Cuando una nueva tecnología irrumpe en el mercado, y su éxito se confirma con un crecimiento exponencial de las ventas, surgen todo tipo de imitaciones. Estos productos suelen ser más económicos, pero no siempre cumplen lo prometido o no llegan a un estándar de calidad aceptable. Es lo que ha ocurrido en España con los kits de conversión que transforman bicicletas convencionales en eléctricas. En este nicho han surgido dispositivos tan competitivos como CLIP, el innovador invento que convierte cualquier bicicleta en eléctrica en sólo 10 segundos, junto a productos mucho más baratos pero también más complejos de instalar y mucho menos fiables.
Frente al aluvión de gadgets de dudosa calidad en tiendas online como Amazon, hay quien merece la autoridad que da la experiencia. Es el caso de Pendix, compañía alemana que lanzó su primer motor eléctrico para bicicletas en 2015 y lleva una década mejorando sus kits de conversión, para hacerlos cada vez más potentes, versátiles y seguros. Los distintos Pendix eDrive, con su aspecto elegante y de alta tecnología, son una de las soluciones más recomendadas por los aficionados y profesionales para poder circular en bicicleta sin excesivo esfuerzo.
Esta alternativa cuenta con instaladores oficiales en Madrid y Barcelona, y destaca por su apuesta por su sencillez y su uso intuitivo, con muchos menos elementos que otros kits. Aquí brillan por su ausencia piezas como un controlador externo o un display LCD para gestionar las distintas funciones del motor, lo que suele implicar un cableado externo que puede ser muy engorroso. Los ingenieros de Pendix han eliminado estos elementos superfluos, integrándolos en el resto de componentes, y se complementa a la perfección con una app propia para smartphone gracias a su conexión Bluetooth.
Un kit diferente
Los orígenes de la empresa dan buena cuenta de la ambición y los conocimientos de sus fundadores. Cuando todavía eran estudiantes de ingeniería, sus cinco fundadores diseñaron y desarrollaron en 2010 su propio coche eléctrico de carreras. Tras fundar una primera empresa dedicada al desarrollo de componentes electrónicos que se han utilizado en competiciones como las 24 horas de Le Mans o el Mundial de Rallies (WRC), decidieron apostar por la electrificación de bicicletas convencionales con Pendix.
La última versión de sus kits, disponibles en tres modelos diferentes (300, 500 y 1.000), está diseñada para que el usuario se olvide de que lleva un motor de transmisión directa en el pedalier gracias a su tecnología sin engranajes. Una de sus ventajas frente a otros dispositivos para convertir bicicletas en eléctricas es su compatibilidad con todos los diámetros de rueda y casi todos los tipos de cuadros de bicicletas, incluidas las plegables.
El motor, situado en el eje central y por eso más fácil de instalar y de manejar, es muy compacto para su potencia y cuenta con un sistema de control muy sensible. Tiene 3 cm de profundidad y un diámetro inferior a 30 cm y está protegido de cualquier impacto gracias a una resistente carcasa metálica. Al no tener escobillas ni engranajes, no necesita apenas mantenimiento y es muy silencioso, además de no ofrecer apenas resistencia al pedaleo cuando está apagado.
A eso hay que sumar su resistencia iP65 al polvo y al agua, lo que permite usarlo en diferentes condiciones climatológicas, y es combinable con todos los sistemas de conmutación y frenado disponibles en el mercado. Sus 250 W de potencia y 25 km/h de velocidad son el máximo permitido en Europa, pero su par de 65 Nm proporciona un empuje especialmente útil en cuestas y pendientes pronunciadas.
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Gracias al sensor de par integrado en su interior, el motor de Pendix mide constantemente la fuerza ejercida por el ciclista al pedalear, respondiendo en la misma proporción y según las condiciones de la calzada. Por eso, ofrece mayor asistencia en arrancadas y pendientes ascendentes, y menor o incluso nula cuando se circula en llano o cuesta abajo, lo que redunda en una mayor autonomía.
Gran autonomía
El otro aspecto a tener muy en cuenta del Pendix eDrive es la batería extraíble, cuya capacidad varía entre unos modelos y otros, y su gestión de los modos de conducción. Esta pieza aprovecha el lugar habitual del bidón para integrarse en el cuadro de la bicicleta. Dispone de un botón de encendido y apagado en la parte superior, fácilmente accesible mientras se conduce, y un selector de asistencia a través de un dial giratorio.
Gracias a un anillo de LEDs integrado en esa parte superior, el usuario puede saber en todo momento cuál es la opción elegida entre Eco, Smart y Sport, y la cantidad de energía restante según un código de color (verde cuando la batería está llena, rojo cuando está quedándose sin energía). En cualquier caso y frente a otros kits similares, Pendix permite usar la bicicleta como un modelo convencional cuando se agota la carga o siempre que el usuario quiera.
Las capacidades son de 300 Wh, 500 Wh y 1000 Wh ofrecen autonomías que van desde los 40 km hasta los 240 km, cerca del récord de máxima autonomía de una bicicleta eléctrica. Eso se traduce también en el peso del conjunto, que va de los 6,7 kg adicionales del Pendix eDrive300 hasta los 10 kg del modelo más ambicioso, que cuenta con una doble batería de 500 Wh y actualmente está agotado.
Para gestionar cada detalle del sistema y obtener información en tiempo real, los responsables de Pendix han diseñado una app gratuita e indispensable para iOS y Android. Instalando el móvil en el manillar con un adaptador, se puede tener acceso a datos como la velocidad media, la distancia y la duración de los trayectos diarios, el nivel de asistencia y de carga de la batería, funciones de navegación, visualización de errores... Uno de los puntos a favor consiste en la posibilidad de crear distintos perfiles de usuario y modificar los ajustes del motor para cada modo de conducción, lo que permite adaptarlos al máximo a cada ciclista.
Otra diferencia con respecto a otros kits de conversión es que su instalación requiere de la asistencia de profesionales, que pueden montarlos en sólo 1 hora. En España, 3ike en Madrid y Bike Tech en Barcelona son los distribuidores e instaladores oficiales de estos dispositivos alemanes. En cuanto a sus precios, el kit Pendix eDrive300 tiene un coste inicial de 1.650 euros, mientras que el eDrive500 asciende a 1.880 euros. Esos precios no incluyen el coste de instalación, que depende del modelo de bicicleta y de si son necesarios accesorios de adaptación.