Si una película española ha trascendido más que ninguna otra en los últimos meses, esa ha sido La sociedad de la nieve. El filme de Juan Antonio Bayona se ha convertido en un éxito en salas y en visualizaciones de Netflix —tanto nacional como internacionalmente—, al tiempo que ha sido reconocida a nivel mundial con las nominaciones a los Oscar o a los Globos de Oro. Un hito que pasará a la historia cinematográfica de España.
Una de las claves del éxito de La sociedad de la nieve es la fidelidad al relato; la recreación de escenarios y ambientes que transmiten la sensación de estar realmente en los Andes junto con los supervivientes del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya. La labor de documentación y caracterización ha sido excelente —tanto como para lograr la nominación a mejor maquillaje y peluquería en los Oscar, además de optar a mejor película internacional—; sin embargo, hay un trabajo en la sombra, que es fundamental para poder contar la historia: el storyboard.
Lo ideal del storyboard es que la creación esas viñetas se parezcan lo máximo posible al plano final, porque supone que el artista ha conseguido plasmar exactamente la idea de lo que quería el director. Es la forma de llevar la visión del director a imagen, lo que luego se ve en pantalla, pero que al mismo tiempo permite a los diferentes departamentos de la película anticiparse y planear los problemas que puedan aparecer en un rodaje. Gracias al dibujo, salen a la luz y da tiempo a hacer los cambios.
El artista Alexis Fibla.
"El storyboard es como un cómic de la película en el que se muestran también los movimientos de cámara y de los elementos que salen en plano. Es una herramienta de trabajo que le sirve al director para comunicarse con todos los departamentos de la película", explica Alexis Fibla, autor de los storyboards de la película a EL ESPAÑOL - Omicrono. "Después, el día que se rueda y dependiendo del director, hace más o menos caso al storyboard. Hay directores que improvisan más en el momento y otros que lo siguen a rajatabla. Pero ya ha cumplido una función previa qué es la de comunicarse entre todo el equipo", añade Fibla durante la entrevista.
Lo cierto es que la clave está en el entendimiento entre el director y el artista, que necesita plasmar lo mejor posible la idea que el director tiene en la cabeza. En el filme se demuestra que la conexión de Fibla con Bayona es excelente, y no es casual. Han trabajado juntos anteriormente en Jurassic World II o El Señor de los Anillos, con lo que la fluidez de pensamiento entre ambos y la traducción al dibujo queda patente, con esa agilidad necesaria para tener en el rodaje el plano que el director pensaba, así como modificar el storyboard sobre la marcha si es necesario.
Precisamente buscando esa agilidad y versatilidad, Fibla reconoce que su herramienta de trabajo principal es un iPad Pro de 12 pulgadas. Explica que le aporta una movilidad entre reuniones y diferentes ubicaciones de rodaje llevando únicamente la tablet de Apple, pudiendo así realizar modificaciones en cualquier momento y ser lo más fiel posible a la idea del director.
Storyboards de 'La sociedad de la nieve'
¿Cómo se siente en este momento, cómo es ver que su trabajo está optando al máximo galardón al que una película puede aspirar?
Pues estoy feliz de ver la repercusión que está teniendo la película. Se siente un orgullo muy grande. Es el reconocimiento al trabajo de mucho tiempo. Normalmente mi trabajo queda bastante oculto. Mis ilustraciones sirven para la previsualización y para comunicarse entre todos los departamentos de la película, por lo que no suelen verse nunca en pantalla. En este caso he podido publicar imágenes del storyboard y he recibido mucho reconocimiento y cariño de todo el mundo. Creo que la película se lo merece. Es una obra maestra de J.A. Bayona y se ha convertido en un fenómeno mundial.
¿Cuando empezaba a trabajar en ella imaginaba que la película podría acabar optando al Oscar?
¡Claro que no! Cuando empiezas a trabajar en una película uno no suele tener expectativas tan altas. Pero tratándose de J.A. Bayona, más tarde más temprano esto tenía que llegar. Y la verdad es que estamos muy contentos.
No es la primera vez que trabaja con Bayona, ¿cómo es su relación con él? ¿hasta qué punto es fundamental el entendimiento con el director para que el proyecto funcione?
Trabajar con J.A. es muy agradecido. Sus proyectos son muy motivadores y él confía mucho en mí. Además, es una persona muy leal. Él tiene un equipo al que siempre llama y tengo la suerte de formar parte de él. He estado incluso en Nueva Zelanda unos cuantos meses trabajando en el Señor de los Anillos y allí éramos unos pocos españoles que formamos una pequeña familia al otro lado del mundo. Su socia y productora Belén Atienza es una persona increíble también. Y todo su entorno siempre me ha cuidado mucho.
En mi campo la relación con el director es muy importante. Yo he de plasmar sus ideas en papel para podérselas enseñar a todo el equipo, así que tengo que entender rápidamente lo que necesita. Si conozco bien a esa persona el proceso se acelera bastante.
Storyboards durante las reuniones
¿Es aún es más importante para una como La sociedad de la nieve, que recrea un evento real? ¿cómo fue su trabajo de documentación?
El trabajo de documentación me viene dado desde muchos sitios. Desde el departamento de producción o el de arte, vestuario, peluquería o maquillaje. Ellos se ocupan de hacer toda una investigación, de los hechos reales en el caso de esta película. Y a mí me van llegando datos y les voy pidiendo también la información que necesite. Del departamento de arte los decorados o los objetos que improvisaron los supervivientes y que fueron recreados. También de vestuario o incluso maquillaje. Y en este caso también al maquillaje protésico de efectos especiales, de las heridas o lesiones que los protagonistas debían tener y que David Martí y Montse Ribé, nominados también al Oscar, me iban explicando. Por si fuera poco, en cualquier momento podía consultar al mismo Pablo Vierci, escritor de La Sociedad de la Nieve, que estuvo todos los días en rodaje.
Plano de la película y el storyboard
Entrando ya más en la parte técnica, ¿por qué un iPad como herramienta de trabajo? ¿qué le aporta que no pueda encontrar en otra herramienta?
Para trabajar, después de hacer reuniones con el director en el que hacemos bocetos con lápiz y papel, utilizo un iPad Pro de 12 pulgadas. Lo que me aporta el iPad, respecto a otras maneras de dibujo digital, es sobre todo su movilidad. El poder desplazarme a diferentes reuniones llevando simplemente un iPad. Es una gran ventaja respecto a otros modelos que pesan mucho más, que necesitan de cableado y que son más de sobremesa.
Además su velocidad, su capacidad de memoria y la velocidad en la que puedes combinar aplicaciones e importar fotos hace que todo sea muy ágil y que prácticamente solo tengas que pensar en el dibujo y en nada más. Y en esas reuniones improvisadas puedes hacer viñetas y bocetos muy rápidamente. Y modificar encuadres, tamaños, escalas e incluso focos al instante. Eso con un lápiz de un papel significaría redibujar de nuevo todo. Así que es para mí se ha convertido en una herramienta imprescindible.
Primera página del storyboard en el iPad Pro
¿Empezó a dibujar en papel? ¿Cree que no hay vuelta atrás?
Por supuesto comencé a dibujar con lápiz y papel. Cuando empecé a dibujar era un niño y prácticamente no existía el dibujo digital. A día de hoy todavía lo utilizo constantemente. En las reuniones con el director, haciendo bocetos o en mis propios proyectos. Considero que la base ha de ser siempre esa. A mis hijos también les gusta dibujar y se les da muy bien, yo les insisto en que tienen que controlar el lápiz y el papel también.
¿Con qué herramienta se siente más cómodo ilustrando?
Respecto a la herramienta que utilizo es la app Procreate. Es una aplicación muy versátil e intuitiva que permite hacer desde bocetos muy rápidos y sencillos a imágenes más acabadas. Yo venía de trabajar en Photoshop, que es un programa enorme y en ocasiones un poco complejo y descubrí esta aplicación y vi que se adecuaba más a mi tipo de trabajo.
Más allá del iPad, ¿aprovecha el resto del ecosistema de Apple para poder trabajar en cualquier parte? ¿Cómo es un día a día de trabajo?
Utilizo el ecosistema de Apple todos los días en mi trabajo. Constantemente el director o yo mismo pasamos fotos de referencias por AirDrop. Uso un iPhone, un iPad Pro y un MacBook. Este último lo utilizo poco porque a día de hoy con un iPad tengo más que suficiente. Trabajo con Apple Pencil y uso unos AirPods Pro, así que todas las herramientas que uso para mi trabajo son Apple y se comunican entre ellas.
¿Cuál es el proyecto del que se siente más orgulloso de haber participado?
El proyecto que me siento más orgulloso es sin duda La sociedad de la Nieve. Ya no solo por el reconocimiento internacional, sino porque es la película en la que he trabajado más tiempo con diferencia y porque es una película muy especial. Empecé a trabajar en ella en 2020 cuando hicimos unos primeros dibujos y luego cuando hubo luz verde estuve más de año y medio trabajando en la misma producción, que es algo que no suele pasar en mi trabajo. Es una película que te toca muy profundo y la esperaba con muchas ganas.
En mi caso, como trabajo en previsualización, voy haciendo y ayudando a crear algunas piezas del puzzle. Al verla completa en la sala de cine y poder unir todas esas piezas y ver la obra que Jota siempre tuvo en la cabeza es algo increíble. Él me explicaba las escenas con el sentido que quería darles, las emociones que quería que el espectador captase. Y yo intentaba plasmarlas.
Pero cuando estás en la butaca viéndola por primera vez y ves por fin el tono, el ritmo, el montaje, la banda sonora, todo perfectamente ensamblado, te das cuenta de la magnitud de lo que JA quería crear. Es una película que se convierte en una experiencia, que consigue que el espectador sienta frío, hambre e impotencia. Y a la vez es una película que genera esperanza en el ser humano y que te hace ver tu propia vida desde otra perspectiva. Y eso no es nada común.
Si pudiese pedir trabajar con un director, ¿con quién sería?
A mí me gusta trabajar con diferentes directores. De cada persona aprendes algo y de algunos mucho. En España hay grandes directores y directoras y me gustaría trabajar con el máximo posible. Almodóvar, Amenábar, Sorogoyen... hay muchos con los que me gustaría trabajar. Y fuera de España, puestos a pedir, pues con Spielberg. Tengo la gran suerte de que, por lo menos, sé que vio dibujos míos de Jurassic World II a través de JA. Así que, ¡nunca se sabe!