guardar metraje en tarjetas SD, entre otras bondades. Y esas no son ni mucho menos sus únicas sorpresas.
Una S8 en pleno 2023
Calificada como la primera cámara moderna Super 8, esta cámara incluye un estuche de transporte Pelican y una lente Ricoh de 6 milímetros con apertura focal F/1.2. Usa una montura C para lentes intercambiables e incluye parasol. Otros accesorios incluidos son un grip de pistola con disparador, baterías, cargador, etcétera.
La propia cámara trae un cartucho KODAK Super 8, cargada con hasta 15 metros de película de grado profesional, de carácter cinematográfico. De hecho, es posible escoger entre varias películas negativas, ya sea en color Kodak Vision3 o en blanco y negro TRI-X.
En cuanto a características, la Super 8 de Kodak monta un viewfinder LCD de 4 pulgadas articulable, y una gate extendida respecto al formato tradicional Super 8. La 'gate' o puerta es la parte por la que pasa la película y donde se detiene cuando el obturador expone cada uno de los fotogramas de la misma. Así, la Super 8 promete un mayor área de captura de la tira de la película, obteniendo una imagen un 11& mayor.
Además de la ranura SD y de la salida HDMI para monitores externos, la cámara tiene batería propia que se puede cargar a través de un obsoleto puerto microUSB. Algo inentendible, no solo por lo viejo que es el puerto, sino por lo extendido que está el USB-C en nuestros días.
La batería es de 7.200 mAh, lo que en palabras de Kodak equivale al uso de unos 12 cartuchos de película antes de que sea necesario cargarla. Una carga que, debido al tipo de conector, tarda 3 horas y media. Otro detalle interesante es que pese a usar una montura C, es posible usar adaptadores para usar otras lentes, aunque dependerá del formato de la misma.
Una idea con muchas fugas
Pero ¿qué es el Super 8? En la industria cinematográfica, el Super 8 es una variación de un formato que usa una película de 8 milímetros de ancho. Este fue uno de los formatos precursores a la fotografía y el vídeo digitales, concebido en el 1932 precisamente por Eastman Kodak. Esta era una forma de llevar la grabación de vídeo al ámbito doméstico, partiendo las películas de 16 mm a 8.
El Super 8 nació precisamente como una versión mejorada del formato de 8 milímetros introducido por Eastman Kodak. El nombre "Super" hace referencia precisamente a sus ventajas, como el aumento de la definición, la capacidad de retirar y poner el cartucho de la película facilitando la carga de la misma, etcétera. Ya en los años 80, estas cámaras fueron reemplazadas por las cámaras de vídeo convencionales.
Es decir, estamos hablando de un estándar más antiguo que las ya obsoletas réflex digitales que poco a poco han sido desplazadas por las mirrorless. Esto trae taras importantes que, como recoge 404Media, son ciertamente llamativas en 2023. Una de ellas es el precio.
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Las cámaras de película Super 8 antiguas se pueden conseguir en el mercado de segunda mano por unos pocos cientos de euros, e incluso menos. Además, Kodak habló de un precio que rondaba los 400 y 750 euros cuando anunció esta cámara en 2016. En 2018 aumentó el precio a unos 2.700 euros, ahora casi ha duplicado su precio.
A todo esto hay que sumarle que disparar en Super 8 no es en absoluto fácil, ya que con un cartucho estándar se pueden grabar apenas dos minutos y medio de vídeo y a 24 fotogramas por segundo. Unos cartuchos que no son en tampoco baratos; en España se pueden encontrar películas como la Kodak Vision 350D por 65 euros. Un producto que puede ser una joya para los nostálgicos, pero que carece de recorrido en la época actual.