Desde hace un tiempo en España se está popularizando la tendencia de revivir cosas retro. En TikTok están arrasando las cámaras digitales antiguas, y ciertas firmas están intentando traer sus productos más icónicos a nuestra era. Muchos no esperaban que la compañía relojera AMIDA devolviera a la vida un producto de nada menos que los años 70 como es el AMIDA Digitrend.
Pese a que los relojes inteligentes al estilo Apple Watch han dominado sobre los analógicos, no son pocos los que prefieren los relojes convencionales. En los años 60 y 70 surgieron algunos de los modelos más icónicos, que hoy en día se consideran auténticas piezas de coleccionista. Es el caso del AMIDA Digitrend, un reloj del año 1976 que innovó mucho en su diseño.
A diferencia de los relojes habituales, este AMIDA Digitrend no tenía esfera, ya que integraba una pantalla digital lateral. La idea era que no fuera necesario girar la muñeca para ver la hora, algo muy útil para, por ejemplo, conducir. Ahora, AMIDA está reviviendo este reloj, aunque a un precio no apto para muchos mortales de 3.000 euros en su nueva versión: el AMID Digitrend Take Off.
Inspiración setentera
Las décadas de los años 60, 70 y 80 fueron revolucionarias en términos de diseño. En esa época predominaban los diseños que hoy en día se conocen como retrofuturistas. O más bien, diseños que intentaban vaticinar el futuro con una estética que bebía de su actualidad. Colores brillantes, formas futuristas y superficies lisas fueron el mantra de aquella época.
Es aquí donde entra AMIDA, una compañía relojera que empieza sus andanzas mucho atrás, en la década de 1920. Principalmente se centraron en los relojes de bolsillo, y fueron evolucionando sus diseños hasta encontrar el santo grial: el AMIDA Digitrend, presentado en el año 1976. Un reloj que, como decimos, era claramente futurista.
Los relojes de hoy en día y los de aquella época se basan en un diseño de esfera —que puede ser cuadrada—. Esta recoge toda la información del reloj; en el caso de los analógicos la fecha y en el de los inteligentes, la información de la pantalla. Un diseño que nos ha acompañado muchísimos años, y que solo tiene un pequeño fallo: el usuario necesita girar la muñeca para consultar la esfera. El acto de 'ver la hora', básicamente. El AMIDA Digitrend rompía con esto.
El AMIDA Digitrend pensado casi para conductores tenía una pantalla que imitaba la estética digital mediante un ingenioso efecto óptico. Esta era una tecnología que AMIDA patentó como Light Reflecting Display o LDR, y que sigue vigente a día de hoy. Este reloj no solo tenía un diseño increíblemente innovador, sino que deslizaba la información a una pequeña pantalla horizontal, con la intención de que no fuera necesario girar la muñeca.
El sistema era tremendamente innovador. Su pantalla se basaba en prismas inversores que refractaban la luz, dando una ilusión futurista a los dígitos sin necesidad de pantallas. Todo ello siendo un reloj totalmente mecánico, y que en ningún caso era digital. Los discos numéricos que el Digitrend incorporaba detrás del chasis —uno para la hora y otro para los minutos— giraban en sentido horizontal; sin embargo, la imagen de estos discos se proyectaba de forma horizontal gracias a su cristal en forma de prisma.
Como decimos, este fue un reloj completamente mecánico, impulsado por un movimiento de cuerda manual con palanca de pasador. Si bien el Digitrend tuvo un éxito considerable, la crisis del cuarzo ocurrida en los años 70 y principios de los 80 llevó a AMIDA a la bancarrota. Es aquí donde entra el nuevo modelo renovado con AMIDA volviendo al mercado.
El nuevo modelo Digitrend
El sistema de los dígitos con discos se ha visto recuperado en el nuevo modelo de 2024. Las horas y los minutos, de nuevo, están impresos de forma horizontal en discos circulares ocultos dentro de la carcasa de acero del reloj. Para mostrarlos verticalmente, el cristal prismático invierte o refracta su posición de horizontal a vertical y magnifica los números por el camino para que sean más legibles. Este es el mismo sistema que AMIDA patentó el 5 de abril de 1973.
Este sistema llamado 'jumping hour' u horas saltantes consiste en un prisma de cristal de zafiro de calidad óptica que refleja los discos horizontales de horas y minutos, mostrándolos verticalmente y realizando la magnificación de los dígitos. Todo esto está unido a un módulo desarrollado de forma interna con una construcción de doble disco que solo se compone de 9 componentes. Solo se han rediseñado la ventana de minutos y la tipografía en la pantalla LDR.
Por otro lado, está su carcasa o 'chasis', que recoge el testigo del modelo del 76 imitando la carrocería de un coche, siendo mecanizada a partir de un bloque de acero inoxidable 316 L. En su parte interna se puede observar el logo de AMIDA y su diseño transparente, que revela el órgano regulador del movimiento mecánico automático Newton de Soprod. Hay que sumarle, por otro lado, el botón giratorio lateral para darle cuerda.
Estamos hablando de una edición tremendamente especial, ya que no solo la edición será limitada, sino que también lo sea su construcción. La carcasa del reloj, sin ir más lejos, tendrá un grabado exclusivo que solo se producirá para este nuevo lanzamiento. En este sentido, el AMIDA Digitrend comparte muchas similitudes con su hermano del 76, consiguiendo una resistencia al agua de 5 atmósferas, un peso de 110 gramos y un grosor de 15,6 milímetros.
Respecto al impresionante precio de 3.000 euros que AMIDA ha impuesto sobre este nuevo modelo Digitrend, hay que aclarar que el dispositivo del 76 tampoco se queda atrás en coste. Es un objeto de coleccionismo bastante codiciado, llegando a rozar los 1.000 euros de precio en segunda mano.