Los smartwatches han llegado con fuerza al mercado en España y cada vez existen más posibilidades y funciones disponibles. Sin embargo, los fabricantes de relojes tradicionales no han dejado de innovar, con propuestas tan sorprendentes como este modelo aprobado por la NASA con polvo lunar y tecnología de trazabilidad NFC o el más delgado del mundo, con 2 mm de grosor.
Uno de los máximos representantes de los relojes de lujo junto a Rolex, el sello francés Hublot, acaba de presentar su nuevo modelo mecánico de titanio, MP-10 Tourbillon Weight Energy System, con el que pretende revolucionar el mercado. Desde luego, no hay otro igual: en lugar de agujas y esfera, esta joya de la ingeniería cuenta con cuatro rodillos que giran constantemente para dar la hora de la manera más precisa y fácil de leer para el usuario.
Si en la parte superior se sitúan los indicadores de horas y minutos, con los números agrandados gracias a una lupa invisible, en el tercio central se encuentra el contador de reserva de marcha, con un disco bicolor ajustado coaxialmente. Ahí es donde consultar el lapso de tiempo durante el cual el reloj puede funcionar después de darle cuerda completa.
La parte inferior del MP-10 de Hublot está reservada para el tourbillon de aluminio monobloque, con una inclinación de 35º. Esta pieza es un mecanismo de relojería diseñado para compensar el efecto irregular que produce la gravedad sobre los mecanismos internos cuando el reloj está en la misma posición durante un tiempo. Se ofrece así una precisión máxima y se demuestra una vez más el virtuosismo de los relojeros de la compañía gala.
En cuanto a los materiales, el titanio microgranallado brillante es el absoluto protagonista del exterior, recubierto en la parte superior con un resistente cristal de zafiro con tratamiento antirreflejos. El caucho, marca de la casa de Hublot, es el elegido para la correa. En cuanto al tamaño, es de 54,1 x 41,5 mm, y el reloj es resistente a 30 metros de profundidad o tres atmósferas.
A diferencia de los relojes normales, que suelen contar con una esfera plana en el anverso y un peso en el reverso para que este oscile cuando el usuario se mueve y dar cuerda al reloj, el MP-10 cuenta con otro mecanismo exclusivo. Tiene dos pequeños pesos de oro blanco a cada lado del reloj, que pueden moverse hacia arriba y hacia abajo a lo largo de un eje vertical y disponen de amortiguadores para evitar cualquier colisión. Su precio, como suele suceder en estos casos, no está al alcance de todos los bolsillos: 265.000 euros.