Cuando la fotografía de calidad está al alcance de cualquiera con la tecnología móvil, la diversión puede hallarse en la diferencia, en volver a lo más sencillo. Por este motivo, entre los jóvenes se ha popularizado retomar el uso de cámaras retro o siguen interesando modelos analógicos como las Polaroid, tendencia a la que se suma también Leica. Incluso el tamaño y diseño cuenta con tal de alejarse de las cámaras tradicionales y los smartphones. Así surgen cámaras que caben en la palma de la mano como Instax Pal o este juguete diminuto, pero que desafía a todos a hacer fotos únicas.
En un llavero o en un collar, la cámara puede usarse tanto como accesorio como equipo fotográfico con el que sorprender a los demás. Pesa solo 23 gramos y toma tanto fotos como vídeos, la Pieni M puede realizar ambas capturas fijas y en movimiento, pero con un estilo propio.
La marca de juguetes japonesa Kenko Tokina ha puesto a la venta este producto en dos colores, negro clásico y azul claro. Su precio al cambio llega a los 48 euros por un modelo que tiene todo lo necesario para acompañarte de por vida.
La calidad de las imágenes no va a ser la más alta, los smartphones, incluso los más baratos, cuentan ya con mejor capacidad de resolución. Sin embargo, la marca promociona este producto como una oportunidad de tomar fotos diferentes, más parecidas a una acuarela o pintura al óleo que a una instantánea tal y como se concibe.
Pieni M desafía a sus usuarios a jugar con los colores y las luces para retratar escenas únicas. La cámara cuenta con 1,22 MGP y F/2,8. El tamaño de la imagen llega a los 1280×960 píxeles y el vídeo tiene una resolución de 1280×720 (30fps). La distancia del disparo es de 0,3 metros o superior para paisajes o bodegones.
Todas las imágenes que se tomen pueden pasarse a un ordenador o al móvil mediante los dos sistemas de almacenamiento que integra la cámara: USB y MicroSD. Con una tarjeta gráfica se pueden pasar las fotos de este a un dispositivo y elegir la cantidad de memoria que se prefiera, aunque también se puede usar el cable USB-C para cargar la cámara y transferir los archivos a otro dispositivo de forma más rápida. El tiempo de carga tarda aproximadamente 60 minutos.
El usuario puede comprobar el encuadre y el resultado final en la pequeña pantalla LCD a color que integra detrás de las lentes. Tiene solo 0,96 pulgadas, hay relojes con paneles más grandes. No es posible ver con claridad lo que se va a fotografiar como sí ocurriría con un panel mayor o una conexión inalámbrica con el móvil, pero es suficiente para encuadrar la toma.