Este lunes Apple ha presentado el nuevo MacBook Air con el chip M3, que llegarán a España el próximo 8 de marzo. Ese mismo día la compañía era multada por Bruselas con 1.800 millones por abusos monopolísticos en perjuicio de Spotify, su rival de música por streaming. No es el único varapalo legal que se ha llevado la empresa recientemente, el caso 'Batterygate' sigue coleando en varios países.
A finales de enero, Apple comenzaba a pagar a los usuarios de esta demanda colectiva que se iniciaba en 2017. Se acusaba a la empresa de ralentizar algunos modelos de iPhone de forma deliberada para evitar problemas de degradación en las baterías. Apple llegaba a un acuerdo en 2020 por el que debería pagar 92 dólares a cada afectado en esta demanda en Estados Unidos.
Ahora este caso se ha repetido en Canadá, según informa CBS. Los modelos que estuvieron afectados y que se indican en ambas demandas fueron los iPhone 6, 6 Plus, 6S, 6S Plus y iPhone SE con iOS 10.2.1 y posteriores. El sistema operativo debían estar instalado antes del 21 de diciembre de 2017. Además, entran los modelos iPhone 7, 7 Plus con la versión iOS 11.2 y posteriores.
Apple no ha llegado a reconocerlo como fallo, sino que defiende que era una función necesaria para proteger las baterías de los iPhone que estaban "químicamente envejecidas", así evitaban que los dispositivos se apagasen súbitamente. Si emitió una disculpa y redujo el precio del reemplazo de forma temporal, de 79 dólares a 29 dólares en Estados Unidos. La demanda colectiva argumentó que esta era la prueba de que Apple no habría dado tales facilidades a los usuarios de no haber estallado el escándalo.
En Canadá también habría llegado a un acuerdo entre Apple y demandantes por valor de 14,4 millones de dólares canadienses, equivalente a 97,7 millones de euros. La empresa defiende esta resolución como una forma de ahorrarse los costes legales, no como un reconocimiento.
Frente a los 92 dólares que debía pagar en EEUU, la empresa entre 17,50 y 150 dólares canadienses, esto sería entre 11,88 y 101,88 euros, en función del número de canadienses que se suscriban como afectados. Se podrán apuntar a través de un enlace que se habilitará próximamente. Después deberán demostrar que compraron esos teléfonos afectados en el país norteamericano.